Nuevo Contexto Urbano, Espacios Públicos Flexibles: 10 principios básicos
“En el urbanismo las buenas intenciones se enfrentan con la problemática de las ciudades. Uno de sus mayores desafíos es la búsqueda de estrategias que posibiliten la regeneración integral de los tejidos urbanos.”
Desde el 2008, el Fondo de Población de las Naciones Unidas calculó que más del 50% de la población mundial había pasado a vivir en las ciudades, es decir, estamos hablado de alrededor de 3.500 millones de personas. Esta cifra va en aumento, mientras que el espacio habitable se mantiene. Es lógico pensar entonces en cómo afrontaremos esta condición de espacio limitado en el futuro. Los arquitectos Enrique Mínguez Martínez, María Vera Moure y el Ingeniero de Edificación Diego Meseguerhan creado esta guía llamada “Nuevo Contexto Urbano, Espacios Públicos Flexibles:10 principios básicos”, la cual queremos compartir con ustedes como una herramienta complementaria a su artículo anterior “Claves para proyectar espacios públicos confortables. Indicador del confort en el espacio público”, de esta manera esperamos contribuir para que estudiantes y profesionales afronten y proyecten la ciudad de una manera consciente y de calidad.
Averigua cuáles son estos 10 principios básicos a continuación.
En proyectos como Madrid Innova (Ezquiaga, 2011), Plan Estratégico de Intervención en la Travesía Urbana de Pliego. Murcia (Mínguez, 2011), se incorporan estrategias para la puesta en valor del espacio público.Una de las herramientas más importantes para conseguir un espacio público de calidad es la diversidad urbana, entendida como la variedad de actividades económicas y sociales que se pueden generar en el entorno urbano, por su capacidad para aumentar la complejidad y con ello la calidad de la ciudad.
Mediante el Indicador “Índice de diversidad urbana” formulado por la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona podemos precisar el grado de actividad de un determinado entorno, tanto el deseable como el existente realmente. Para ello utilizaremos la fórmula de Shannon aplicada al entorno urbano:
H (bits de información por individuo) = [- ]
H = Complejidad Urbana: Diversidad (Unidad: bit de información por individuo de la especie).
Pi = La proporción de individuos de la especie “i” respecto al total de individuos.
Mediante esta fórmula determinamos la cantidad de especies presentes en el área de estudio (riqueza) y la cantidad relativa de individuos de cada una de estas especies (abundancia). Los individuos en la ciudad se traducen en personas jurídicas: actividades económicas, asociaciones, equipamientos.
El Índice de diversidad urbana será mayor cuantas más actividades, asociaciones, equipamientos, dotaciones… estén presentes en el ámbito estudiado.
En la Guía metodológica para los sistemas de auditoría, certificación o acreditación de la calidad y sostenibilidad en el medio urbano del Ministerio de Fomento de España, la Diversidad Urbana se evalúa tanto para actuaciones de planeamiento de desarrollo (Indicadores de Diversidad Urbana y Complejidad Urbana) como en tejidos urbanos consolidados (Indicador Diversidad Urbana), siendo los valores mínimos de 4 bits y los valores deseables a partir de 5 bits de información.
Para conseguir la diversidad necesaria en un determinado entorno, una herramienta muy valiosa es contar con espacios públicos cambiantes, con la suficiente capacidad de adaptación para responder a las diversas actividades que puedan surgir a lo largo del tiempo.
2. La flexibilidad como herramienta para la diversidad
Según cita Manuel Delgado (2007) “lo que en realidad era solo un espacio teórico se ha convertido por arte de magia en espacio sensible. Lo que antes era una calle es ahora escenario potencialmente inagotable para la comunicación y el intercambio, ámbito accesible a todos en que se producen constantes negociaciones entre copresentes que juegan con los diferentes grados de la aproximación y el distanciamiento, pero siempre sobre la base de la libertad formal y la igualdad de derechos, todo ello en una esfera de la que todos pueden apropiarse, pero que no pueden reclamar como propiedad”.
