Nortinos repasan planes de seguridad ante seguidilla de fuertes temblores
Por Diana Valdivia y Alejandro Rondón, El Mercurio.
En locales de Arica e Iquique aumentan ventas de pilas, linternas y radios:
El Centro Sismológico Nacional instalará diez aparatos móviles para monitorear de cerca la intensa actividad telúrica de los últimos días.
“Fui al supermercado y las estanterías estaban casi vacías porque las personas están comprando alimentos para estar provistos por si viene el gran terremoto”, cuenta el ariqueño Pedro González (53) sobre la situación que se vive en el Norte Grande tras la serie de fuertes sismos que se han registrado desde el 16 de marzo. Ese día, un movimiento 6,7 Richter obligó a evacuar a más de 100 mil personas desde el sector costero en las regiones de Arica, Tarapacá y Antofagasta.
Con el repaso de los planes de evacuación, armado de kits de primeros auxilios, y compra de productos de primera necesidad, además de linternas y radios a pilas, las familias se preparan para la eventualidad de un terremoto. En instituciones públicas y privadas se han actualizado los planes de contingencia, mientras que los colegios practican sus planes de escape.
De hecho, tras los cinco sismos de mediana intensidad que se registraron ayer, con magnitudes entre 3,5 y 5,5 Richter, varios recintos evacuaron a sus estudiantes. “Tengo a mi hija en el Colegio Cardenal Samoré y ellos tuvieron tres evacuaciones durante la mañana y algunas escolares sufrieron crisis nerviosa”, relató, en Arica, Carmen Vidal. Otra apoderada, Patricia Campos, manifestó que “como tengo que venir a trabajar les dejo instrucciones a mis hijos y si están en la calle les digo que se fijen en los cables del tendido eléctrico y que miren las vías de evacuación”.
A la ciudad de Arica llegó ayer el geógrafo de la U. Católica Marcelo Lagos, quien recorrió el sector costero y comentó a la radio de emergencia local que la seguidilla de sismos “es una situación bastante particular y poco frecuente, pero nadie puede afirmar que son eventos precursores o que viene un terremoto”.
En tanto, María Arriagada, quien vive en un cuarto piso y asegura tener todo preparado en caso de un sismo, comentó que “prefiero estar en mi trabajo porque no los siento tan fuerte”.
Los iquiqueños también están en alerta luego del temblor 6,1 Richter del domingo y de los 50 movimientos, tres de mayor intensidad, registrados ayer. La venta de pilas, radios y kits de seguridad se ha disparado. En comercial Shalom, de Abraham Inostroza, pasaron de vender una o dos linternas por día, a más de 70. “Todos los días después de las 18:00 horas llegan decenas de personas a comprar linternas, incluso tuve que mandar a pedir más porque la gente está asustada”, cuenta Inostroza.
El intendente de Tarapacá, Mitchel Cartes, pidió a los vecinos informarse sobre las vías de evacuación y zonas de seguridad.
El Centro Sismológico Nacional instalará diez sismógrafos móviles en la zona, que se suman a los ya existentes y al trabajo de sismólogos de varios países que hace años se encuentran en la región. “La idea es monitorear de cerca la actividad que está ocurriendo”, señaló sismólogo de la U. de Chile Mario Pardo.
50 sismos se sintieron ayer en Tarapacá, tres de mayor intensidad.
5,5 en escala Richter fue el movimiento más fuerte ayer en Arica.
10 sismógrafos móviles instalará en la zona el Centro Sismológico Nacional.