Transantiago: multas a operadores se disparan por enfoque en temas sensibles para usuarios
Por Francisco J. Fuentes, El Mercurio. (28/09/13)
Operador peor evaluado adquirió 66 buses modelo “Santiago” para mejorar servicio
Multas por deficiente regularidad o frecuencia de buses aplicadas de enero a agosto ascienden a los $ 11.502 millones. Antes del cambio de contratos, el monto era de $3.470 millones.
Un total de $11.502 millones descontó Transantiago a las siete firmas operadoras de Transantiago durante los primeros siete meses de este año por incumplimiento de frecuencia y regularidad de los buses. El monto contrasta con los $3.470 millones que se habían cobrado durante todo el actual gobierno hasta la entrada en vigencia de los nuevos contratos (abril de 2012).
A diferencia de los antiguos contratos, el nuevo marco legal para los transportistas concentra en las condiciones de frecuencia (cuántos buses estén en recorrido durante un lapso determinado) y regularidad (lapso de pasadas ante un mismo paradero entre un bus y el que le sigue) el grueso de los castigos.
Antes de eso, las principales causales de descuento radicaban en una gama de elementos operacionales no relacionados con el servicio en la calle, como mal estado de puertas, exteriores sucios o vidrios rotos, que implicaban grandes sumas en total, pero poca ingerencia por servicio.
Según el último reporte de descuentos por incumplimientos efectuado por el AFT, entre enero y julio de este año los siete operadores percibieron un total de $403.206 millones, siendo las empresas de capitales colombianos SuBus y Express las que más recaudaron, con $2.364 millones y $3.529 millones, cada una.
Asimismo, del informe se desprende que entre las siete compañías son estas dos las que han sido más severamente castigadas por los descuentos por mal cumplimiento de los planes operacionales: $3.529 millones Express y $2.364 millones Subus.
En total, las siete firmas transportistas licitadas tuvieron que devolver el 2,85% del dinero recaudado al Estado por incumplimientos en frecuencia y regularidad, los dos elementos que impactan en forma más directa sobre los tiempos de traslado de las personas (ver infografía).
Los operadores con menos pérdidas resultaron ser las compañías mejor evaluadas por el público: Metbus (servicios 500) con $329 millones y STP (servicios alimentadores de Puente Alto) con $394 millones.
Para el ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, el contraste entre ambos periodos radica en que “con los nuevos contratos, se cambió la estructura de descuentos desde un modelo disperso hacia un sistema en que las principales causales son la falta de frecuencia y regularidad”.
Añade que desde que se examinó la composición de los contratos “notamos que antes los incentivos para el buen servicio directo al usuario no estaban bien alineados y por eso las personas no lograban percibir en la calle los esfuerzos. Hoy, los operadores saben perfectamente qué tipo de servicio deben brindar para no poner en riesgo el negocio y ofrecer lo que más les importa a las personas”.
Operador más castigado refuerza flota
Con 66 buses tipo “Santiago” reforzará la firma Express su servicio, en un intento por mejorar los resultados obtenidos en la primera mitad del año en materia de frecuencia y regularidad de sus recorridos.
Solo este año, la firma ha cedido alrededor de siete millones de dólares, monto que podría superar las ganancias de cualquier operador en un año de servicio.
Según explicó la compañía, Alsacia y Express -además de SuBus- comenzaron a operar Transantiago en 2007 con una flota nueva, la que tras siete años comienza a verse afectada por el aumento en la tasa de falla de los vehículos.
Frente a ello -dijo un ejecutivo-, “creímos necesario adquirir una flota de 100 buses nuevos, de los cuales 66 corresponden al nuevo modelo exclusivo para Santiago”, es decir, contarán con puertas a ambos lados, para operar en los futuros corredores de la ciudad.
Así, la compañía de capitales colombianos busca mejorar sus índices de cumplimiento y obtener más ingresos añadiendo una flota cero kilómetros, lo que le asegura reducir su tasa de falla y, por lo tanto, mejorar su presencia regular en las calles.