Crece demanda por vivir en barrio Vaticano Chico
En tres años, los arriendos de un inmueble crecieron en un 20%. Pequeños cafés, un hotel boutique y emporios lo han puesto de moda.
Algunos lo consideran una especie de oasis en medio de la ciudad. Esto, porque pese a que se ubica a pasos de la Plaza Italia y de Av. Providencia, el barrio Vaticano Chico -conocido así por los nombres de obispos y cardenales que tienen sus calles- todavía conserva el ritmo de vida tranquilo de antaño. También su arquitectura original, casas y edificios de estilo moderno y neoclásico, que se comenzaron a levantar en los años 40 en los ex terrenos del Seminario Pontificio.
Hoy, está convertido en uno de los barrios de moda. “La gente valora su ubicación céntrica, la calidad de sus construcciones y la vida de barrio que tiene”, señala el presidente del Colegio de Arquitectos, Sebastián Gray.
Eso explica que haya aumentado el interés por vivir ahí y que en los últimos tres años el precio de venta de las propiedades subiera 30% y el de arriendo 20%, según un estudio de la tasadora de propiedades Arenas y Cayo.
También influyeron los nuevos aires que trajo en 2011 la instalación del centro de innovación de Movistar en el afrancesado Palacio Droguett (Casa de Cristal) y la llegada, en los últimos dos años, de un hotel boutique con una cava de vinos subterránea, el Carmenere, una tienda de bicicletas y tres pequeños y atractivos cafés de barrio: el Café e Gelatería, el bistró La Cafet y el Cardenal.