Intervención urbana: “Aire urbano”
Una ciudad en desarrollo y un medio ambiente sano siempre han sido elementos difíciles de conjugar para ingenieros, urbanistas, autoridades políticas u otros actores urbanos. Sin embargo, el arte -a través de obras maestras o intervenciones urbanas como ésta- siempre tiene una respuesta, aún cuando se trata de las problemáticas más complejas.
“Urban Air” es el nombre original del proyecto del artista californiano Stephen Galssman. Su propuesta es la siguiente: donde antes hubo un cartel de publicidad, ahora hay un bosque urbano de bambú que guarda un sensor de calidad del aire. Así, esta obra se transforma en símbolo de un futuro en que las ciudades no sólo se desarrollan en su tamaño o riqueza, sino que son capaces de autogestionar su propio crecimiento, de manera sustentable y en armonía con la naturaleza.
Este último tiempo, Glassman ha iniciado una campaña en busca de financiamiento a través del sitio Kickstarter, donde cualquiera puede donar dinero, pues espera que luego de este prototipo inicial en Los Angeles, Estados Unidos, su idea pueda implementarse en todas las ciudades del mundo.
Descubre cómo Glassman hace su trabajo con la información y el video a continuación.
“Urban Air” nació como una obra de arte en el estudio de Stephen Glassman. La imagen despertó inmediatamente el interés de varios profesionales de vanguardia clave en los campos de la ingeniería, la tecnología, la publicidad, la planificación y el negocio, lo que desencadenó la confirmación de un completo equipo de desarrollo de “Urban Air”.
El primer reconocimiento del proyecto ocurrió en 2011, cuando ganó el Premio Internacional de Londres 2011 Creatividad. A partir de esta plataforma, la compañía Summit Media ofreció su apoyo donando carteles prominentes a lo largo de las principales vías de Los Angeles, lo que permitió lanzar con todo el proyecto.
Desde entonces, el equipo de Glassman -compuesto por ingenieros estructurales y ambientales, planificadores, expertos en medios de comunicación, fabricantes de vallas, cultivadores de bambú, fontaneros y especialistas de publicidad al aire libre- han estado trabajando intensamente para para diseñar y producir un modelo de trabajo a gran escala, que permita que este bosque de bambúes se instale fácilmente en cualquier cartelera estándar.
Desde comienzos de su carrera Stephen Glassman trabajó con bambú. Las primeras obras por las que se hizo más conocido en los años ’90 eran enormes instalaciones hechas con este material y que luego ubicó en ciudades devastadas por distintas razones, como los disturbios en Rodney King, los incendios en Malibú o el terremoto en Northridge. Finalmente, estas obras de arte se convirtieron en símbolos de la resistencia de las comunidades locales.