Posibilitar que se activen diferentes mecanismos de intercambio de información en un espacio público, combinando distintas actividades dentro de un mismo lugar, ya sea simultáneamente (mixticidad de usos), o de manera diferida en el tiempo (diversidad de usos) son los que consideramos espacios flexibles. Para planificarlos se deben dar ciertas características que permitan que exista el escenario físico para las actividades proyectadas y las que con el transcurso del tiempo vayan surgiendo. “Para entender una ciudad hemos de ocuparnos abiertamente como su manifestación esencial, de las combinaciones o mezclas de usos, no de estos por separado” (Jacobs, 2011).
El diseño y utilización de espacios flexibles resulta una herramienta poderosa en la regeneración y dinamización del entorno urbano. Para la regeneración de zonas urbanas, los ayuntamientos aplican diferentes estrategias innovadores de comercialización, como es el caso del proyecto Bilbao Art District (BAD), iniciativa movilizadora que genera actividad utilizando las calles como plataforma para dar a conocer a artistas locales, realizar al aire libre conciertos de música en vivo, potenciar galerías, academias de danza y de artes escénicas. Bilbao se suma así a iniciativas realizadas en ciudades como Berlín, Milán, Londres, Miami, Helsinki y Oslo o la iniciativa desarrollada por el Ayuntamiento de Cartagena (Murcia) suprimiendo el cobro del IBI a las plantas bajas de las edificaciones situadas en determinadas calles del centro histórico, al objeto de recuperar los locales vacíos y evitar el deterioro de la vida social. Incentivar la diversidad propiciando actividades en el espacio público incrementaría la eficacia de estas propuestas, incluso podría ser el primer paso antes de buscar medidas más complejas.
3. Espacios flexibles. Características físicas.
Las actividades que suceden en un determinado lugar lo modifican de una manera temporal o permanente, mientras que las características del lugar condicionan las actividades que se pueden desarrollar en él. Esta relación reciproca debe ser flexible para garantizar la complejidad del espacio público.
“En esta mezcla de actividades realizadas en el exterior influyen una serie de condiciones. El entorno físico es una de ellas: un factor que influye en las actividades en diversas medidas y de diferentes maneras” (Gehl, 2006).
El conseguir espacios flexibles en la escena urbana está condicionado a cumplir determinados parámetros físicos, algunos de los cuales resultan básicos y otros solo lo enriquecen.
Escala del espacio público:
Para realizar una actividad el primer requisito es contar con espacios del tamaño adecuado. Sin confundir calidad con cantidad, el espacio debe proporcionarse según la afluencia vecinal prevista a corto y largo plazo. Es importante no proyectar espacios desproporcionados que resulten inhóspitos y en consecuencia desaprovechados “Nada menos favorable al renacimiento de la vida de la calle que tamaños desproporcionados que acaben diluyendo la limitada actividad pública de las nuevas periferias (…)” López de Lucio (Di Siena, 2009). Para enfrentarnos a la regeneración de espacios con este tipo de problema estableceremos estrategias de fragmentación por medio de elementos temporales o permanentes (vegetación, constructivos…)
En un barrio deberían de existir varios espacios flexibles de distintos tamaños, para que las actividades previstas se realicen en el que más se ajuste a sus necesidades.
Independientemente del tipo de actividad propuesto, para poder devolver al espacio urbano su carácter de lugar público es imprescindible reflexionar sobre las características físicas de la propia calle y para ello será necesario una dimensión generosa de la acera como primera recomendación de diseño. Es conveniente considerar bandas funcionales (Manchón, 2003. Pozueta, 2000) en la sección de la acera: banda al servicio de la fachada, banda de circulación, banda de equipamientos (área estancial) y banda de servidumbre de calzada, que según señala la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona en el indicador de Accesibilidad debe ser como mínimo de 3,70 m.Para que se produzcan relaciones sociales es recomendable secciones de acera mayores de 5,00 m.
