Juegos Diana amplía local e inaugura teatro subterráneo en San Diego
El nuevo espacio se ubica en lo que fue un claustro de la vecina Iglesia de Los Sacramentinos, que data de principios del siglo XX.
Por Valentina Pozo, La Tercera
Supo de glorias y de abandono. El edificio que antiguamente albergó los claustros de la Iglesia de Los Sacramentinos, ubicados entre San Diego y Arturo Prat, se usó para formar a los sacerdotes santiaguinos, pero cuando dejaron de llegar interesados, la congregación francesa del Sagrado Sacramento lo vendió. Así, en 1980 el inmueble de cuatro plantas pasó a manos de la familia Zúñiga, que desde 1934 era dueña de los Juegos Diana.
Para instalar su carrusel, su rueda de Chicago y sus máquinas mecánicas ocuparon el edificio que daba a San Diego; el otro, cuyo acceso está en Arturo Prat quedó relegado como bodega.
Ahí, se acumularon por años centenares de cajas con viejos documentos y juegos en desuso. Sin embargo, hace cuatro años, el actual administrador de este pequeño “parque de entretenciones”, Enrique Zúñiga, empezó a pensar en darle un uso.
Enrique recuerda que cuando era pequeño le llamaba la atención esta parte del negocio de su abuelo, “porque era oscura y polvorienta. De hecho, no me dejaban pasar mucho. Cuando era adolescente, pensé que este espacio tenía un potencial, y ahora que soy quien está a cargo, quise potenciarlo como un centro cultural”, cuenta Enrique.
Es por eso que en 2009 metió a arquitectos y maestros para que renovaran ese espacio y lo convirtieran en lo que en octubre se abrirá al público como un teatro subterráneo.
Esa será la primera etapa, pues la idea de Zúñiga se completará cuando habilite las otras plantas arriba del teatro y que conformarán un centro cultural. Con terraza destinada a una cafetería.
El dueño espera no tardar tanto en que el edificio esté funcionando como tal.
No todo es juego
Juegos Diana fue un negocio que comenzó el abuelo de Enrique, Roberto Zúñiga Peñailillo, y que estuvo en distintos lugares del centro, hasta que encontró su lugar definitivo en San Diego 438.
El actual administrador quiso darle un giro más cultural por dos motivos. Primero, porque en San Diego se mantienen las librerías, se crearon universidades y se potenciaron espacios públicos, como la recién inaugurada Plaza Pezoa Véliz. Y segundo, por la afición de Zúñiga nieto. “Tuve una infancia bastante lúdica, entre carruseles y máquinas de diversiones. Pero también estudié carreras relacionadas con las artes escénicas. Acá faltaba un espacio derechamente cultural”, cuenta.
El arquitecto que en 2010 restauró parte de la Iglesia de Los Sacramentinos, Jaime Migone, opina que la iniciativa de Zúñiga es un aporte para el barrio. “Despierta el interés en una zona que necesita estar en la palestra”.
El nuevo lugar se llamará Atrio y el acceso estará en Arturo Prat 435. “Me inspiré en el nombre que tienen los patios interiores en los claustros y las iglesias. Estos cumplen la función de comunicar varios edificios, y como los Juegos Diana estarán conectados interiormente con el Atrio, el apelativo era perfecto”, asegura.
Para montar la sala de teatro en el subterráneo del inmueble, Zúñiga tuvo que trasladar un sinnúmero de papeles y “varios cachureos” a los pisos superiores. Entonces comenzó el acondicionamiento del lugar con piso de parquet y 140 butacas móviles. “Estas, como su nombre lo dice, se podrán mover para que cuando el espacio no funcione como teatro, sirva de sala de exposiciones o de ensayo”, explica Bárbara Hoffman, miembro de Atrio.
Pese a que el nuevo centro cultural estará abierto al público en octubre, será en enero cuando se realice la inauguración oficial, que es la fecha en que los Juegos Diana cumplen 80 años.