30 de September, 2013

Plan conservación parques / Infraestructura puerto Valpo. / Único jardín botánico de Stgo. sin fondos

Por Equipo Plataforma Urbana

Nueva política de parques incluye un fondo para cofinanciar su mantención

Con el fin de ayudar económicamente a los municipios en la construcción y mantención de las áreas verdes, el Minvu lanzó el programa primer programa de conservación de parques urbanos. Así, las municipalidades deberán costear el 50% de la mantención anual de un parque y postular a fondos que les entregarían $300 millones. Como el programa también busca crear más áreas verdes en aquellas comunas que tienen un déficit, los parques o proyectos que se adjudiquen el financiamiento, serán seleccionados según su ubicación y población total a la que beneficiaría. Saber más.

Presidente de Puerto Valparaíso advierte déficit en infraestructura

Mikel Uriarte, presidente de la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV), considera que la infraestructura actual del puerto no podrá enfrentar la demanda de los próximos años. Por esto, cree necesario desarrollar un megapuerto, para lo que considera que la ciudad de Valparaíso tiene potencial para acoger el Puerto Gran Escala (PGE) que desarrollaría el gobierno en una ubicación que aún no se decide. Saber más.

El incierto futuro del primer jardín botánico de Santiago

El Jardín Botánico Chagual, perteneciente al Parque Metropolitano y ubicado frente al Parque Bicentenario de Vitacura, es un proyecto que se inició en el año 2000, sin embargo, por falta de financiamiento, aún no se han podido completas todas las etapas que consideraba inicialmente. Entre estas, aún falta plantar 8 há de la ladera sur del cerro, habilitar senderos y construir un centro cultural, para lo que se necesita una inversión de $5.000 millones. Aunque sus gestoras pensaron en cerrarlo, el jardín seguirá funcionando con las inversiones de entidades públicas, pero por ahora no se completaría el proyecto. Saber más.

resumen prensa

Comentarios de Disqus

Juan

Una opinión muy subjetiva la del presidente de Puerto Valparaíso. Está más que claro que San Antonio tiene muchas más ventajas que Valparaíso para la construcción del PGE.
vulcan

Los contenedores de 20 pies tambien se le conoce como de 6 mts y a los de 40 pies obviamente como de 12 mts.
Jaime

Los pasajeros (turismo) por Valparaiso y las cargas (comercio) por San Antonio, cada puerto con su vocación.
Daniel Yovanovic

Soy porteño, y defensor del puerto, pero no me parece válida la idea de competir contra San Antonio. Ambos son puertos de Chile y la condición en que deben actuar es la SINERGIA.

Entiendo que nuestros puertos compitan contra El Callao o Buenaventura, pero aún a ese nivel la sinergia es posible, cuando se piensa en la unión panamericana, y esa es la idea detrás de la Alianza del Pacífico, tratado que Chile ha firmado junto con Perú, Colombia y México.

Con horror veo que algunos sectores promueven esta competitividad malsana A ULTRANZA, al mejor estilo de las barras bravas en fútbol.

Personalmente, considero que San Antonio merece las mismas oportunidades de desarrollo que pueda merecer Pancho.
También considero que, si bien no renuncio a mi derecho – como ciudadano – a comentar públicamente sobre estas cuestiones, tampoco desconozco que en cada área del desarrollo hay personas que saben más y otras que saben menos.
En este caso, el desarrollo portuario no es un área que pueda manejarse con encuestas de opinión ni con maniobras propagandísticas, so pena de tener que aceptar siempre el triunfo de las localidades que posean más habitantes o el triunfo de los grupos que tengan más plata.

Una de nuestras amenazas más frecuentes es el prurito de nombrar comisiones aparentemente muy bien estructuradas pero poco funcionales, como la tal Comisión Regional del Uso del Borde Costero CRUBC, que lleva largos años funcionando y jamás ha publicado ni siquiera un saludo a la ciudadanía.
Otra amenaza es lo contrario de la anterior: comisiones que se estructuran mal pero que funcionan estrepitosamente bien, como es el caso de la “Comisión Tripartita” conformada por la Muni, EPV y el Mamut Plaza.
Cuando, finalmente, la gente se dé cuenta de la verdad, la autopsia dirá más o menos así:
Muni: agonizante, mendicante, vendiendo pedazos de terrenos en espacios públicos para pagar la luz, saliendo hoy de su mutismo y levantando la voz contra la Cámara de Comercio, contra el Colegio de Arquitectos, contra las Organizaciones Ciudadanas, contra las Universidades, contra la Unesco, contra la Contraloría, contra la Armada.

