Parque rupestre de Monte Aranda abrirá durante primer semestre
Por Ximena Bertin, La Tercera.
La recuperación arqueológica realizada en la IV Región tiene 241 petroglifos, y habitantes del lugar serán guías turísticos.
Petroglifos de seis metros de ancho y tres de alto de origen diaguita, y restos arqueológicos de hasta siete mil años de antigüedad, forman parte del material recuperado desde los terrenos donde se construyó el tranque de relaves El Mauro, en la comuna de Los Vilos, como parte de las obras de mitigación del proyecto minero Los Pelambres en la IV Región.
Parte del material, específicamente los 241 petroglifos encontrados en la zona de excavación arqueológica más extensa que se haya trabajado en Chile, serán dispuestos en el parque rupestre Monte Aranda, de 16 kilómetros de extensión y 4,2 kilómetros de sendero, proyecto finalizado en un 90% , con una inversión total a la fecha de US$ 8 millones.
Ya se han instalado 50 bloque de petroglifos a lo largo del sendero, el que se conecta con una sala de exhibición que refleja la cultura y el modo de vida del pueblo de Caimanes, la localidad más próxima. El resto de los petroglifos están embalados, a la espera del visto bueno final del Consejo de Monumentos, que supervisa directamente el proyecto. “Tenemos que colocar cada petroglifo en la misma orientación y posición original. Es bastante complicado mantener la relación, pero la idea es que se parezca lo más posible a cómo estaban en El Mauro, donde estaba dispuestos en 500 hectáreas”, señaló Pablo Geisse, gerente de Medio Ambiente de minera Los Pelambres. El parque será abierto al público, en forma gratuita, este primer semestre, período en que se inaugurará previamente una sala de exhibición que rescata el modo de vida original del pueblo de Caimanes. Para ello, los vecinos están siendo capacitados para que trabajen como guías en todo el recinto.
“Es importante para las personas de más edad como yo que se rescate cómo vivían la gente de antes, para que los jóvenes sepan de dónde vienen. Siempre estuvimos ligados a la agricultura del secano, la crianza de animalitos y la pequeña minería. Eran otros tiempos, ya no se cultiva los granos”, explica Juan Rojas, dirigente de la Junta de Vecinos N°5 de Caimanes, y que participó en el levantamiento de la historia del pueblo, reflejada en la sala de exhibición.
El demás material, como restos óseos humanos y de animales, cerámicas, puntas de flechas, semillas, materiales y diversas herramientas fueron analizados por la U. de Chile para conocer su origen, y remitidas al museo Arqueológico de La Serena.
Durante el período de excavación trabajaron 140 arqueólogos y 40 especialistas en conservación, biología e ingeniería, en la operación más grande de este tipo en el país.
“En El Mauro, se estudiaron todos los sitios de una sola vez, porque había financiamiento para ello, encontrándose restos con datas muy distintas, que nos permiten también comparar y hacer una línea de tiempo”, dice Daniel Pavlovic, arqueólogo del departamento de Antropología de la Universidad de Chile.