Lynch (1962) afirma que unas dimensiones espaciales de alrededor de 25 metros resultan perfectamente cómodas y bien proporcionadas en un contexto social; también señala que en los buenos espacios urbanos rara vez se encuentran dimensiones espaciales mayores de 110 metros ya que “Si las calles son demasiado anchas y los espacios demasiado grandes, se pierde más o menos la oportunidad de poder ver, desde un sitio, el espacio y lo que está pasando”. (Gehl, 2006)
Elementos Arquitectónicos Urbanos
A la hora de diseñar y planificar el espacio urbano es importante prever elementos arquitectónicos que permitan que el usuario pueda tener distintas percepciones dentro del mismo espacio, lo que enriquecerá considerablemente los diferentes usos que se realicen en él.
“Paisajes para sentarse: elementos multifuncionales en los espacios urbanos tales como una gran escalinata que sirva a la vez como punto de observación, un monumento, una fuente conuna base amplia y escalonada, o cualquier otro gran elemento espacial diseñado para cumplir más de una función al mismo tiempo” (Gehl, 2006).
Estos elementos (un monumento, una fuente, una escalinata, …) pueden ser también un foco de atracción, por lo que además de favorecer diversas actividades, dinamizan el paisaje y mejoran la conectividad entre espacios.
Pavimentos flexibles
Se debe proyectar un tapiz neutro que posibilite la materialización de diferentes actividades y la ejecución de distintos diseños temporales gracias a técnicas como pintura para pavimentos, combinación de distintos materiales, uso de leds,…
Sobre el mismo soporte, actividad y espacio se modifican mutuamente, dando lugar a nuevos diseños urbanos, a nuevas actividades, como es el caso de la Plaza de MACBA o Plaza dels Angels en Barcelona, con la presencia del colectivo de los Skaters que allí se encuentran día a día.
Los pavimentos más indicados para potenciar esta flexibilidad son los pavimentos continuos que facilitan el tránsito y el asentamiento de determinadas actividades no permanentes como exposiciones, ferias, mercadillos, kioscos.
Mobiliario Urbano flexible:
El mobiliario urbano debe poseer la capacidad de poderse reubicar o desplazar según las necesidades del usuario, bien por prever mecanismos de desplazamiento en el espacio físico (tipo guías, carriles, cables de acero, perforaciones en el propio pavimento,…) o porque el tamaño y peso de las piezas posibilitan su desplazamiento por personal municipal en el caso de actividades temporales, consiguiendo distintos espacios en uno según la ubicación de los mismos, como sucede con la distribución de los asientos-cubo de Escofet en espacios públicos, con el amueblamiento con sillas metálicas en lugar de los tradicionales bancos de los jardines de Luxemburgo (París) donde la gente coge las sillas y las sitúa a la sombra, al sol o simplemente las agrupa para charlar un rato como si fuesen los muebles de su propia casa o la ocupación que se produjo durante unos meses en Times Square (Nueva York) 2009 con mesas, sillas y tumbonas como acto de fuerza para eliminar el tráfico de Broadway a su paso por la plaza.
Otra posibilidad que nos ofrece el mobiliario son los elementos urbanos multiuso. El mobiliario multiuso, gracias a la riqueza de su diseño, permite adaptarse fácilmente a distintas actividades. Así nos encontramos con elementos que cumplen diferentes requisitos de una forma creativa e innovadora, como bancos que disponen de varias funciones (cambiar de posición para elegir vistas, ensanchar los asientos si se necesitan, cubierta para proteger a las personas de la lluvia o el sol,…), asientos luminosos, elementos urbanos esculturales-luminosos, asientos-farola que miden la presencia de las personas en un tiempo determinado y mediante un software crean un “patrón de interacción social”, un banco-tumbona colectivo,… o las topografías vegetales que funcionan como áreas de juego para niños, elementos para salvar desniveles, zonas para sentarse, tumbarse, ver, o como barreras de protección frente al tráfico rodado o elementos que proporcionan relieve al espacio urbano dando pie a que sean usados de múltiples maneras (por ejemplo: un basamento utilizado como asiento).
Lo importante es contar con diseños que el usuario pueda apropiarse, dándoles en cada momento el uso más adecuado.
