La mitad de las comunas del Gran Santiago buscará cambiar su plan regulador este año
Por Nadia Cabello, El Mercurio.
Algunas ya están tramitando la modificación y otras están, completando los estudios técnicos:
La tendencia es a bajar las alturas y, en los casos en que se desarrollan proyectos como hospitales o metro, a densificar.
Un plan regulador es la herramienta que tienen los municipios para ordenar la construcción de viviendas, establecer en qué lugares se puede instalar comercio y las densidades que articularán ese tejido urbano. Pero el desarrollo de las comunas y las consiguientes necesidades de la población muchas veces avanzan más rápido de lo que lo hacen esas reglas y, por lo mismo, estas van quedando o se acercan velozmente a quedar obsoletas.
Esa es la situación que está viviendo al menos la mitad de las municipalidades del Gran Santiago. Por eso, este año se embarcarán en el diseño de nuevos planes reguladores o en modificaciones en varios de los aspectos que establecen los vigentes para algunos de sus barrios.
Los niveles de avance también son distintos. Durante este año estarán los estudios técnicos de 11 municipios, entre ellos Estación Central, La Reina, Lo Barnechea y Santiago. Ya están en tramitación las normas de otras seis comunas como Providencia, Independencia y Cerrillos. Todas aspiran a concretar esos cambios durante 2014.
Algunas modificaciones serán más profundas. Independencia, por ejemplo, hará un nuevo plan regulador completo que ya está en su última etapa, en fase de aprobación. El actual es la suma de las normas de Conchalí, Renca y Santiago, comunas que cedieron terrenos para formar ese municipio. Ahora, se requiere de un plan unitario que compatibilice usos de suelo y estilo arquitectónico con el patrimonio existente. Por ello, se impedirá la construcción de más de 16 pisos en la mayor parte de la comuna, por ejemplo.
Lo mismo ocurre en El Bosque, cuyo plan regulador reúne parte de las normas de San Bernardo y La Cisterna que datan de 1976 y 1983, respectivamente. Durante este año se harán los estudios técnicos, para lo cual ya existen recursos otorgados por el gobierno regional.
Este plan regulador debiera rebajar las alturas máximas que hoy son libres y aumentar la densidad en el norte de la comuna para atraer más inversión.
Las razones de los cambios son diversas. En algunos casos, los propios vecinos los han pedido, como en La Reina, donde el edil Raúl Donckaster asegura que “el desafío es generar espacios de desarrollo urbano sustentable para que los hijos y nietos de los habitantes de la comuna opten a viviendas aquí mismo”.
En Peñalolén, la alcaldesa Carolina Leitao comentó que, después del rechazo (en un plebiscito) a la propuesta de plan, ahora se apuntará a “permitir el emplazamiento de viviendas sociales y para la clase media”.
La tendencia de las 17 comunas es a bajar las alturas y densidades máximas para proteger los barrios residenciales, pero hay excepciones.
En Cerro Navia, el director de Obras de la comuna, Felipe Rodríguez, explica que quieren “incentivar la instalación de equipamiento y comercio como farmacias al menos en la zona aledaña a donde se emplazará el nuevo hospital Félix Bulnes”.
Lo mismo planean en Maipú y La Florida, que tienen hospitales desde fines del año pasado.
Las comunas donde el Plan Regulador Metropolitano de Santiago aumentó sus límites urbanos ahora deberán hacer cambios para ajustarse a la norma. Lo harán en San Bernardo y Quilicura, para que el crecimiento no sea desordenado.
Distinta es la situación de Renca y Lo Espejo, donde quieren hacer modificaciones, pero no tienen los recursos para ello.
Santiago reglamentará el estilo de construcción y Providencia protegerá sus barrios residenciales
Ambas comunas están entre las más cotizadas no solo para la construcción de nuevas viviendas, sino también para la instalación de oficinas y comercio. Pero en Santiago y Providencia quieren velar por la vida de barrio y, por ello, el énfasis de sus modificaciones está en protegerlos.
El martes se publicó en el Diario Oficial (y con ello entró en vigencia) el cambio al sector de Matta Sur, en Santiago, que amplía la protección a inmuebles con valor patrimonial y baja las alturas máximas permitidas para la construcción.
Aunque ese había sido anunciado como el último cambio al plan regulador comunal, en el municipio contaron que desde ahora harán una revisión completa de este para evaluar cada sector y bajar las densidades cuando sea necesario.
Además, Santiago quiere innovar en 2014 con un nuevo plano seccional para el sector de la Plaza Bogotá y las calles Sierra Bella y Lira, donde se establecerá un estándar mínimo de construcción y mantención para las viviendas que no tengan protección patrimonial. Así, cuando estas se modifiquen o se construyan otras nuevas, mantengan el estilo arquitectónico del barrio considerando no solo las alturas, sino también los materiales. Será una especie de plan piloto y si funciona, se ampliará hacia otros sectores de la comuna.
En Providencia, en tanto, el secretario de Planificación, Nicolás Valenzuela, detalló que “actualmente solo el barrio Las Flores está en proceso formal de tramitación”, pero están en estudio cambios como limitar las densidades y mejorar la convivencia entre zonas residenciales y comerciales, requerimientos que han hecho los propios vecinos.
Esto último ocurre principalmente en Bellavista, pero otros sectores donde habrá modificaciones son Pedro de Valdivia Norte y el entorno del Parque Bustamante. “Este año debiesen ser al menos cinco zonas con cambio”, dijo Valenzuela.