Ñuñoa trasladará posta y consultorio al edificio de su clínica y arrendará tres pisos a Ues
Por Nadia Cabello, El Mercurio.
Hay tres casas de estudio interesadas en pagar para que funcionen allí sus campus clínicos:
Municipio invertirá $4.400 millones más para que la construcción no se transforme en un “elefante blanco”.
Apenas supieron en Ñuñoa que el Ministerio de Salud no destinaría recursos para financiar el equipamiento de la clínica que construyó el municipio y que entregó en comodato a esa cartera por 99 años, en el municipio comenzaron a pensar una alternativa que le permitiera ponerla en marcha y alejar el fantasma de un “elefante blanco” en la comuna.
En poco más de una semana ese proyecto ya está listo. Y aunque no funcionará como una clínica con atención preferencial para los ñuñoínos, que era el plan original, sí mejorará el acceso de los vecinos a la salud a partir de octubre de 2014.
De los cinco pisos y dos subterráneos que tiene el edificio ubicado en avenida Grecia con Juan Moya, la municipalidad se hará cargo de la mitad. En el primer nivel se instalará el Centro de Urgencia de Ñuñoa (o Posta 4), que hoy funciona justo frente a las nuevas instalaciones, claro que con un espacio cuatro veces más pequeño que el que tendrá en el edificio nuevo. Eso permitirá ampliar el número de boxes de atención de 10 a 40.
Al segundo nivel llegará el otro recinto de salud que funciona frente a la clínica: el consultorio Salvador Bustos. El mismo donde se atienden 45 mil personas, pese a que su capacidad es de 25 mil. “Claramente estamos sobrepasados; entonces, ahora podremos dar solución a ese problema que nos aquejaba”, dijo el alcalde Pedro Sabat.
En el primer subterráneo funcionarán el laboratorio, el departamento de asistencia social y salas para uso de los funcionarios. Además, habrá 40 estacionamientos.
Para equiparlo, el municipio invertirá $4.400 millones, que el edil asegura tener. “Hemos sido muy cuidadosos con las finanzas y por eso ahora podemos hacer una inversión así”.
El destino de los tres niveles superiores aún está por definirse. Lo que sí está claro es que se le arrendarán a una universidad para que los use como campus clínico o incluso instale allí su Facultad de Medicina, pues el edificio tiene salas y auditorios construidos.
Ya hay tres casas de estudio privadas interesadas y la idea es que estas equipen esos espacios para sus alumnos. Con ello se abre la posibilidad de que la clínica tenga también un servicio de hospitalización, que es lo que le faltaría al recinto.
Además del arriendo, la municipalidad tendrá otros ingresos para que la clínica se autofinancie: se licitará la instalación de una cafetería, farmacia, banco, óptica y los estacionamientos del segundo subterráneo. De esa forma, Sabat descartó la posibilidad de vender la construcción, pese a que ya ha recibido ofertas de privados por cerca de $30 mil millones.
Esta propuesta no pudo ser presentada al concejo el lunes, pues los concejales de oposición se retiraron argumentando que ya se ha gastado mucho dinero ($5.500 millones). Pero si insisten en no dar quórum, la iniciativa se aprobará automáticamente dentro de 20 días.
Terrenos liberados albergarán a adultos mayores
El traslado del Cesfam Salvador Bustos dejará un terreno disponible y, con ello, la posibilidad de cumplir un antiguo anhelo de la comuna: tener un centro para el adulto mayor. Con una edad promedio de sus vecinos que alcanza los 39 años -frente a una media nacional de 34-, Ñuñoa es el municipio con mayor cantidad de adultos mayores del país, y para ellos está pensada la construcción del recinto, que estaría listo en octubre de 2015.
Una vez que el consultorio funcione en la clínica, comenzarán las obras para levantar un espacio con capacidad para 400 personas. La mitad se destinará a la atención de día, pero también se habilitarán 200 camas para quienes decidan vivir ahí.
Entre las bondades que tiene el terreno está su cercanía a un parque de 12 hectáreas y al polideportivo municipal. Eso les permitirá a los adultos mayores aprovechar esas instalaciones, además de las salas de juegos y talleres que tendrá el centro.
El proyecto cuesta $1.500 millones, y su operación podría estar a cargo de una fundación “que tenga más experiencia en esto”, dijo el alcalde Pedro Sabat.