“Edificio de la gárgola” se volverá un hotel boutique con terraza en altura

Por Loreto Gatica, La Tercera. (16/11/13)

En enero parten las obras para convertir el edificio de Merced diseñado por L. Kulczewski.

Sergio Hernández Villanueva (77 años) no recuerda con exactitud cuántos años lleva abriendo la pesada puerta de bronce del edificio de estilo art decó y proyectado en 1928 por el arquitecto Luciano Kulczewski. Junto al Edificio Ariztía, ubicado en la calle Nueva York, es uno de los primeros que incluyeron ascensor y calefacción central. Así lo corrobora Cristián Matzner, arquitecto del Consejo de Monumentos, quien menciona, además, el detalle que lo hace famoso: un grifo esculpido en cemento que sobresale en la azotea y que le da el nombre popular del “edificio de la gárgola”.

Hernández es el habitante más antiguo del inmueble ubicado en Merced 84. Ahí lleva 30 años, desde que el empresario Patricio Chadwick era su dueño. Ahora que fue adquirido por la Sociedad Hotelera La Gárgola Spa, le ofrecieron quedarse, pero aún no lo tiene decidido.

Fue a fines de septiembre que esta sociedad, compuesta por los ingenieros Benjamín Naylor, Charles Naylor y Rodrigo Giadalah -los actuales propietarios de Lastarria Boutique Hotel, ubicado en Santiago Bueras-, firmó los papeles de compra. Pero hacía al menos un año que venían mirándolo. Como no alcanzaban los US$ 3 millones (cerca de $ 1.500 millones) que demandaba la compra, sumaron al negocio a la familia Hiller, dueña del Movistar Arena.

Ya en diciembre, los habitantes de este inmueble, que cuenta con 16 departamentos, deberán desocuparlo, para que en enero los encargados de las obras empiecen a sacar los elementos decorativos, que serán restaurados cuidadosamente. Ya en abril de 2014 comenzarán los trabajos para perfilarlo como hotel boutique, uno que tendrá 38 habitaciones, una terraza de 300 m2 en el séptimo piso y dos restaurantes.

Características

El de Merced 84 será el hotel número ocho del barrio Lastarria y Bellas Artes.

Maximiliano Noguera, arquitecto de la oficina Max-a y a cargo de la obra, asegura que restaurarán todo el interior, conservarán la caja de escalera (en la foto) y la fachada. “Al ser un inmueble de conservación histórica, ubicado en una Zona Típica, hubo que tener varias reuniones con el Consejo de Monumentos y pasar varias etapas”, cuenta el arquitecto.

Hay varios elementos que se pueden reutilizar, como la típica firma en hierro forjado del arquitecto Kulczewski, el mármol ubicado a los costados de la escalera, las manillas de bronce, las puertas de madera nativa y el parqué.

Durante la segunda etapa, la de abril, empezarán a rearmar el sistema eléctrico y los sanitarios, para dar paso a la tercera, la de restaurar la fachada con el color rosado original y, finalmente, instalar los elementos recuperados en la fase inicial, como el piso de madera, las tinas de mármol y las baldosas de colores del primer hall de entrada. “También cambiaremos la maquinaria del ascensor, pero conservaremos la estructura de fierro que lo caracteriza”, señala Benjamín Naylor.

Destinado a extranjeros que visitan la capital y quieren estar cerca del casco histórico, pero con ciertos niveles de confort, este hotel tendrá dos restaurantes: uno de mantel largo, con vista hacia Merced, y una fuente de soda, que se ubicará donde hoy está el restaurante Blasco. Ambos podrán ser usados por público externo también. En el último piso, en tanto, se construirá una terraza con jardín y una piscina de 14 metros de largo por 2 m de ancho. Esto, para aprovechar la vista de 360° hacia el Parque Forestal y Plaza Italia.

“Será un rooftop con un bar restaurante. La gárgola se conserva, al igual que los dos torreones que se encuentran en la azotea. Uno da hacia la Alameda y será un mirador; el otro, que da hacia Merced, será una spa”, explica Noguera.

La inauguración será el primer trimestre de 2015, fecha que le dará tiempo a Sergio Hernández para decidir si se suma o no al nuevo giro.