Comercio del barrio Suecia sufre fuerte caída en ventas por la construcción del metro
Por Florencia Polanco, El Mercurio.
El cierre de la calle dificulta el ingreso de clientes:
Los locatarios más nuevos solo registran pérdidas. Otros no saben si cerrar o aguantar hasta que concluyan las obras de la futura estación Los Leones.
Hace un mes que se cerró avenida Suecia entre General Holley y Providencia para construir la estación Los Leones de la futura Línea 6 de Metro, y los locatarios del barrio ya están afectados. Según cuentan, apenas empezó el desvío (que acaba el 28 de febrero) los transeúntes “desaparecieron”, y cayeron las ventas.
“Hemos abierto justo cuando cerró la calle y nos vemos perjudicados directamente, porque no hay paso de gente. Y por lo que sé de otros comercios, están en menos de la tercera parte de lo que hacían”, dice Javier Mosquera, dueño del restaurante español La Montañesa. Desde que se inauguró, en enero, recibe apenas cuatro comensales diarios, lo que ni siquiera alcanza para cubrir gastos.
Pese a que en el cruce peatonal que se montó al costado de la construcción se instalaron carteles que anuncian que los locales siguen abiertos, la estrategia no parece dar resultado. “Todas las personas que antes pasaban por esta calle desaparecieron”, asegura Joaquín Vargas, vendedor de la tienda Volkanica, especialista en artículos de montaña.
En las calles Bucarest y General Holley el escenario es tan desértico como en Suecia. Como los pocos locales que sobreviven en esa zona abren el fin de semana, durante el día solo transitan los autos que cruzan desde Andrés Bello a Providencia.
“Supuestamente, con la llegada del metro el barrio será otro, pero no tenemos certeza de que vaya a pasar, por eso no sabemos si seguir o irnos”, comenta Alejandra Silva, socia de la librería infantil y juvenil Tesauro, ubicada en Santa Magdalena. Ese paseo peatonal es el único sector del barrio que permanece intacto, pues en el resto de las calles muchos locales están cerrados.
Nuevo sector
El apogeo del barrio Suecia fue en la década de los 80, cuando era uno de los polos gastronómicos y nocturnos más concurridos de Santiago. Pero hace años que dejó de serlo. Ahora experimenta un cambio con la construcción de oficinas, el cierre de discotecas y la apertura de nuevos restaurantes, pero aún no resurge del todo. De hecho, según los locatarios, la delincuencia en la zona persiste, sobre todo en las noches.
Pero con la llegada del Metro y el tránsito de ejecutivos el panorama debería cambiar. Esa promesa es la que motivó a siete locatarios a impulsar el proyecto “Aunando fuerzas Parque Paseo Nueva Suecia”, que tiene por objetivo “darle un nuevo sentido al barrio”, según Carlos Correa, líder de la iniciativa.
“Nuestra idea es que la entrada sea un parque, para que atraiga a la gente y que tenga un paseo peatonal. Ahora, a las personas no les llama la atención entrar por el pasillo, porque les da miedo”, dice Correa, y añade que no ha sido fácil convocar a todos los locatarios. Recién trabajan para formar una asociación gremial y así poder postular a fondos municipales.
La alcaldesa de Providencia, Josefa Errázuriz, sostiene que el municipio está dispuesto a ayudar con recursos para impulsar nuevos proyectos, pero que antes los locatarios deben organizarse y definir qué identidad quieren darle al barrio.
“No podemos dar recursos para que sostengan sus negocios, porque no es el rol de la municipalidad, pero sí ayudarlos a que se organicen y postulen a proyectos, ya que hay que hacer una conservación del lugar”, sostiene la alcaldesa.
En noviembre el municipio organizó una Noche de Colores en el sector que, según los locatarios, atrajo mucho público. La edil añade que ese tipo de iniciativas se pueden replicar, “pero la única forma de defender la iniciativa que tienen es que se organicen”.