Carta de la semana: “Venta de terrenos fiscales”

Me parece muy acertada la percepción de Luis.

En estas mismas columnas hemos visto cómo el Estado (o la Municipalidad) a cada rato tiene que COMPRAR TERRENOS para poder instalar parques o espacios de convivencia para los ciudadanos en cada entorno vecinal, y ahora aparece VENDIÉNDOLOS.

Coincidencialmente, no hace mucho que nos enteramos, por estas mismísimas columnas, de que las inmobiliarias estaban preocupadas por su baja disponibilidad de STOCK. Los funcionarios del Gobierno, ni cortos ni perezosos, respondieron al “llamado” y ¡Ala kazám! se rifa el patrimonio de suelo estatal. Los lectores pueden reemplazar la palabra “llamado” por otra que consideren más apropiada a nuestra triste realidad, en donde la norma es privatizar todo lo que se mueva.

Con razón los intereses inmobliarios en Puerto Barón pesan más que el desarrollo portuario, las declaraciones de la Armada, de la Contraloría, del Colegio de Arquitectos, de la Cámara de Comercio, de las Universidades, de las Organizaciones Ciudadanas, etc.

Tres entidades: EPV, la Muni y el Mamut Plaza (los “tripartitos”), proceden tranquilamente a rifar el patrimonio estatal en borde costero, en contra de TODAS LAS DEMÁS ENTIDADES HABIDAS Y POR HABER (ya ni a Unesco vale).

Pronóstico: en breve – cuestión de meses – se sabrá de alguna necesidad de terrenos para mejorar la habitabilidad y/o la convivencia ciudadana sostenible, y el Estado tendrá que VOLVER A COMPRAR terrenos que hoy rifa.
Adivinen quién gana en el proceso: los tigres inmobiliarios y algunos funcionarios “amables y colaboradores”.

¿Está muy lejos de la realidad esta percepción?

Saludos muchos.

Lamentablemente no se piensa mucho en las familias de escasos recursos. Este asunto hará crecer aún más el problema de la burbuja inmobiliaria, donde se construye por 2 razones: sencillamente por construir y porque en vez de pensar en la gente de escasos recursos se piensa más en aquellos adultos jóvenes que aún viven con sus papás, se tiene esa mentalidad tan gringa pensando en que se debe construir para que los adultos jóvenes abandonen la casa de sus padres lo antes posible, por eso es que esos terrenos fiscales se les vende a las inmobiliarias, es una venta, no un regalo ni mucho menos una rifa. A eso sumar que en Chile hay una visión muy superficial del desarrollo, se piensa que un país o una ciudad es desarrollada cuando se tiene un gran parque automotriz y una gran cantidad de torres y rascacielos.