Huelga sorpresiva de trenes afecta a miles de pasajeros en Argentina
Una nueva huelga sorpresiva de maquinistas de trenes afectó hoy a centenares de miles de pasajeros en Argentina y fue duramente criticada por el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, que insinuó que dejará su cargo si no puede cambiar el cuestionado sistema ferroviario.
“(Los maquinistas) me tienen ‘podrido’, por momentos siento que es imposible llevar adelante un cambio en materia ferroviaria”, declaró Randazzo desde Nueva York a la emisora La Red.
“Si me tengo que ir del ministerio porque no se puede seguir adelante con las reformas, no le quepa ninguna duda que me voy a ir”, añadió el ministro de Transporte.
El sindicato de maquinistas La Fraternidad declaró un paro en protesta por los controles de alcoholemia y aptitud psicológica exigidos al inicio del servicio.
“Queremos que los exámenes nos lo hagan médicos o psicólogos. Hoy lo hacen enfermeras y es poco serio. No nos toman dilatación de pupilas, cualquiera que haya tomado cocaína puede ir a trabajar al otro día que no se dan cuenta”, señaló en declaraciones radiales el secretario general de la Fraternidad, Omar Maturano.
El paro, iniciado a las seis hora local (09.00 GMT), afectó durante la hora punta matinal a las líneas San Martín y Belgrano Sur, que unen la capital argentina con la zona metropolitana, en la que viven más de nueve millones de personas.
El secretario argentino de Transporte, Alejandro Ramos, defendió los controles y señaló que el paro se debe “a una actitud caprichosa y malintencionada del gremio que no tiene otra intencionalidad que generar malestar entre la gente”.
En diálogo con radio La Red, Ramos anticipó que el Gobierno estudiará sanciones para los maquinistas que se sumaron a la huelga.
Los sindicatos han protagonizado en los últimos meses varios paros sorpresivos en protesta por las nuevas medidas aplicadas por el Gobierno argentino tras la nacionalización de gran parte del servicio, como la instalación de cámaras de seguridad en las cabinas de los conductores o los controles.
Los dos anteriores secretarios de Transporte, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schavi, están imputados por su presunta responsabilidad en la tragedia de la estación porteña de Once, en la que murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas cuando un tren se estrelló contra el andén en febrero de 2012.
Trece meses después, un nuevo accidente de tren causó la muerte de 3 personas y heridas en más de 300 en la periferia oeste de la capital argentina.