EPV: entidad estatal creada hace algo más de una década para manejar el patrimonio portuario en el borde costero de Valparaíso, pero que – por extraño sortilegio – se ha convertido en un centro de rifas y negocios inmobiliarios, en perjuicio de su misión portuaria original.

MAMUT PLAZA: grupo inmobiliario inescrupuloso e insensible a las verdaderas necesidades de desarrollo del puerto, que mueve sus recursos económicos – considerables – para obtener ventajas competitivas que no existirían en absoluto si no fuera por el apoyo de los otros dos tripartitos. Ofrece una nueva venta de calcetines con vista al mar, y de llapa también aporta una cantidad de regalitos irresistibles: interrupción – de por vida – al desarrollo portuario de Valparaíso al cortar abruptamente la posibilidad de acceso por Cabritería; una congestión vial de grandes proporciones en el sector Barón; un negocio inmobiliario en zona de alto riesgo; una amenaza contra los pequeños comerciantes de la zona (razón por la cual la Cámara de Comercio se opone); una violación a las normas internacionales de seguridad portuaria; un mordisco profundo al patrimonio del Estado al adquirir el metro cuadrado a un precio diez veces infeior al valor real, aparte de poner al Estado a pagar cantidades estratosféricas por “mantener espacios públicos”, una tarea que no corresponde ni a EPV ni al Mamut, sino a la Muni o al Estado directamente.

Eso dirá la autopsia cuando termine este infeliz capítulo de nuestra historia portuaria.

Saludos muchos.
- Juan Pérez
  
  No llore sobre la leche derramada. Valparaíso debe dejar de ser una ciudad dormitorio y el municipio no puede ser dueño de todo los terrenos ni de las casas ni de todas las edificaciones de la comuna.
Daniel Yovanovic

No invente.
Quién dijo que la Muni debe ser la dueña de todo.

Lo cierto es que el mantenimiento de los espacios públicos es una de las tareas misionales de cualquier municipalidad en cualquier país del mundo. En caso contrario, ese espacio deja de ser público.
Desde otro ángulo, algunas empresas mantienen espacios DE CIRCULACIÓN dentro de sus respectivos recintos, pero no con el ánimo de que sean usados como verdaderos espacios públicos sino para ACCEDER a las diferentes instalaciones o módulos del complejo total.

Finalmente, nadie está llorando, aunque no faltan ganas de hacerlo copiosamente.
No es una queja sino una DENUNCIA lo que yo presento. EL Mamut ofrece un negocio a todas luces MUY DESFAVORABLE para Valparaíso, ya que es mucho lo que se va a perder y muy poco lo que se va a ganar.

El señor Juan Pérez defiende un negocio marrullero, y no me atrevo a juzgar las razones que tendrá para ello, pero que el negocio es marrullero, lo es, sin lugar a dudas, y tengo veinticinco argumentos para demostrarlo.

A los tripartitos sí cabe preguntar: ¿no les da vergüenza iniciar este proceso con un camuflaje? Presentan como concesión lo que es un negocio inmobiliario.
Quiten la cláusula de “opción de compra de terrenos” del contrato, hagan una concesión por diez años, y se termina toda la bulla.

Un peligro: si las “autoridades” (me refiero a todos y a cada uno de los funcionarios que han autorizado esta triste rifa) están aprobando la venta de terrenos estatales que ya tenían un destino, ¿quién garantiza que en el futuro próximo no aprueben la venta de oficinas dentro del edificio del Congreso, la rifa del terrenito que rodea el monumento a los héroes navales o la destrucción de nuestros parques para instalar recintos comerciales o torres de concreto?

Esto no es ciencia ficción, está sucediendo aquí y ahora: los tigres inmobiliarios andan sueltos, están hambrientos, y no hacen caso ni de la Unesco, ni de la Contraloría, ni de la Armada ni de ninguna entidad, porque el dinero es más poderoso; pueden comprar planes reguladores y obstaculizar (no me atrevo a decir cómo) el funcionamiento de Comisiones del Uso del Borde Costero.

