Moller & Pérez-Cotapos revela su proyecto con el que dará vida a “Nueva Vitacura”
La compañía se abrió hace cuatro meses a la bolsa, planea crecer en regiones y empujar la construcción industrial:
Se trata de Parque San Damián, en el estratégico paño que se ubica en avenida Las Condes, cerca del Cantagallo. El máximo directivo anticipa que en el mercado los precios de las viviendas podrían seguir subiendo, principalmente por las restricciones para hacer edificios. Claudia Ramírez
Han pasado poco más de cuatro meses desde que la constructora e inmobiliaria Moller & Pérez-Cotapos se abrió a la bolsa.
La sociedad que en 2007 compraron Ramón Yávar y Fernando Frías, su amigo desde hace más de 20 años, junto con el grupo inversor Citigroup Venture Capital, dio paso, el 26 de marzo de este año, a una nueva compañía en la que participan más inversionistas.
La apertura en la bolsa del 50% de la propiedad de Moller tenía como objetivo financiar algunos de los proyectos que hoy están desarrollando y llevar adelante un plan de inversiones por US$ 500 millones en cinco años.
Ramón Yávar cuenta que el plan camina según lo proyectado y que uno de los más importantes en construcción es Parque San Damián, que ejecutan en un terreno de 29 mil m {+2} junto con un fondo de Celfin. Se trata de un complejo de siete edificios residenciales, con ventas estimadas de US$ 330 millones.
La obra se ubica a la altura del 11.000 de avenida Las Condes, cerca del Cantagallo, en Vitacura: “Vamos a continuar la Costanera Sur (que toca por la ‘espalda’ al recinto), le daremos la conectividad y saldremos a avenida Las Condes. Va a generarse un barrio que es la ‘Nueva Vitacura'”, proyecta.
Ya partió la construcción de tres edificios (dos de 32 pisos y uno de 15) y esperan iniciar la venta en octubre. El proyecto se finalizaría completamente en siete años, dependiendo del ritmo de ventas, acota el presidente de Moller.
“Nos tiene bastante ilusionados porque de verdad creemos que le estamos cambiando un poco la cara a ese sector de Vitacura. Pasará lo mismo que ocurrió con Nueva Las Condes, que antes de hacerse era un sitio deteriorado. Esta es una zona con sitios baldíos y estamos en este minuto entrando a urbanizar”, señala Yávar.
También en sociedad con Celfin están haciendo una obra de viviendas de clase media en Colina y otra en el terreno llamado Los Litres (al final del valle Los Trapenses). “Ha sido una muy buena asociación y no descarto que existan otras posibilidades de abordar otros proyectos. No tenemos nada en carpeta, pero me encantaría”, indica.
Foco en regiones y construcción industrial
En el ámbito más estratégico, la compañía quiere crecer en dos áreas, la construcción industrial y la inmobiliaria en regiones. Sobre la primera Yávar comenta que la actividad en construcción de terceros está “muy enfocada en el área hospitalaria y tenemos el resto de las áreas vírgenes para nosotros”.
En el área inmobiliaria, el ejecutivo anticipa: “Estamos tratando de entrar a Concepción, estamos mirando paños. También nos gustaría Antofagasta y Puerto Montt. Estamos muy concentrados en Santiago”, reconoce.
En el detalle Moller hoy tiene ocho proyectos inmobiliarios en construcción y ocho en venta, todos en Santiago.
Adicionalmente pretenden construir 1.493 viviendas sociales -con énfasis en superar el estándar, es decir, hacer propiedades sobre 55 m {+2} – y estar dentro de los cinco primeros desarrolladores en el segmento en el quinquenio. En el sector hay quejas sobre la lenta entrega de los subsidios de viviendas sociales. Yávar coincide: “A todo Chile y las empresas que participamos en ese sector nos afecta”, señala.
Casas a precios de Manhattan
La empresa está afianzada desde hace años en las propiedades de segmentos altos. Con el pulso del mercado en la mano, Ramón Yávar anticipa que los valores podrían seguir subiendo.
-La última encuesta del Banco Central reveló que hay más restricciones de créditos para las inmobiliarias, ¿han notado estas restricciones?
