Parque Huanchaca de Antofagasta define su mayor plan de remodelación
Por Mario Rojas Martínez, El Mercurio.
Complejo incluye Monumento Nacional, museo y otros servicios:
En marzo parte licitación para habilitar senderos peatonales, luminarias y miradores al mar y a ruinas de la antigua fundición de plata. Ampliarán anfiteatro al aire libre.
Los antofagastinos dicen con orgullo que tienen tres íconos que definen su identidad y patrimonio. El monumento natural La Portada, arco de piedra de 40 metros de altura, ubicado 15 km al norte del centro; un ancla gigante pintada de blanco en los faldeos de la cordillera de la Costa, el límite este de su radio urbano, que en el siglo XIX guiaba a las embarcaciones que atracaban en la bahía, y las Ruinas de Huanchaca, en el extremo sur de la ciudad.
En estas últimas, que hoy tienen una forma similar a un fuerte español, operó entre 1892 y 1902 una fundición de plata. En 1974, estas ruinas -cuyo nombre en quechua significa “puente de las penas”- fueron declaradas Monumento Nacional.
“Antofagasta, antes de ser concebida como una ciudad, nació como un centro industrial, vinculado al salitre y su ferrocarril, en su extremo norte, y con Huanchaca, al sur”, cuenta el historiador Héctor Ardiles, jefe de investigación del Museo de Antofagasta.
“Tenemos registros de viajeros de fines del siglo XIX y principios del XX, que indican que cuando ingresaban en barco a la bahía la reconocían porque sus extremos estaban iluminados por chimeneas, y en el centro la ciudad estaba a oscuras”, añade Ardiles.
Sus terrenos estuvieron abandonados casi un siglo hasta que en 2008 comenzaron a ser recuperados -entre otras obras, con cierres perimetrales- por una fundación que lleva su nombre y que integran la Universidad Católica del Norte (UCN), SQM y el casino Enjoy Antofagasta.
Tras una inversión de US$ 10 millones, en el complejo de 35 mil metros cuadrados comenzó a funcionar desde 2010 el Parque Huanchaca, que desde este año será remodelado para los más de 20 mil visitantes que recibe al año. Entre ellos, habitantes de la zona, turistas y delegaciones estudiantiles, que incluyen párvulos.
“Nuestro Plan Maestro considera que el lunes 3 de marzo de este año lanzaremos una licitación nacional para oficinas de arquitectos y urbanistas interesados en definir las futuras obras del parque, que también contará con luminarias que funcionarán con energía solar”, explica Paula Baltra, presidenta de la fundación.
Las propuestas deben contemplar la habilitación de miradores y senderos peatonales, con señalética para visitantes.
“Será una especie de museo de sitio en que se indicará a los visitantes, por ejemplo, aquí hubo una chimenea, y esos artefactos -algunos crisoles recuperados, donde los obreros fundían metales- se usaron en el complejo”, sostiene Catalina Pacheco, directora del concurso.
El recinto también cuenta con otros servicios, como una cafetería, un auditorio y estacionamientos.
Robot de la NASA
Las obras se complementarán con sus atractivos. Además de las ruinas, existe un museo que desde 2010 tiene exposiciones sobre geología, el poblamiento humano en el extremo norte del país y el desarrollo y auge de industrias mineras, como las del salitre y el cobre.
Asimismo, muestras permanentes sobre astronomía, que explican desde la concepción del universo que tenían pueblos originarios de la zona, como los atacameños, hasta los modernos observatorios instalados en las últimas décadas en la Segunda Región, como Paranal y ALMA.
Esta última incluye en su exposición el robot Nomad, prototipo usado hace casi dos décadas en el desierto de Atacama por la NASA para preparar sus futuras expediciones a Marte.
“Nuestro objetivo es integrarnos e integrar a la ciudad como un polo patrimonial, turístico y cultural. Estamos ubicados junto a la casa central de la UCN, y la futura ampliación de sus instalaciones, además de un casino de juegos, hoteles y complejos residenciales”, subraya Paula Baltra.
La administración del parque también anunció la ejecución de su primera obra, que se estrenará este año. Es la ampliación de su anfiteatro, el que con una inversión de $200 millones, aportados por una empresa minera, mejorará las actuales graderías de piedra y rocas.
El aforo será ampliado a casi mil espectadores. El proyecto también considera la instalación de un escenario techado que en su parte superior servirá como mirador, tanto a las ruinas como a la costanera y el mar.
$15 mills. es el costo operacional mensual del parque, donde trabajan diez funcionarios.
11 años operó la fundición Huanchaca, entre fines del siglo XIX y principios del XX.