Vecinos de Las Condes temen congestión por nueva ciclobanda
Por C. Reyes Barría / D. Villegas, La Tercera.
La ruta para bicicletas ocupa gran parte de la calle Renato Sánchez, que en marzo recibe gran flujo producto de los colegios del sector.
La semana pasada, los vecinos de la calle Renato Sánchez, en la comuna de Las Condes, recibieron una nueva ciclovía, que ocupa casi la totalidad de una de sus dos pistas, ambas en dirección poniente-oriente. Y aunque los residentes aún no perciben complicaciones -según cifras de Transportes, hay un 15% menos de automovilistas en febrero- sienten preocupación por lo que podría suceder las mañanas de marzo, cuando comiencen las clases en los colegios Villa María Academy, del Verbo Divino e Instituto Presidente Errázuriz, a pasos del sector. “Esta es una vía alternativa para quienes vienen desde Américo Vespucio hacia los colegios. La ciclovía mejorará la vida de peatones y ciclistas, pero será problemática para vehículos”, comenta Nicolás Fernández, vecino del sector.
También lo señala Sergio (38), que vive desde hace siete años en un edificio aledaño a esta calle. Todos los días de marzo traslada a sus hijos al colegio, en otro sector de la comuna, pero debe hacerlo antes de las 7.30, para evitar el atochamiento por Renato Sánchez. “Si no, me demoro al menos ocho minutos en dos cuadras. Peor será con casi una pista menos”, señala. Esto equivale a una velocidad promedio de 6 km/h. Sin embargo, según el municipio, la pista utilizada en esta calle -tal como sucede con las ciclovías de Callao y Nevería- suele usarse como estacionamiento provisorio y no afectaría en gran parte al tránsito. “Además, no pasa transporte público. De todos modos, nuestra brigada de tránsito estará al tanto de su funcionamiento en marzo”, señala el director de Operaciones de la Municipalidad de Las Condes, Juan Ignacio Jaramillo.
Desde el punto de vista de los usuarios, Felipe Araos, de la agrupación Furiosos Ciclistas, comenta que el hecho de que la ciclorruta esté en la misma calle y no en la vereda es una buena señal, pero “la ciclovía tiene dos sentidos en una calle unidireccional. Eso, más su angostura, puede ser peligroso”. Por su parte, Louis de Grange, ingeniero en transportes de la UDP, cree conveniente esperar hasta marzo. “Si este tipo de ciclovías llegan a afectar la viabilidad o no hay un uso razonable por los ciclistas, es rápidamente reversible”, señala.
Unos 40 vecinos ya se reunieron el lunes para analizar los problemas del barrio, incluyendo éste y la poda de árboles para instalar luminarias. “Hemos definido un comité que nos represente ante el municipio a la hora de tomar este tipo de decisiones”, señala Nicolás Fernández.