Hay agravantes: tenemos tan mala memoria que mañana vamos a votar por los mismos que hoy venden la patria por pedacitos.

Saludos muchos.
Federico Urqueta

Informacion añeja, ya se dijo que el megapuerto se construira en San Antonio, lo cual me pone muy contento, pues no habra inpedimiento para que la ciduad recupere su borde costero
Daniel Yovanovic

Qué raro.
En su último post el señor Urqueta no insultó a nadie. Hay progreso.

Sobre lo de información añeja, creo que no es la primera vez que EPV reconoce necesidades de desarrollo, tanto en espacio como en infraestructura, pero aún así persiste en rifar grandes pedazos de patrimonio costero ESTATAL.

Que San Antonio progrese no significa que Pancho deba desaparecer como puerto. ¡Qué más quisieran los tigres inmobiliarios! ¡Un borde costero en Valparaíso sin grúas ni muelles, una sola larga fila de gigantes de concreto, estilo Viña!

Hay CIENTOS de lugares cercanos y cómodos para disfrutar de nuestro mar, sin necesidad de interrumpir la vocación portuaria de Valparaíso.
Lo que pasa es que al Mamut le gusta ESE lugar, y tiene el poder suficiente como para gestionar lo que sea necesario para satisfacer su capricho: planes reguladores, chaquetas volteadas, el silencio inexplicable de la CRUBC, el silencio, más inexplicable aun, del Gobierno Central ante la descarada rifa de patrimonio costero estatal, la patudez de una Municipalidad que duró décadas enteras calladita y mendigando para pagar la luz y que hoy se atreve a meter la cuchara en el sector portuario (en cuyo organigrama no aparece ni de cortesía), a “desestimar” (palabrita de moda) a la Contraloría, a la Armada, a la Unesco y a todo el que se le atraviese.

Tal vez salgan con la suya, pero no les va a salir tan barato, porque no vamos a permitir que el público se olvide de la sarta de marrullerías cometidas en este vergonzoso proceso.

Falabella todavía está a tiempo de detener este crimen contra el puerto, y así recuperar su prestigio, un prestigio que le costó más de cien años de arduos esfuerzos.

Nuestro puerto también ha invertido más de cien años en su progreso; no ha tenido el mismo ritmo de crecimiento de Falabella, su desarrollo ha sido muy lento, pero eso no es motivo para pegarle en el suelo.

Saludos muchos.
Daniel Yovanovic

Sobre lo de información añeja, creo que no es la primera vez que EPV reconoce necesidades de desarrollo, tanto en espacio como en infraestructura, pero aún así persiste en rifar grandes pedazos de patrimonio costero ESTATAL.

Que San Antonio progrese no significa que Pancho deba desaparecer como puerto. ¡Qué más quisieran los tigres inmobiliarios! ¡Un borde costero en Valparaíso sin grúas ni muelles, una sola larga fila de gigantes de concreto, estilo Viña!

Hay CIENTOS de lugares cercanos y cómodos para disfrutar de nuestro mar, sin necesidad de interrumpir la vocación portuaria de Valparaíso.
Lo que pasa es que al Mamut le gusta ESE lugar, y tiene el poder suficiente como para gestionar lo que sea necesario para satisfacer su capricho: planes reguladores, chaquetas volteadas, el silencio inexplicable de la CRUBC, el silencio, más inexplicable aun, del Gobierno Central ante la descarada rifa de patrimonio costero estatal, la patudez de una Municipalidad que duró décadas enteras calladita y mendigando para pagar la luz y que hoy se atreve a meter la cuchara en el sector portuario (en cuyo organigrama no aparece ni de cortesía), a “desestimar” (palabrita de moda) a la Contraloría, a la Armada, a la Unesco y a todo el que se le atraviese.

Tal vez salgan con la suya, pero no les va a salir tan barato, porque no vamos a permitir que el público se olvide de la sarta de marrullerías cometidas en este vergonzoso proceso.

Falabella todavía está a tiempo de detener este crimen contra el puerto, y así recuperar su prestigio, un prestigio que le costó más de cien años de arduos esfuerzos.

Nuestro puerto también ha invertido más de cien años en su progreso; no ha tenido el mismo ritmo de crecimiento de Falabella, su desarrollo ha sido muy lento, pero eso no es motivo para pegarle en el suelo.

Saludos muchos.