“El diseño de un mobiliario urbano multifuncional (…) es un principio que se puede recomendar con carácter general, porque da como resultado elementos urbanos más interesantes y permite una mayor variedad en el uso del espacio de la ciudad.” (Gehl, 2006)
Diseño de elementos vegetales:
Los elementos vegetales (salvo elementos de porte pequeño) son elementos fijos, por lo que se debe estudiar cuidadosamente su ubicación y características en previsión de los distintos usos que puedan desarrollarse, para evitar su transformación en obstáculos.
Los elementos vegetales, como elementos de protección colaboran en el confort térmico de los espacios. Esto resulta un factor fundamental a la hora de diseñar las distintas actividades que se prevean en los espacios flexibles, al igual que su uso como elementos de construcción de los espacios efímeros. En el caso de áreas estanciales y zonas peatonales para garantizar su uso siempre es necesario que cumplan unas mínimas condiciones de confort térmico. “Para los proyectistas es importante situar los recorridos peatonales y las zonas de descanso exteriores de forma óptima con respecto a cada lugar concreto. Más aun, habría que centrar los esfuerzos en la pequeña escala para mejorar la situación incorporando cortavientos, arboles y setos (…) donde más se necesitan” (Gehl, 2006).
Integración y Conectividad.
Para dinamizar espacios y facilitar su integración en la ciudad, es importante prever focos de atracción que actúen de “pegamento” entre la ciudad y este tipo de espacios flexibles.
En un principio los espacios flexibles, pueden apoyarse en dotaciones y equipamientos ya consolidados, para fomentar su vinculación con los vecinos, mediante actividades que complementen a las existentes. “Si las actividades y las personas se agrupan, es posible que los acontecimientos individuales se estimulen mutuamente”. (Gehl, 2006)
Una vez que estos espacios flexibles son adoptados por la ciudadanía, se transforman en elementos de unión entre distintas zonas de la ciudad.
Actualmente los municipios cuentan con múltiples actuaciones en el espacio público ya consolidadas de las que pueden beneficiarse los espacios flexibles más periféricos, como son mercados semanales, ferias… Estas actividades, se podrán ampliar o trasladar a los espacios propuestos, para facilitar que la población se identifique más rápidamente con ellos.
Estas actuaciones podrían enriquecer espacios como los aparcamientos en superficie frente a grandes superficies transformadas en áreas para actividades temporales como exposiciones, verbenas, ferias, mercadillos,… o solares desocupados para que no se conviertan en residuales dotándolos con juegos infantiles como planteó el arquitecto Van Eyck (Grupo de Investigación Habitar, 2010) para solares desocupados de Amsterdam. Estas actividades secundarias creadas transforman la percepción del lugar por parte de los usuarios.
Infraestructuras.
La flexibilidad en el espacio público no solo debería de remitirse a la superficie, sino también al llamado urbanismo del subsuelo o urbanismo subterráneo, proyectando infraestructuras que permitan y faciliten la ejecución de las modificaciones que surgirán a lo largo del tiempo, debido a la misma evolución de la ciudad. De este modo, lo cambios no supondrán la demolición y posterior reconstrucción del espacio público.
En las ciudades cada vez es más común adoptar soluciones que liberalizan el Espacio Público en superficie trasladando los vehículos al subsuelo. Para ello se deberían combinar aparcamientos subterráneos bajo los viales con galerías de servicios al objeto de ampliar la superficie urbana peatonalizable y lograr flexibilizar las infraestructuras. Con esta racionalización del uso del subsuelo se evitaría interferencias entre las distintas compañías suministradoras.
La Agencia de Ecología Urbana de Barcelona propone el Indicador “Infraestructuras de servicios” donde ordena el subsuelo urbano mediante galerías, canalizaciones y cámaras de registro.
