Vecinos de Arica crearon su propia brigada de emergencia
Por Ramón Vásquez, La Tercera.
Agrupación formada en 2011 logró reconocimiento de Onemi y es parte del Comité de Emergencias.
Cuentan que nunca los llamaron tanto como en los últimos días. No son la Onemi ni la Defensa Civil ni la Oficina de Emergencia municipal. Sólo son vecinos. Sin embargo, son los más respetados por los 50 mil ariqueños que viven en la zona de inundación, a la hora de consultar por posibles catástrofes.
Se trata de la Brigada de Emergencia Comunitaria de Arica (Beca), agrupación creada por los propios habitantes del sector norte de la ciudad, para prevenir y colaborar ante un terremoto y tsunami.
Todo partió después del 27/F, cuando tomaron conciencia de que daños similares o peores podrían generarse en la costa nortina ante un movimiento de aquellas características.
Cuatro personas crearon grupos independientes, hasta que decidieron unir fuerzas y el 31 de agosto de 2011 fundaron la brigada. Hoy, la institución la integran 48 miembros.
Comenzaron sólo con las ganas y hoy cuentan con uniformes, megáfonos, linternas, silbatos,, medicamentos, elementos de primeros auxilios, camillas y hasta equipos de radiocomunicación.
Los voluntarios se han capacitado en seguridad, primeros auxilios e incluso son capaces de atender hemorragias o fracturas. “Nuestro principal objetivo es la prevención. Por eso permanentemente estamos visitando casas, instituciones o empresas para dar charlas a los vecinos”, cuenta el presidente de Beca, Eduardo Medel. Tanto crecieron, que finalmente fueron reconocidos por la Onemi y pasaron a formar parte del Comité Operativo de Emergencias.
Ante un terremoto con tsunami, su misión es guiar a las personas hasta zonas de seguridad, donde luego informarán por radio a la Onemi y organizarán la espera de ayuda o medidas a tomar. “La gente nos conoce y confía en nosotros. De hecho, a nuestra charlas asiste más gente que a las de la Onemi o del municipio”, agrega Medel.
Aunque la brigada está bien equipada, están luchando por tener una sede propia y contenedores que les sirvan de bodega. Hoy se juntan en una sede vecinal que les facilitan, pero con o sin casa, estarán ahí cuando venga una emergencia.