Antofagasta aspira a dirigir su turismo a las estrellas
Por Mariela Dahmen, La Tercera.
La región busca la certificación Starlight, que se les entrega a zonas que se destacan en calidad de observación de los cielos.
Tiene uno de los cielos más limpios y, con ello, los principales observatorios del mundo. Con estás características, la Región de Antofagasta pretende convertirse en destino turístico mundial y lograr la certificación de la fundación internacional Starligth, sobre la calidad de observación de los cielos.
El objetivo es aprovechar el activo astronómico de la zona, que cuenta con 10 observatorios, para fines turísticos. Para conseguirlo, diversas instituciones públicas y privadas como Eurochile, Corfo, Gobierno Regional, Sernatur y la Universidad Católica del Norte (UCN), aunaron esfuerzos para iniciar el proyecto, que posteriormente deberá ser reconocido por la Unesco.
Para la subdirectora del Instituto de Astronomía de la UCN Katrien Steenbrugg, la región destaca “porque no hay contaminación lumínica, la atmósfera no tiene mucha turbulencia, por lo que se pueden obtener imágenes más nítidas y con más detalles”.
Sumado a esto, el ingeniero de proyectos de la vicerrectoría de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la UCN, Hugo Rocha Cáceres, explica que para el año 2020 se estima que se habrán invertido cerca de US$ 4 mil millones en la construcción de los telescopios E-ELT y ALMA, los que harán de la Región de Antofagasta un sitio ineludible para los amantes de la astronomía.
Lo que se pretende es recuperar la capacidad de las personas de observar los cielos, de ahí la importancia del nuevo estándar internacional para minimizar la contaminación lumínica que adoptará Chile a partir del próximo año. Todo esto pretende ser un aporte a la promoción de un nuevo tipo de turismo para la región, lo que promoverá nuevos emprendimientos para la industria turística local, ya que con la acreditación también se busca incrementar la industria del transporte, hotelera y gastronómica, además de lograr un compromiso público privado.
Al respecto, Meneses explica que “la certificación significa la diferencia que puede hacer en relación a un gran cambio de intereses, compromiso de la sociedad con los estándares de luminosidad, de contaminación, de manejo de recursos, transportes y este compromiso le va dando identidad a la ciudad, ese sello puede ser la excusa para no mirar sólo a la minería, sino también a las estrellas”.
Para el director regional de Corfo, Gonzalo Zavala, “hay un polo de desarrollo económico que debemos apoyar, emprendedores e innovación como también la competitividad. Habrá que ir perfeccionando al recurso humano”.
Katrien Steenbrugg dice que “hay dos zonas propuestas de calificación. Una corresponde al área circundante al monumento Mano del Desierto, y la segunda al sector Alto Loa, próximo al poblado de Lasana, al noroeste de Calama”. Agrega que “lo más importante es que se le da la posibilidad a la gente de no pagar por visitar estos lugares”.
Un equipo de investigadores de la UCN será el que realice los estudios y mediciones para postular a la certificación. Steenbrugge explica que se realizarán en terreno y se considerarán registros sobre el brillo del cielo y la contaminación lumínica, entre otros.