Artista dibuja las fachadas de la Alameda entre Plaza Italia y Los Héroes
Vicente Cociña registrará en bocetos edificios como el GAM, la Biblioteca Nacional y La Moneda.
Durante años vivió en el Barrio de los Obispos, un poco más arriba de Plaza Italia, y cuando tenía que ir al centro, el artista visual Vicente Cociña (31) elegía irse caminando. Así fue madurando la idea de dibujar las fachadas norte y sur de esa céntrica vía capitalina.
Cociña estudió en la Universidad Finis Terrae, donde se especializó en grabado. Sin embargo, ha trabajado siempre haciendo ilustraciones, dibujo artístico y cómics. Con esta última disciplina publicó en 2012 el libro Año sabático, con Chancacazo Publicaciones.
En un primer momento, pensó en dibujar los edificios desde Plaza Italia a Estación Central, pero finalmente le pareció que era un proyecto demasiado ambicioso.
“Hay muchos elementos históricos, políticos, arquitectónicos y cotidianos en la Alameda. Tenía que estar La Moneda, las casas centrales de la Universidad de Chile y la Católica. Además, es la entrada y salida a otros lugares: al barrio París-Londres, al paseo Estado”, asegura.
Para decidir finalmente qué abarcaría, pensó en los hitos que podrían abrir y cerrar su dibujo, y decidió que serían las torres Entel y Telefónica. “Son emblemáticas y visualmente funcionan bien, porque están en veredas contrarias”, explica.
Publicación desplegable
Partió desde Plaza Italia, dividiendo la avenida en tramos. El primero llegaba hasta Portugal. Antes de dibujar, sacó fotografías de ambos lados y tomó apuntes de elementos que no quedan claros en las imágenes. “Por ejemplo, que las entradas de Portugal y Lastarria no están frente a frente, sino que hay un pequeño desplazamiento”, dice.
Luego, en su taller, con un lápiz negro para dibujo técnico y sin usar reglas, sino que a mano alzada, se puso a trabajar. Actualmente va en la iglesia San Francisco.
“Mi edificio preferido es el GAM, por su estilo arquitectónico y por los cambios que ha sufrido, que nos hablan de las etapas del país: primero fue la UNCTAD, luego el Diego Portales y ahora un centro cultural que congrega a mucha gente”, dice.
Y define la arquitectura de la Alameda como “democrática”: “Sus fachadas son heterogéneas y visualmente muy interesantes: al lado de un edificio neoclásico hay uno modernista y así. Eso quiere decir que hay cabida para todo tipo de estilos”.
Las marchas estudiantiles de 2011 también fueron para él una motivación importante, pues dejaban en evidencia el rol que juega la Alameda como un eje central donde confluyen los movimientos ciudadanos.
“Me llamó mucho la atención ver la Casa Central de la Universidad de Chile tomada por los estudiantes y, al frente, el Club de la Unión. Eran dos fachadas completamente opuestas, que nos hablaban de lo que es nuestro país: las elites frente a los movimientos sociales, la tradición frente al cambio”, recuerda.
Terminará de dibujar en junio. Luego vendrá el proceso de diseño de Alameda de ida y vuelta, el libro desplegable que publicará su trabajo, en la editorial Letra Capital. Aún no hay fecha, pero será durante 2014.