Otra herramienta que ayuda a la mejora en la flexibilidad de los espacios públicos es la Urbiotica. Esta tecnología, a través de sensores inalámbricos, recoge, clasifica y emite diferentes datos urbanos tales como la distribución del tráfico en el centro de la ciudad, lo que permite crear planes de mejora de movilidad y reducir el tiempo de búsqueda de parking, proporcionando al usuario información que facilita sus actividades (experiencias llevadas a cabo en ciudades como Niza, Viena, Barcelona). El U-Sensor Platform es uno de los ejemplos que se puede aplicar a la flexibilidad en el espacio público “diseñada para gestionar los datos generados por sensores/actuadores, entendidos en su sentido más amplio, transportándolos desde la red de comunicaciones pública hasta los sistemas de información, procesándolos cuando es necesario, y poniéndolos a disposición de aplicaciones, sistemas de información u otras plataformas existentes en la ciudad” Estos datos se pueden emitir a través de apps de modo que los ciudadanos mediante el uso de smartphones reciben y emiten información.
Peatonalización.
El derecho a la ciudad no es tan solo el derecho a usarla sino también el derecho a identificarnos con ella, a apropiarnos aunque sea simbólicamente de sus espacios, de manera fluida, espontánea y creativa.
Fomentar recorridos peatonales amplios y al mismo tiempo favorecer un espacio público de calidad donde se pueda dar la convivencia y la interacción entre personas es el objetivo de la peatonalización. Esta estrategia es una de las más valoradas por los diferentes Sistemas de Certificación Internacional como (Breeam, Casbee y Leed) y es un principio básico para la consecución de la flexibilidad en el espacio público.
Una estrategia para fomentar la peatonalización es dotar a los viales con diferentes usos aunque sea de manera esporádica, recuperando el carácter lúdico de la calle como manifestaba Lefebvre “multiplicidad de usos, multiplicidad de grupos, multiplicidad de significados”.
Así podemos imaginar una calle que se cierra al tráfico a partir de una cierta hora y se convierte en pista de atletismo, o el caso de una autovía elevada que atraviesa la ciudad de Sao Paulo y los domingos permanece cerrada al tráfico , convirtiéndose en un espacio con posibilidad de ocupación por parte del ciudadano o como ha ocurrido en la calle Fuencarral de Madrid, donde durante años se estuvo cerrando al tráfico un tramo de la calle para crear un espacio donde los niños montaran en bicicleta y pudieran jugar hasta que se produjo la peatonalización definitiva mediante la remodelación global de la calle.
En la Fig. 28, se muestra como:
– Proyectando un vial de coexistencia.
– Introduciendo vegetación (arbolado de porte y pantallas vegetales) y
– Modificando el pavimento
podemos reorganizar un vial y crear un espacio flexible, donde se mantiene la circulación rodada y esporádicamente se pueden realizar diferentes actividades.
Accesibilidad en los espacios flexibles.
Según la Guía Metodológica para los sistemas de auditoría, certificación o acreditación de la calidad y sostenibilidad en el medio urbano, del Ministerio de Fomento (Rueda, 2012), en el indicador EPH02.08 – Accesibilidad del viario. “Cuanto mayor es el grado de accesibilidad, más seguro, atractivo, dinámico y multifuncional puede llegar a ser el espacio público”
El objetivo de este Indicador es reducir el número de barreras físicas en el espacio público para garantizar la libre circulación de los ciudadanos. Conseguir un espacio público libre de obstáculos es imprescindible para lograr espacios flexibles.
Tomando como referencia los requisitos del indicador y los requerimientos de la Orden VIV/561/2010, para garantizar una buena accesibilidad es imprescindible contar con un ancho mínimo y unas pendientes máximas. Los valores recomendables son:
– Ancho mínimo de acera: 3.7 m. (Anchura libre de paso 2,50 m.)
– Pendiente longitudinal máxima: 6%
– Pendiente transversal máxima: 2%
Actividades virtuales.
Un espacio flexible debe posibilitar el desarrollo de múltiples actividades, presentes y futuras. Siendo estas actuaciones las que dotan de carácter al espacio flexible, ya sea de un modo temporal o definitivo.
La sociedad evoluciona constantemente y con ella sus necesidades e incluso los modelos de relación, que actualmente no solo tienen lugar en el espacio físico, muchas veces se producen en el espacio virtual gracias al desarrollo de nuevas tecnologías. Para lograr el máximo aprovechamiento de los espacios flexibles de un municipio es importante la selección de actividades más adecuadas a las necesidades y características de su ciudadanía.
