Plan regulador de Santiago: Nuevo rechazo lo retrasa hasta fin de año

Por Manuel Valencia y Nadia Cabello, El Mercurio.

Contraloría hizo 9 observaciones al documento, que reingresará este mes

Falta de antecedentes e incongruencias frenan extensión del límite urbano del Gran Santiago de 10 mil hectáreas.

Las 75 mil hectáreas que abarca la actual área urbana del Gran Santiago deberán seguir “congeladas”. Por segunda vez, la Contraloría rechazó la modificación que busca expandir este territorio en 9.444 hectáreas (y reconvertir otras 790 hectáreas de suelo industrial a habitacional en el interior de la ciudad), tras formular nueve reparos en el expediente presentado por el gobierno regional, el 26 de abril.

La resolución cuestiona que “se modifiquen, supriman o agreguen nuevas áreas de alto riesgo sin que se adjunten los antecedentes que lo justifiquen”. También advierte la falta de una acreditación de la consulta realizada en Huechuraba y objeta que se establezca la construcción de vialidades que ya están ejecutadas. Asimismo, denota discrepancias de tramos viales descritos en el documento, que reemplaza al vigente desde 1994.

Hay también observaciones de forma, como la omisión del número de un plano en la definición de zonas industriales y discrepancias entre las superficies y porcentajes de áreas verdes entre los planos y la memoria.

Por último, se indica que una parte de una zona de actividades productivas de Puente Alto eliminada en la propuesta no coincide con el territorio graficado en el plan regulador vigente.

El subsecretario de Vivienda y Urbanismo, Francisco Irarrázaval, desestimó que se genere un retraso prolongado del plan. Según anticipó, en el nuevo texto se subsanarán observaciones con la eliminación de las áreas de riesgo cuestionadas, la precisión de antecedentes y el envío de documentos que faltan. “Esto no requiere pasar nuevamente por una nueva votación en el Consejo Regional. Por eso, creemos que antes de fin de año debiéramos tener un nuevo plan ya aprobado”, asegura.

En la modificación se definen zonas de extensión en Quilicura, Pudahuel, San Bernardo y Maipú. El alcalde de esta última comuna, Christian Vittori, señala que el rechazo es la oportunidad de enmendar “fallas” en el expediente: “Se está haciendo sin estudios técnicos acerca del crecimiento. No se ha visto cómo va a afectar la conectividad en la comuna, que ya hoy es muy mala”.

La crítica la comparte el director del Instituto de Estudios Urbanos de la UC, Pedro Bannen, quien estima que el nuevo PRMS 100 debiese ser más conciliador. “Esta propuesta está equivocada, sesgada, se exagera la falta de suelo urbano y se dan malas soluciones. Por ejemplo, se desafecta un área industrial peligrosa para construir viviendas sociales allí, que es peor. También propone áreas verdes en concesiones que son cuestionables. Si Santiago está con un plan vigente, se puede tomar el tiempo para considerar incorporaciones de suelo urbano, pero con formas más creativas”, opina el urbanista.

Uno de los fundamentos que sustenta la expansión propuesta en el plan es la proyección oficial, que establece que el Gran Santiago añadirá 1,6 millones de habitantes hacia 2030, que no tienen cabida en las 2.196 hectáreas de suelo urbano que quedan para viviendas subsidiadas.

Para el presidente de la Comisión de Urbanismo de la Cámara Chilena de la Construcción, Fernando Herrera, el retraso agudiza un escenario ya crítico. “Es como una olla a presión: el límite urbano es una muralla de acero y con la restricción en alturas que están fijando los planes reguladores, se pone una tapa a todo. A medida que haya crecimiento económico se genera una mayor necesidad de crecer en extensión, en casas con patios. No podemos seguir manteniendo a Santiago congelado”, afirma.

El proceso

En diciembre de 2006 se comenzaron a realizar los estudios de la modificación PRMS 100. Cuatro años después, la propuesta se sometió a votación en el Consejo Regional Metropolitano (Core), que la rechazó.

En marzo de 2011 , habiendo hecho cambios, el Core aprobó la modificación, y en mayo la envió a Contraloría. La entidad, en septiembre, emitió un informe rechazándola, con 82 observaciones.

En marzo de 2012 una vez más se envió el PRMS 100 corregido a Contraloría, aunque cuatro meses después se decidió retirarlo.

En abril de 2013 , luego de haber sido corregido, el PRMS 100 se envió nuevamente a Contraloría, pero hubo nueve observaciones que no permitieron su aprobación.

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2.557 ha

de la superficie de 10.234 ha que se anexarán con la modificación al PRMS se destinarán a áreas verdes.

6.545 ha

serán de uso habitacional mixto y en otras 790 ha será necesario cambiar el actual uso de suelo.