Abren al público edificio patrimonial de la ex cárcel de La Serena
Por Cristián Riffo, La Tercera.
La iniciativa busca hacer un rescate histórico y patrimonial de la antigua construcción colonial.
Recorrer el interior de la ex cárcel de La Serena es una experiencia única. Entre sus paredes está guardada la historia de cientos de condenados que pagaron sus culpas en dicho recinto. El edificio fue construido hace más de 120 años y se encuentra dentro del llamado casco histórico de la ciudad.
Sin embargo, el inmueble está pronto a ser demolido para dar paso a un Centro de Diagnóstico Terapéutico. Es por ello que el Servicio de Salud Coquimbo, el Consejo de la Cultura, el Hospital de La Serena y Gendarmería, decidieron dar al público la oportunidad de conocer el histórico lugar.
El ex centro penal estará abierto entre el 19 y el 31 de agosto, de lunes a viernes de 9.30 a 12.30 y de 14.30 a 16.30 horas, además de los sábados entre las 10 y las 13 horas.
Para tal efecto se han habilitado áreas emblemáticas del edificio como, por ejemplo, la calle principal y las galerías de celdas, la cúpula y el sector de aislamiento.
Durante las tardes, se podrá participar en visitas guiadas por personal de Gendarmería quienes relatarán las funciones de cada espacio, además de aportar historias de la convivencia diaria. “Esta es la última oportunidad que van a tener de conocer la ex cárcel, ya que la primera semana de septiembre esperamos comenzar con la demolición de las áreas no conservables”, dijo la directora del Servicio de Salud Coquimbo, Ana Farías. En tanto, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, destacó lo que se puede encontrar en esta muestra. “La gente va a poder visitar y conocer que significó este edificio y las condiciones en que se vivía el encierro”, dijo.
Durante el recorrido los visitantes se encontrarán con lugares oscuros y con poca ventilación. Las pequeñas celdas aún tienen en sus muros dibujos, consignas, calendarios con mujeres desnudas y hasta algunos rosarios abandonados.
El ex suboficial, Exequiel Trigo, trabajó durante 30 años en este recinto y narró uno de los hechos de sangre más recordados por la opinión pública. “En diciembre de 1991, un grupo de reos tomaron de rehenes a funcionarios, les quitaron el armamento, se vistieron de gendarmes y como 30 lograron salir a la calle. Cuatro fueron abatidos y más de una veintena fueron recapturados el mismo día, y en los 10 o 15 días después fue capturado el resto. Sólo uno aún anda libre por ahí, fue terrible esa fuga”, relató.