Proponen que buses circulen por el centro de la calzada en Alameda
Estudio de la U. de Chile plantea revitalizar el eje y restarle protagonismo al transporte.
Por Evelyn Briceño, La Tercera
En 2011, los alumnos del Taller de Investigación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile fueron parte del movimiento estudiantil que se volcó a las calles capitalinas. Miles de jóvenes que no querían marchar por cualquier calle, sino por la Alameda.
¿Por qué la necesidad de pasar por esta arteria ? Esa es la pregunta que el año pasado se hicieron en el taller, que dirige el profesor Andrés Weil, y la respuesta fue simple: “La Alameda es el eje más importante no sólo de Santiago, sino de Chile, y lo que ahí pasa es el reflejo de lo que somos”, dice el académico.
A partir de esa respuesta surgió una investigación sobre el origen, desarrollo y estado actual de esta vía de ocho kilómetros de extensión, creada en 1820 por Bernardo O’Higgins a partir de la colonial vía La Cañada. El estudio concluyó que hoy la Alameda no es más que un corredor del Transantiago, con una visión utilitaria en que ha perdido el brillo como paseo y lugar de encuentro.
“Para revertir esa situación, debemos dejar una sola pista para el tránsito de buses, al centro, pegada al bandejón central. Que la locomoción circule por ahí de manera ordenada, en fila, con tiempos de espera para los pasajeros predeterminados (ver imagen virtual). La calidad de servicio del transporte público no tiene que ver con rapidez, sino con regularidad”, explica Weil.
El diputado y arquitecto Patricio Hales, conoció esta iniciativa como corrector visitante. Coincide en que la avenida se ha convertido en una vía de circulación vehicular que está en manos del Ministerio de Transportes para efectos del Transantiago y “olvidó la contribución de la Alameda como punto de encuentro. Por eso la importancia de éste y otros proyectos, como la construcción de la plaza de la Ciudadanía (década pasada) y la Gran Explanada”, señala Hales.
Andenes metropolitanos
El proyecto de los alumnos de la U. de Chile plantea que los paraderos se extiendan a orillas del bandejón central sin restarle espacio a éste, sino a la calzada. Para eso hay que eliminar una pista si es necesario.
Las paradas serían similares a los andenes de ferrocarriles, con zonas pagas, quioscos de información turística y servicios higiénicos. “Complementarían las áreas verdes del bandejón con más verde y mobiliario urbano”, dice Weil.
Según los autores del estudio, al circular pegados a la vereda, los automóviles fomentarían el comercio, pudiendo estacionar y detenerse a lo largo de la arteria. “Además, las aceras ya no tendrán paraderos, lo que permitiría mejorarlas y convertirlas en bulevares”, asegura el académico.
Para el director ejecutivo de la Corporación de Desarrollo de Santiago (Cordesan), Claudio Maggi, se trata de un proyecto relevante, necesario y ambicioso que, de concretarse, deberá hacerlo por etapas. “Nos interesa ser nexo entre entidades públicas y privadas para que esta idea prospere. En los próximos meses queremos conversar con la U.C. (tiene un proyecto parecido), con Transportes, el Gobierno Regional, la Municipalidad de Santiago y con empresas”, asegura Maggi.
Tomando en cuenta que la Cordesan tiene en carpeta restaurar varios edificios patrimoniales de esta avenida, al poniente del eje Norte-Sur, “éste sería un buen complemento”, explica Maggi.
Weil asegura que la iniciativa no demandaría gran inversión. “No tenemos cálculos, pero estamos seguros de que la construcción de andenes y el rediseño de los buses -con puertas al lado izquierdo- se financiaría al eliminar la evasión del Transantiago, porque estos andenes que planteamos tendrían zonas pagas”, afirma.
El doctor en transportes, Louis de Grange, dice que le parece positivo cualquier proyecto que integre transporte, diseño y experiencia urbana. “El que se aproveche una calzada de la Alameda y se reste a los buses no tiene ningún problema, porque los buses no pasan repletos por esta vía. Por eso no habría problemas de capacidad y podría aprovecharse el espacio”.