Aprovechar las nuevas tecnologías para conocer los intereses de los ciudadanos (ya sea con el uso de TICS, de apps…) es responsabilidad de los distintos ayuntamientos o juntas municipales. Este es un camino de doble dirección, por un lado se pueden recoger las demandas de los distintos colectivos y por otro publicitar las diversas actividades propuestas.
4. Conclusiones.
El grado de influencia de los distintos principios básicos en el diseño de espacios flexibles es variable.
Actualmente buscamos la reutilización y el reciclaje en todos los ámbitos de la sociedad como herramienta para lograr entornos más sostenibles. Se aplican en la edificación, en los materiales, en la gestión de residuos…
· Emplear los conceptos de reutilización y reciclaje en el espacio público dada la necesidad de aprovechar los recursos existentes sería una medida muy eficaz para conseguir su revitalización y su máximo aprovechamiento.
· Redactar los “Mapas de flexibilidad” de los espacios públicos en los distintos barrios y municipios, documentando gráficamente aquellos lugares que cumplen los requisitos físicos para la realización de actividades distintas de las inicialmente proyectadas.
· Mediante la redacción del Indicador “Espacios Flexibles” se establecerán los porcentajes necesarios de espacios flexibles, dependiendo del número de habitantes y de las características del entorno (tamaño, distancia, dotaciones…).
Siguiendo todas estas directrices podremos mejorar considerablemente la complejidad del espacio público, sin necesidad de urbanizar nuevos espacios públicos y aprovechando los recursos existentes de una manera eficiente.
Referencias:
– DELGADO, M., 2007. Lo común y lo colectivo. Barcelona: Universidad de Barcelona.
-DI SIENA, D. 2009. Espacios Sensibles. Hibridación físico-digital para la revitalización de los espacios públicos. Disponible en: http://www.academia.edu/431839/ESPACIOS_SENSIBLES_-_Hibridacion_fisico-digital_para_la_revitalizacion_de_los_espacios_publicos. Obtenido en 7 de Junio de 2013.
– EZQUIAGA, J. M., 2011. Proyecto estratégico Madrid centro. Madrid: Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda Oficina del Centro.
– HABITAR, Grupo de Investigación., 2010. Domesticar la calle (Proyecto Rehabitar). a+t Strategy Public, no. 35-36, pp. 304-15.
– GEHL, J., 2006. La humanización del Espacio Urbano. La vida social entre los edificios. Barcelona: Reverté, S.A.
– JACOBS, J., 2011. Muerte y vida de las grandes ciudades. Madrid: Capitán Swing Libros, S.L.
– LÓPEZ DE LUCIO, R., 2007. Construir Ciudad en la Periferia. Criterios de Diseño para Áreas Residenciales Sostenibles. Madrid: Mairea Libros y Escuela Técnica Superior de Arquitectura.
– LYNCH, K., 1962. Site Planning. Massachusetts: The Mit Press.
– MANCHÓN, L. F., SANTAMERA, J. A., 2003. Recomendaciones para el proyecto y diseño del viario urbano. Madrid: Ministerio de Fomento. Centro de Publicaciones.
– MINGUEZ, E., 2011. Plan Estratégico de Intervención en la Travesía Urbana de Pliego (Murcia). Murcia: Ayuntamiento de Pliego. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
– POZUETA, J., 2000. Instrucción de vía pública. Madrid: Gerencia Municipal de Urbanismo. Ayuntamiento de Madrid.
– RUEDA, S. (dir), 2012. Guía metodológica para los sistemas de auditoría, certificación o acreditación de la calidad y sostenibilidad en el medio urbano. Madrid: Centro de Publicaciones Secretaría General Técnica Ministerio de Fomento.
– RUEDA, S. (dir), 2006. Plan Especial de Indicadores de Sostenibilidad Ambiental de la Actividad Urbanística de Sevilla. Sevilla: Agencia de Ecología Urbana de Barcelona.-
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