Con nueva sala audiovisual amplían Museo de la Memoria
Por Valentina Pozo, La Tercera.
Construido en 2010, el recinto guardó espacios para seguir creciendo, como esta sala del 3° piso.
Reproducir hoy una cinta U-matic o de VHS es una tarea casi imposible. Los populares videocasetes que hace décadas eran sinónimo de modernidad, hoy están prácticamente obsoletos. Es por eso que el Museo de la Memoria construyó un espacio para que investigadores y el público general pudieran revisar esos contenidos audiovisuales del pasado, pero esta vez con la comodidad de la tecnología digital, a través de pantallas táctiles.
Después de siete meses de trabajo, este jueves se inaugura en Matucana 501, frente a la Quinta Normal, el nuevo Centro de Documentación Audiovisual (Cedav), que estará en el tercer piso del museo y que dispondrá de 12 pantallas táctiles, de 24 pulgadas cada una.
Cada una de ellas cuenta con 207 archivos audiovisuales, entre ellos, documentales, entrevistas, noticiarios y películas tanto nacionales como extranjeras, las que aparecen en pantalla con sólo tocarla y activar un catálogo.
Al lugar podrán acceder gratis todos quienes lo necesiten y en horarios en que funciona el museo (martes a domingo, de 10 a 18 horas).
María Luisa Ortiz, jefa de colecciones del museo, explica que “la apertura de esta sala responde a que el Centro de Documentación, donde además de guardar archivos impresos teníamos material audiovisual, nos estaba quedando chico. Teníamos más de 80 visitas al mes, en 153 m2”, asegura.Para la primera etapa de funcionamiento (desde el jueves hasta fin de año), Ortiz cuenta que ya hay digitalizados 207 archivos, y que esperan llegar a los 2.000 durante el próximo año. Entre ellos, capítulos del noticiero Teleanálisis entre 1984 y 1989, y obras de ficción como Imagen latente, de Pablo Perelman.
Pantallas táctiles
Si bien esta sala estará abierta a todo público, el museo apuesta por facilitar el trabajo de quienes van a hacer investigaciones al lugar. Es por eso que seis pantallas están ubicadas en cubículos con escritorios, mientras que las restantes tienen unos pequeños sillones, donde pueden estar dos personas de forma simultánea (ver imagen).
El jefe de informática del recinto, Carlos Alvarez, explica que en cada uno de los aparatos habrá una aplicación con ocho categorías: documentales, ficción, registro audiovisual, entrevistas, testimonios, televisión, arte/cultura y música, además de un buscador y asesoría de personal del museo. “Se pensó en algo amigable y por eso es táctil. Además, tiene una red especial que no colapse con búsquedas simultáneas”, afirma.
La implementación costó $60 millones, de los cuales el 90% fue un aporte de la Fundación Ford.