¿Hora de sincerar el precio de la luz? Sector anticipa alza de hasta 60% a partir de 2014
Valores incorporados en las nuevas licitaciones eléctricas, además de lo que pueda pasar con las reclamaciones ante la Justicia por una normativa de la CNE, deberían elevar las cuentas de un gran porcentaje de los clientes residenciales y comerciales.
Por Gustavo Orellana, Pulso
Mientras los costos marginales trepan a niveles históricos en los últimos meses, las cuentas que las personas pagan en sus casas a las distintas distribuidoras no han sentido estas variaciones.
Pero esto podría cambiar en el corto plazo.
Dos son los factores que apuntan en esta dirección. En primer lugar, lo que pueda pasar en la Justicia con la resolución emitida por la Comisión Nacional de Energía (CNE) para los sobreconsumos sin contrato de las distribuidoras eléctricas es clave.La ordenanza por ahora establece que son las generadoras las que deben hacerse cargo de esta energía, pero de cambiar podría obligar a las distribuidoras a aumentar las tarifas, y de manera brusca, pues habría que adecuar los precios de contratos a los nuevos valores de mercado.
Más aún, podría exponer a los clientes dependiente de las distribuidoras a costo marginal, lo que además de elevar las tarifas -los contratos entre distribuidoras y generadoras están en torno a los US$80 por MWh, mientras que el marginal supera los US$200 por MWh- introduciría un elemento de volatilidad.
Según expertos, la resolución de la CNE va precisamente en esa línea: evitar que sean las personas las que paguen por la falta de inversión en el sector, aunque esta estrategia puede terminar siendo insostenible en el mediano y largo plazo.
“Este es uno de los temas más delicados hoy en la industria. La ausencia de contratos licitados está, en los hechos, ocasionando la supervivencia de una modalidad de repartición de las diferencias de precios de una forma similar a lo regulado mediante la RM 88/2001. Lo distinto es que hoy se hace mediante una resolución de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) y las diferencias de precios entre los medios de los contratos licitados y el costo marginal los están absorbiendo las empresas generadoras a prorrata de sus inyecciones”, señala el abogado de Fermandois & Evans, Arturo Fermandois.
No obstante, también hay quienes creen que el más beneficiado con todo esto no es precisamente el segmento consumidor, sino que las distribuidoras, que manejan un negocio con prácticamente cero riesgos.
“El pronunciamiento de la SEC confirma que las estrategias de contratación de las distribuidoras no están mayormente afectas al riesgo de mercado. Se evidencia la falta de incentivo a las distribuidoras para mejorar su rol comercializador, y la necesidad de contar con herramientas que incentiven la toma de decisiones responsables, acordes con la realidad del sistema”, plantea en su informe mensual la consultora Systep.
“La instrucción gubernamental busca una solución administrativa al problema de fondo que atraviesa Chile: la imposibilidad de realizar inversiones en centrales de base que permitan reducir la estrechez entre oferta eficiente y demanda, facilitando la formulación de ofertas de energía a precios competitivos”, agrega el documento.
Ante esta resolución, las generadoras ya acudieron a Tribunales, señalando entre otros argumentos que se trata de una medida arbitraria e ilegal y que genera un importante perjuicio económico, que ya a agosto las generadoras contabilizaban en US$20 millones y subiendo.
LAS LICITACIONES
El esquema propuesto para evitar este descalce entre energía contratada por las distribuidoras y la efectivamente consumida por sus clientes son las licitaciones de suministro, actualmente en curso.
Esta establece un precio de reserva de US$129 por MWh, que se aleja de los cerca de US$80 establecido en los contratos que se pretende renovar. Es decir, en el caso de que se alcance este precio, el alza tarifaria podría ser de hasta 60% para los contratos que se van a renovar a partir de 2014.
“Cabe preguntarse si la situación actual es producto de una coyuntura o un cambio estructural. ¿Es la falta de acuerdo sobre las necesidades energéticas del país un cambio estructural? Al parecer la coyuntura se estaría haciendo permanente, y por lo tanto, estaría dejando de ser coyuntura. De ser así, los ciudadanos, consumidores y/o manifestantes deberían comenzar a pagar los precios reales de la energía, percibiendo los costos efectivos de la crisis, y así promover los cambios regulatorios necesarios para volver al sector a su curva de desarrollo de largo plazo”, remata el director del Centro de Innovación en Energía de la Universidad Adolfo Ibáñez, Carlos Silva.