Buscan potenciar barrio San Diego como un nuevo polo cultural
Por V. Pozo y C. Reyes B., La Tercera.
A través de la iniciativa de una cineasta y del apoyo del dueño de los Juegos Diana, esperan recuperar el cariz bohemio del sector.
Lo que hace 20 años comenzó como la idea de recuperar un abandonado inmueble de 5.000 m2 para convertirlo en un anfiteatro, terminó siendo el inicio de un ambicioso plan que busca reactivar el barrio San Diego y hacer de él algo más que un lugar de venta de bicicletas y libros usados.
Aquel espacio para la cultura, que hasta 1980 sirvió como claustro para la iglesia de Los Sacramentinos, se ubica entre las calles San Diego y Arturo Prat y durante años funcionó como bodega de los Juegos Diana. Hasta que lo transformaron en teatro, sin embargo, el público no llegó.
Eso es lo que pretende cambiar Denise Elphick, quien hace tres años se dedica a la gestión cultural y, además, fue parte del equipo que sacó adelante Factoría Italia y del que ideó el centro cultural Mil M2, ubicado en Barrio Italia. Ahora fue contactada por el dueño de los Juegos Diana, Enrique Zúñiga, para sacar adelante la iniciativa.
“Cada proyecto tiene su momento y este es suyo. Es el minuto para potenciar el centro cultural Diana, para que sea el dinamizador de la cultura en este sector”, explica Elphick, cuya profesión es cineasta.
Si bien Zúñiga quisiera separar los juegos del centro cultural, cuenta que “la idea es ser originales y tener una propuesta llamativa que acerque e invite a los santiaguinos a reactivar este lado de la ciudad, este barrio tradicional y con historia que tiene mucho que ofrecer”.
Entre los planes de la cineasta y de Zúñiga estuvo una consultoría, hasta fines de febrero, que permitiera potenciar el lugar, “crear un modelo de negocios y hablar con artistas, músicos… para ofrecerles el proyecto”, dice Elphick.
Ella se ha reunido con vecinos, porque de su experiencia en Barrio Italia comprendió que la gentrificación debe ser de mutuo acuerdo.
En febrero, quiere juntarse con representantes del Cine Arte Normandí, de los teatros Cariola y Caupolicán, los bicicleteros y autoridades de la M. de Santiago, para mostrarles un mapa que está trabajando con arquitectos para dar a conocer este “barrio de los teatros”.
Para los locatarios del sector, la idea de potenciar el lado cultural de San Diego resulta interesante y beneficiosa.
Adolfo Lira (48), a cargo del restaurante Las Tejas, es aún más tajante: “Es indispensable. El barrio se ha ido convirtiendo en un espacio de tiendas y bodegas; ha perdido esa esencia bohemia y artística que alguna vez tuvo. Esto serviría para revitalizarlo”, dice.
Mientras Elphick termina su consultoría, agenda reuniones y organiza conciertos en Arturo Prat 435, como el de este jueves, donde el grupo estadounidense Cave tocará, a las 21.00, con un costo por persona de $ 10.000. Si bien no tiene más fechas, asegura que “San Diego tendrá un cambio y se convertirá en un polo cultural durante 2014”.
Zúñiga sentencia que “un centro cultural pegado a los Diana y en un barrio histórico con este potencial, es una buena vía para canalizar los cambios y mejoras en la calidad de vida de sus vecinos, eso, sumado al Metro que estará en la esquina, las bicicletas, la ciclovía de Santa Isabel, los libreros y el Teatro Diana, puede servir para activar este barrio”.