“Under the Elevated”: La conversión de estacionamientos a un espacio público en EE.UU.
En junio de 2009 se inauguró lo que hoy conocemos como High Line, el parque urbano que transformó una antigua línea de carga y que une tres barrios en Nueva York. Ubicado en las vías férreas en altura, este lugar atrajo la atención sobre estructuras a las que se les pueden asignar nuevas funciones, evitando su demolición.
El interés que el High Line ha provocado a nivel internacional también ha generado que otras ciudades pongan en marcha otros proyectos de regeneración, como un supermercado abandonado que dio paso a una biblioteca pública y una línea férrea en Italia que se transformó en un paseo peatonal, entre otros.
Tras varios años de un exitoso High Line, el Departamento de Transporte de Nueva York (DOT) y la organización Diseño de Confianza para Espacios Públicos lanzaron “Under the Elevated: Reclaiming Space, Connecting Communities”, un proyecto que busca renovar los espacios inferiores de la autopista elevada Brooklyn Queens Expressway (BQE) que divide los barrios de Queens y Brooklyn, y de la autopista Cross Bronx Expressway, ya que bajo ambas estructuras no hay más que bodegas y estacionamientos que como no concentran actividad, generan inseguridad.
A continuación más detalles del proyecto.
Estas autopistas fueron construidas en la mitad del siglo y no permiten que los ciudadanos aprovechen los lugares por donde pasan, generando “espacios perdidos”. Como en ellos no se desarrollan actividades que congreguen a un público numeroso, sino que se concentran principalmente bodegas y estacionamientos, ayudan a crear una sensación de inseguridad en los vecinos, sobre todo de noche.
La organización que impulsa el proyecto es la misma que en su minuto dio a conocer varias estrategias a través de su campaña “Reclaiming The High Line” hecha en 2001 para desarrollar el High Line que rescató el potencial de ese espacio público y lo convirtió en un ícono de la ciudad, siendo replicado con algunas variaciones en otras ciudades del mundo.
Teniendo en cuenta que en Nueva York existen 700 km. de vías elevadas, este proyecto va en rescate de cientos de m{2} que están en desuso. Es por esto que Wendy Feuer, representante de Diseño y Arte Urbano de DOT explica que “vemos una oportunidad para aumentar la funcionalidad de estos espacios y determinar los usos permanentes o temporales que dan vida a la esfera pública de las comunidades vecinas”.
La idea es que los lugares que actualmente están inutilizados sirvan para conectar a las comunidades que viven cerca o que se reúnen en el lugar, a través de una reivindicación del espacio público. Para esto, artistas, arquitectos, líderes locales, planificadores urbanos y organizaciones culturales trabajarán en el plan que maximizaría la funcionalidad de los espacios inferiores de las autopistas que conectan Nueva York y que son parte de la Interestatal 278 que conecta Nueva York con New Jersey.
Los vecinos de las dos autopistas serán incluidos en la planificación del proyecto mediante encuestas que servirán para determinar el diseño urbano que tendrá el proyecto y la viabilidad del mismo. Asimismo, la organización a cargo trabajará con voluntarios para que antes de que se inicien las obras -que aún no tienen una fecha exacta- habiliten los lugares mediante una limpieza.