Una mudanza saca al “O’Brien” del principal muelle de Valdivia
Por Iván Martinic y ÓScar Riquelme, El Mercurio.
El submarino museo devolverá su lugar al proyecto Barrio Flotante:
Con casi 16 mil visitantes al año, el sumergible quedará rodeado de edificios y solo con pasarelas como acceso.
A veces, mudarse es todo un desafío. Pero hacerlo sobre un río e incluir en el traslado a un barrio flotante de 300 m {+2} y a un submarino de casi una cuadra de largo es un reto sin precedentes.
En los próximos días, según como se comporten las mareas, los valdivianos serán testigos del remolque del submarino museo “O’Brien” -que en menos de cinco años se convirtió en un ícono de la ciudad, con casi 16 mil visitas anuales- a una nueva ubicación, siempre en la orilla oriente del río Valdivia.
Si bien el cambio implica moverlo solo 40 metros aguas abajo (ver infografía), lo dejará totalmente fuera del muelle Schuster, donde termina la concurrida avenida costanera Arturo Prat.
La maniobra cuesta $40 millones, y saldará una vieja deuda del municipio de Valdivia, que en 2008 le compró el sumergible a la Armada para convertirlo en un museo flotante.
Cesión temporal
La concesión del sitio donde el sumergible ha estado fondeado desde entonces estaba asignada con anterioridad al empresario Alex Wopper y su Barrio Flotante (ver recuadro), uno de los emprendimientos más innovadores del último tiempo en Los Ríos.
Pero cuando el “O’Brien” llegó a Valdivia, el Barrio Flotante aún era un proyecto, por lo que Wopper cedió su espacio temporalmente. Como el río aún sufre las consecuencias del embancamiento en que lo sumió el terremoto de 1960, era el único sitio con un calado suficiente (seis metros) para atracar el sumergible de 2.030 toneladas.
“Estábamos haciendo un usufructo de un espacio que no es de nosotros. Por eso se tuvo que pedir una concesión marina propia para instalarlo de manera definitiva”, explica Erwin Vidal, gerente de la Corporación Cultural Municipal de Valdivia.
Por este traslado, el lunes se suspendieron las visitas guiadas al submarino, las que se reanudarán el 5 o 6 de abril.
Para ello, sin embargo, habrá que construir pasarelas de acceso en un lugar que, al revés del amplio muelle Schuster, está rodeado por los edificios de la Corte de Apelaciones y de la Contraloría General, además del Centro Cultural El Austral.
Omar Sabat, alcalde de Valdivia, no cree que esto merme las visitas al “O’Brien”. “En el corto plazo tendremos lista la instalación de las pasarelas, y la nueva ubicación está a solo unos metros de donde se encuentra hoy. Esto no debería generar ningún impacto en la cantidad de visitas”, sostiene.
“La nueva ubicación no va a afectar la cantidad de personas que visitan el submarino. En el corto plazo tendremos lista la instalación de las pasarelas”.
OMAR SABAT
ALCALDE DE VALDIVIA
PROTAGONISTAS SOBRE EL AGUA
* Submarino “O’Brien”. Clase Oberon y construido en Inglaterra, el sumergible sirvió a la Armada de Chile entre 1976 y 2001. Tiene 90 metros de eslora y contaba con 73 tripulantes. En 2008, el entonces alcalde Bernardo Berger lo compró en simbólicos $5,2 millones para convertirlo en museo y potenciar el turismo fluvial. En 2012 recibió 15.045 personas -casi el máximo de su capacidad, pues los recorridos guiados tienen cupos limitados- y generó ingresos por $28,1 millones.
* Barrio Flotante. Es la base del Sistema de Transporte Fluvial que ofrece movilización a través de una red de muelles en los ríos Calle Calle y Valdivia. Aunque su faceta más conocida son sus tres embarcaciones amarillas con capacidad para 16 pasajeros cada una e impulsadas por energía solar, el Barrio Flotante destaca porque genera su propia energía, desaliniza su agua y filtra sus residuos. Mauricio Hodges, su gerente de operaciones, prevé que en su nueva ubicación, en la orilla oriente, los visitantes (10 mil en el verano de 2013) aumentarán “bastante”.