Columna “Hacia un Santiago de calidad mundial el observador urbano: Los habitantes opinan en 100 palabras”
Por Miguel Laborde, El Mercurio. (31/08/13)
Cuesta imaginar que una de las formas más innovadoras de “hacer ciudad” en Chile haya comenzado con tres universitarios de apenas veinte años de edad. Ahora el fenómeno de Santiago en 100 palabras es analizado en otros países y es el concurso literario más masivo del país. Los participantes superaron los 50 mil en la última versión y sus textos ya son referencia para analizar qué piensan los santiaguinos de la capital.
La idea de escribir un texto breve sobre Santiago dio vuelta el orden de la ciudad. Cuando surgió el sistema Metro, el espacio humano estaba arriba, al aire, y uno descendía a un mundo artificial y dominado por máquinas. Eso no ha cambiado, pero sí la perspectiva; arriba la gente deambula anónima, en sus ajetreos incesantes, pero cuando desciende disminuye su velocidad. Incluso, se detiene a leer un texto en un panel luminoso y se encuentra con un relato muy personal y cercano. Es el hallazgo de la intimidad de otro.
Como tanto sucede, hubo mucho de casualidad. Carmen García, Sylvia Dümmer e Ignacio Arnold crearon una revista de arte el año 2000, con Fondos Concursables en la Universidad Católica -donde estudiaban-, y se les ocurrió ir a las oficinas de Metro a pedir ayuda para su difusión. Recibieron una invitación, a cambio: que llevaran una idea que se vinculara a la empresa.
Los tres, de Historia y Sociología, tenían interés en lo urbano, en el espacio público donde el arte se abre al más vasto de los públicos. Además, se habían dado cuenta de que algo pasaba ahí. Que no era bien visto hablar muy bien de Santiago -lo políticamente correcto era la distancia, incluso la crítica-, pero esa actitud parecía estar cambiando en la nueva generación.
Santiago en 100 palabras asomó como un sistema rápido e ingenioso para expresar una idea de la ciudad, o un sentimiento, pero también para expresarse los santiaguinos sobre sí mismos. El primer concurso apareció el 2001 y no llegaron a los 3 mil participantes, pero todos sintieron que ahí había algo, y el 2003 superaron los 12 mil. Junto a los textos que hablan de violencia y discriminación, o dejan fluir una visión melancólica del santiaguino, hay dimensiones de humor y placer muy significativas.
Entretanto, los tres creadores terminaron sus estudios iniciales. Carmen García se fue a hacer un magíster a Nueva York y ha publicado dos libros de poesía; Sylvia Dümmer se reveló como excelente ilustradora -suya es la parte visual del proyecto-, e Ignacio Arnold siguió estudios en España luego de hacer un magíster en la UC. Pero ahora están de regreso y lo suyo es una empresa de 11 personas.
El concurso ha crecido en otros lugares. Medellín lleva varios, y también Madrid, aunque allá en otro contexto, para el Día de los Enamorados. Aquí se sumaron a la iniciativa Valparaíso, Iquique, Antofagasta y Concepción, porque frente al transporte privado, más contaminante y congestionante que el público, las autoridades están muy interesadas en mejorar este último, para hacer de él una experiencia más grata.
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Expresión
Santiago en 100 palabras asomó como un sistema rápido e ingenioso para expresar una idea de la ciudad, o un sentimiento, pero también para expresarse los santiaguinos sobre sí mismos.