El castillo rancagüino que se niega a desaparecer

Fue comprado en febrero de este año por la inmobiliaria Armas para construir edificios de condominios, pero su demolición fue suspendida.

Por Juan Pablo Andrews, La Tercera

Tras el anuncio de demolición del Castillo Butrón, ubicado en el barrio Centenario, uno de los más antiguos de Rancagua, distintos movimientos sociales manifestaron su descontento. La casona, que data de fines del siglo XIX, fue comprada en febrero de este año por la inmobiliaria Armas, con el objetivo de construir edificios de condominios.

Tres meses después de que se dio a conocer ese proyecto, se inició una petición ciudadana para pedir pasar la casona como monumento nacional y, de esta forma, evitar su demolición.

“El castillo es parte icónica del sector, tú lo asocias de inmediato a una parte específica de la ciudad y que de un día para otro no esté, igual es complicado desde el punto de vista de la ciudad”, dice Patricio Rodríguez (39) quien reside cerca del castillo.

Según el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, el acercamiento del municipio con la inmobiliaria fue lo que llevó la discusión a buen puerto: “le planteamos a la constructora lo que significaba para la ciudad, los vecinos y especialmente para el barrio Bicentenario esta construcción y ellos han estado en muy buena disposición no teniendo ninguna disposición legal”. De esta forma, tras dos meses de iniciados los movimientos sociales la orden de demolición fue retirada “voluntariamente por la inmobiliaria el 17 de junio”, según registra la Municipalidad.

“La casa ha tenido tres etapas, la de fines del 1.800, la de la década del 30 donde se construyó una parte importante y después, en 1945, es donde se construyó la última parte, que es la torre. Todo ese tiempo se ocupó como viña”, dice José Butrón, último en la familia que habitó el lugar.

Agregó que “muchos de los que estuvimos ahí gran parte del tiempo, primos, tíos, sentimos más que nostalgia y entendemos lo que es la casa para la historia de la ciudad”.

Patricio Letelier, asesor urbanista de la Municipalidad, indica que “a razón de la gestión de la municipalidad y de los vecinos que se organizaron, (…) hubo un efecto positivo; el propietario (la inmobiliaria) escuchó a la comunidad y al municipio y reformularon su proyecto”.

Versión de la empresa

Al respecto, la inmobiliaria Armas, a través de un comunicado, señaló que lo que ocurra con el Castillo lo “estamos estudiando en conjunto con la Municipalidad. Tan pronto tengamos definida la situación, lo informaremos”.