“Eso depende mucho de la empresa. Para nosotros no ha sido el caso. Tenemos una política de endeudamiento conservadora y un balance bueno, y no nos vamos a endeudar más allá de lo que estimamos prudente”.
“Lo que más me preocupa es que hay muchas zonas de la ciudad que la comunidad está empezando a proteger de la construcción de edificios y departamentos. Para los inmobiliarios se nos están haciendo mucho más escasos los lugares donde podemos construir. Y eso provoca un aumento de precios de la vivienda, que tiene sus efectos. Va a ver menos gente capaz de comprar casas de esos niveles de precios”.
-La razón del congelamiento de los planos reguladores es brindar una calidad de vida a los vecinos de estas zonas.
“Está bien. Por eso la comunidad se da ciertas normas. En el plano regulador se permite construir en ciertas áreas y en otras no. Hay toda una cantidad de gente que quiere vivir en Providencia, Vitacura y Las Condes, y no tiene dónde vivir. Entonces, también hay que pensar en el otro lado, y ahí es donde nuestras autoridades comunales tienen que irse a un justo equilibrio, y ese es el que se ve planteado en los planos reguladores, que cruzaron todas las instancias de consultas comunitarias que eran legalmente correspondientes. Hoy estamos volviendo atrás”.
-¿No ve ese equilibrio en los planos reguladores que están congelados?
“Hay muy poco espacio urbano para poder construir, lo cual va a encarecer muchísimo la vivienda. En Manhattan hay casas que valen US$ 6 millones, a lo mejor vamos a llegar a eso. No mañana, pero vamos para allá”.
El alza de precios de las viviendas no es algo voluntario de los inmobiliarios, dice Yávar. “En Las Condes no se puede construir más barato de lo que estamos construyendo. No es que nosotros al subir los precios estemos ganando sumas siderales de plata. Eso no es verdad. Los costos de reposición de los terrenos (comprar predios en sectores similares) están siendo muy caros (…) El que se lleva gran parte de la plata es el dueño de la casa (por la plusvalía)”, asegura.
“Nos gustaría salir del país, pero creo que no es un proyecto en el mediano plazo. Aquí todavía hay espacio importante donde crecer”.
“Hay muy poco espacio urbano para poder construir, lo cual va a encarecer muchísimo la vivienda. En Manhattan hay casas que valen US$ 6 millones, a lo mejor vamos a llegar a eso. No mañana, pero vamos para allá”.
Ramón Yávar
Apertura en la bolsa: “Estamos más celosos y rigurosos”
María Luisa Solari y su hija María Cecilia Karlezi se integraron a Moller & Pérez -Cotapos después de la apertura a la bolsa. A través de Inversiones Auguri tienen el 15,04% de la propiedad.
Los cambios se han sentido puertas adentro de la constructora, admite Ramón Yávar. “Estamos más celosos y rigurosos de hacer las cosas de la forma menos objetable posible”, reconoce.
-La acción de Moller ha caído 12,5%, ¿Era el mejor momento para debutar en la bolsa?
“A toro pasado, todos son toreros. La situación hay que mirarla antes de que ocurran las cosas. Salimos a la bolsa cuando creíamos correcto y estimábamos que el futuro era halagüeño, que después se nos haya venido la situación de la bolsa para abajo es algo que no calculamos”.
“El mercado no nos ha castigado mucho. Hemos bajado, obviamente, pero mucho menos que muchas otras, producto que creo que se está dando lo que nosotros también dijimos en la apertura, que el modelo del negocio nuestro era un mix bastante perfecto, de una empresa inmobiliaria con una empresa constructora, que nos permitía ir mitigando estos vaivenes de la economía”.
Yávar estima que es probable que la demanda inmobiliaria “se mitigue un poco”, pero enfatiza que no hay crisis. “Los parámetros más importantes que afectan al área inmobiliaria son el empleo, que está firme, y la tasa de interés de los créditos hipotecarios y eso también está muy bajo. Hasta hoy hemos tenido un ritmo de ventas similar al año pasado”, señala. La construcción a terceros está cruzando un momento crítico, indica, pero tampoco avizora un decrecimiento.