¡Urbanísmo Pop!
Por Silvie Jacobi, artista y estratega cultural, estudia geografía urbana e industrias creativas en el King’s College de Londres. Texto originalmente publicado en This Big City
La identidad creativa de una ciudad o la marca de una ciudad global está moldeada a través de identidades y contextos multicapa. Estos son canalizados por una estrategia municipal específica en respuesta a factores de atracción como la distinción cultural, el patrimonio y el entorno construido, por nombrar unos pocos. La estrategia de marca urbana es controlada por intereses públicos y privados con el doble objetivo del crecimiento económico y la habitabilidad. En la practica de la planificación urbana estos objetivos resultan contradictorios teniendo en cuenta la precariedad de la cultura y la creatividad en el contexto de la rentabilidad.
La determinación de los intereses de marca y las influencias indirectas en la marca de la ciudad es más sencilla en las ciudades de tamaño medio que en las ciudades globales, simplemente debido a que, simultáneamente, se producen menos proyectos y a que los grupos de interés locales se implican más activamente. Esto tiene un efecto sobre nuestra comprensión conceptual de la ciudad, ya que otorga una identidad más constante, lineal, en comparación con la imagen multicapa, controlada interna o externamente, de las ciudades globales. A cambio también simplifica la comprensión de las tendencias cualitativas subyacentes sobre cómo la imagen de la ciudad es moldeada, en particular, como la forma de una imagen de la ciudad es defendida por los ciudadanos y personalidades influyentes, como músicos, escritores o empresarios.
Para demostrar esto, podemos observar el caso de la ciudad de Mannheim convertida en un influyente centro de negocios para la industria musical en Alemania, que a la vez ha atraído a un buen número de start-ups del diseño y la tecnología. No estaba en la estrategia del gobierno municipal que la música se utilizara como herramienta para la regeneración de un centro industrial en declive, sino que fue la participación de una pequeña red de músicos y productores locales la que abrió las posibilidades de inversión.
A principios de los 90 un grupo de músicos de Mannheim dirigidos por el cantante Xavier Naidoo – ahora uno de los nombres más relevantes de la escena pop alemana- formaron el colectivo musical Sönhe Mannheims (hijos de Mannheim). Empezaron a promocionar Mannheim en sus canciones y en los medios de comunicación, señalando su ciudad como un lugar con historias de éxito, talento y autenticidad.
Canciones como “Meine Stadt” (Mi ciudad) expresan de manera locuaz, la conciencia colectiva de la ciudad honrándola como el hogar de su educación artística y su inspiración. Esto en parte ha contribuido a un cambio de imagen de la ciudad y un sentimiento de orgullo entre la comunidad local.
Aprovechando la popularidad de la banda y junto con otros colaboradores musicales influyentes de la región, se organizaron festivales y se establecieron estructuras informales de apoyo, en particular, un grupo de producción musical. Siguiendo estas tendencias el gobierno municipal y los inversionistas privados mostraron un mayor interés en prestar apoyo a pequeñas start-ups de la industria música y de la educación. La Diputación de Baden-Wuerttemberg fundó la Popakademie Baden-Wuerttemberg (Universidad de la música popular y la industria musical) como una empresa público-privada en el año 2003 en colaboración con músicos locales, de los cuales algunos actuaron como financieros.
Esta es la primera institución de este tipo en Alemania y proporciona un apoyo continuo a los profesionales de la música como parte de una estrategia de compromiso con el talento (imagen-cine). El MusikPark de Mannheim se creó como un centro de negocios cercano, que actualmente aloja a cerca de 40 compañías musicales.
Todo ello ha contribuido estrechamente a un cambio de la imagen de Mannheim de antigua ciudad industrial a “ciudad creativa” con un objetivo definido. Lo que es destacable en este caso de estudio es la estrecha participación de personalidades locales en la búsqueda de la eficiencia cultural y económica. Esto sugiere un crecimiento basado en la demanda dirigido por profesionales de la creación y su campo específico de experiencia, manteniendo un equilibrio entre el consumo y la producción cultural (cómo podría haberse visto afectado por los cambios radicales sufrido por la industria musical en los últimos 10 años es un tema complejo que necesita de una investigación empírica, fuera de esta artículo.)
El núcleo de mi argumento sin embargo se centra en un desarrollo sostenible de la “ciudad creativa” a través de un alineamiento entre la imagen de la ciudad y las tendencias urbanas reales, no una ilusión de marketing ficción. La estrategia Municipal de Mannheim se ha centrado en proporcionar las estructuras de apoyo financieras y organizativas necesarias para el desarrollo de este centro de industria creativa, en lugar de crear una imagen de ciudad creativa competitiva. Mannheim se mantuvo fiel a su imagen multicultural y acertó en el apoyo a las pequeñas empresas mas que a su “marca”. Sin embargo, esto podría avanzar en breve hacia una estrategia de marketing más centrada en la cultura, tal como se refleja en la candidatura de Mannheim como Capital Cultural Europea en 2020.
Traducción por Raúl Vilar para This Big City