Catedral de Santiago reabrirá sus puertas el miércoles tras ofensa y sacrilegio de vándalos

El arzobispo metropolitano, monseñor Ricardo Ezzati, celebrará una misa de desagravio al mediodía del 31. Tanto la Iglesia como la Intendencia se querellarán.

Por F. Polanco, M. J. Soler y C. Said, El Mercurio

A contar de la próxima semana, la Intendencia de Santiago se comprometió a trabajar en conjunto con el Arzobispado para reforzar la seguridad en torno a la Catedral. Esto, después de los daños que sufrió el recinto a raíz de la irrupción de un grupo de manifestantes que marcharon a favor del aborto, el jueves cerca de las 21:00 horas.

Esta situación no solo generó sorpresa entre los fieles presentes en el templo, sino el unánime repudio por parte de las autoridades, producto de la violencia con que actuaron los vándalos, quienes causaron desmanes dentro y fuera de la iglesia, así como destrozos y rayados con ofensivas consignas.

Según testigos, fueron los propios fieles quienes intentaron echar a este grupo, mientras que el arzobispo Ricardo Ezzati terminaba la misa.

“Continué celebrando la eucaristía. Con mucha paz interior, di la comunión a muchísima gente y terminamos como se debe. No soy un hombre de violencia, soy un hombre de paz. No creo en ese camino y no lo voy a profesar nunca, aunque haya agravios”, explicó el arzobispo.

A raíz del conflicto y los daños que sufrió el templo, los que serán evaluados durante el fin de semana, el Arzobispado resolvió cerrar las puertas del templo hasta el próximo miércoles, por “ofensa” y “sacrilegio”. Ese miércoles, a las 12:00 horas, monseñor Ezzati realizará una misa de desagravio.

“Nosotros estamos siempre abiertos al diálogo. La Iglesia es una entidad dialogante. Esto, sin embargo, no significa encontrar la razón donde no la hay. Aquí no ha habido un problema de diálogo, ha habido un problema de agresión”, sostuvo la autoridad eclesiástica. Ante los hechos, además, el Arzobispado dijo que presentarán una querella por daños.

Durante la mañana, el Presidente Sebastián Piñera se contactó con él para expresarle su solidaridad y “ratificar el firme compromiso de este gobierno con la libertad religiosa”.

Además, anunció que la Intendencia de Santiago presentaría acciones legales “para poder sancionar a los responsables de este cobarde atentado contra la Iglesia Católica, pero también contra monumentos que son parte de nuestra identidad, como el monumento a los Héroes de La Concepción” (ver recuadro).

Pasado el mediodía, cuando ya equipos del municipio de Santiago colaboraban con la limpieza de la fachada, el intendente de Santiago, José Antonio Peribonio, visitó a Ezzati en el Arzobispado para expresarle su solidaridad ante lo sucedido.

“He venido a expresar nuestra solidaridad y compromiso con la Iglesia Católica, de poder hacer todo lo que está a nuestro alcance para dar con la identificación de las personas que actuaron de esta manera, tan violenta e injustificadamente”, dijo Peribonio.

Según precisó, como Intendencia presentaron una “querella criminal para perseguir a los responsables. Lo que ha acontecido ayer lo condenamos enérgicamente y vamos a hacer todo lo que está a nuestro alcance para conseguir identificar a todos los culpables y también condenarlos con todo el rigor de la ley”, añadió el intendente después de su visita al arzobispo.

Intendencia se querellará por tres delitos y por Ley Antidiscriminación

Luego de inspeccionar junto al arzobispo de Santiago los daños en la Catedral Metropolitana, el intendente de Santiago, Juan Antonio Peribonio, anunció que se querellará contra los que resulten responsables por los desórdenes y daños al patrimonio cultural que dejó el brutal ataque del jueves.

Desde la Intendencia se informó que la querella será por daños, desórdenes públicos y delitos contra la libertad y el ejercicio de los cultos permitidos. Además, de manera inédita, Intendencia agregará en la acción judicial la agravante que contempla la Ley Antidiscriminación, la cual sanciona la comisión de un delito cuando se participa en él “motivado por la ideología, opinión política, religión o creencias de la víctima; la nación, raza, etnia o grupo social a que pertenezca; su sexo, orientación sexual, identidad de género”, entre otros.

Peribonio condenó las consecuencias del ataque al templo y afirmó que “una marcha que habla de respeto, tolerancia y no violencia termina dañando un Monumento Nacional como la Catedral de Santiago e interrumpe una misa. Es un grave atentado a la libertad de culto”.

Vocera de la marcha pro aborto dice que comprende a quienes causaron destrozos

“Marcha Mundial de las Mujeres” es el nombre de la colectividad que el jueves realizó la manifestación a favor del aborto en el centro de Santiago, y que terminó con destrozos en la Catedral Metropolitana.

Según el parte de permiso de la Intendencia Metropolitana, el llamado “Acto político por los derechos de las mujeres chilenas y el aborto legal” esperaba congregar a cerca de cinco mil personas en la Plaza Italia, pero finalmente llegaron poco más de tres mil al punto de encuentro.

A la protesta también acudieron otras organizaciones denominadas feministas, como Tijeras, Jóvenes por la Igualdad de Género, Pan y Rosas, La Alzada Libertaria, Sesegen, A Quemar el Clóset y Línea Aborto Chile, entre otras.

Los convocantes a la marcha son “colectivos” que se articulan en coordinadoras. Están compuestos mayoritariamente por jóvenes que utilizan Facebook para contactarse y que buscan tener llegada en universidades.

Entre las agrupaciones que adhirieron también estuvo el Observatorio Género y Equidad, cuya secretaria ejecutiva y vocera de la manifestación, Natalia Flores, habló en la radio Cooperativa sobre los hechos.

“Yo no estoy de acuerdo (con lo ocurrido) en términos de que la movilización nacional y la cantidad de personas que salieron a manifestarse en Santiago termina deslegitimada al ocurrir lo que pasó en la Catedral”, comentó la activista.

Flores dijo comprender lo que ocurrió: “Yo puedo entender que un grupo de manifestantes que se ha sentido oprimido, que se ha sentido discriminado, agredido y violentado, pueda llegar a manifestarse de la forma en que sucedió. Yo lo entiendo. Pero no avalo ningún acto de violencia”.

Joven de 18 años fue el único imputado por los desórdenes del jueves

El único manifestante que pasó a control de detención por los desórdenes producidos la noche del jueves en las afueras de la Catedral fue el estudiante universitario Ricardo Viveros Ferrada (18), que según indicó la Fiscalía Centro Norte participó de la turba que sacó las bancas de madera del templo para supuestamente quemarlas en la plaza.

El joven, que reside en Puente Alto, fue imputado por desórdenes públicos y también por maltrato de obra a Carabineros, porque le habría pegado una patada por la espalda a un subteniente, mientras se efectuaban las detenciones. Por estos cargos, el juez Darwin Bratti le impuso la cautelar de firma mensual, con lo que Viveros salió en libertad y quedó citado al tribunal de Valparaíso, por una causa pendiente cuando era menor de edad.

El defensor penal público del joven, Luis Gálvez, negó que éste participara de los destrozos, ya que no aparece en ninguno de los videos captados por los canales de televisión.

El resto de los detenidos sólo quedó con citación ante el Ministerio Público.