El mar entró 200 metros en Iquique y la gente evacuó a oscuras por calles atochadas
Al cierre de esta edición se confirmaba el fallecimiento de cinco personas en esa ciudad y en Alto Hospicio:
Un incendio en el centro de la ciudad y las luces de emergencia del estadio Tierra de Campeones guiaron a las personas que buscaban refugio en las zonas más altas. En Arica la evacuación también fue compleja porque la falta de electricidad inutilizó las antiguas sirenas. “Fue tremendo. La gente salió corriendo con lo puesto”, relatan testigos.
Aunque lo hicieron casi a oscuras por los cortes de electricidad, en medio de calles atochadas por familias que ignoraron la orden de no sacar sus vehículos y con la incertidumbre de pasar toda la madrugada a la intemperie, más de 150 mil habitantes de Arica e Iquique evacuaron inmediatamente el borde costero tras el terremoto de magnitud 8,2 en la escala de Richter.
La Oficina Nacional de Emergencia tardó ocho minutos (lo hizo a las 20:54) en lanzar la alerta de maremoto, pero a esa hora miles de habitantes del extremo norte -sacudido desde el 16 de marzo por una serie de sismos de hasta 6,7 Richter- ya se dirigían a zonas de seguridad.
“Con el corte de luz y la alarma las personas se comenzaron a mover. La gente respondió, pero había muchas personas desesperadas caminando hacia arriba, casi en pijama. El punto negro fue que los autos no respetaron la alarma y causaban taco para poder avanzar”, relató a través de su teléfono celular el profesor de educación física Milton Véliz, mientras avanzaba guiado por las torres de iluminación del estadio Tierra de Campeones, cuyo sistema de respaldo era un referente en medio de la noche.
En paralelo, un incendio destruía dos casas en el centro de la ciudad, aumentando el dramatismo de la evacuación.
Unos 200 kilómetros más al norte, en Arica, el escenario era similar. El sismo dejó a la ciudad a oscuras y la gente evacuó de manera espontánea. Pero mientras en Iquique las sirenas se activaron 12 minutos después del terremoto, en Arica no funcionaron, ya que se alimentan de la red eléctrica.
Lo sorpresivo del terremoto y la violencia con que se sintió causaron pánico en los supermercados, donde las mercaderías cayeron hacia los pasillos y los clientes salieron despavoridos. Hubo ataques de histeria y desmayos, mientras otros resbalaron en el sector de vinos y licores, que inundaron el piso.
La gente caminaba tranquila, varios con mochilas que habían preparado desde antes, en medio de la oscuridad. “Era como avanzar en una boca de lobo”, comentaban. Iban en mangas cortas, porque la temperatura era de unos 17 o 18 grados.
A las 22:30 horas solo el 10% de la ciudad tenía energía eléctrica y muchas familias permanecían dispersas en las veredas de los sectores altos.
“Fue algo tremendo. Se movían las máquinas, sonaban los vidrios, la gente salió corriendo, algunos con lo puesto, con toallas los que se estaba duchando”, recordó Carmen, quien estaba en el gimnasio Geosport de Arica a la hora del terremoto.
Cinco muertos
Culminada la evacuación, el tren de olas comenzó a golpear la costa del extremo norte. En Iquique, el mar entró hasta el consultorio Videla, en el sector La Puntilla, y el terminal de buses, en el lado norte. En Patache, al sur de la ciudad, el mar ingresó hasta 200 metros, aunque al cierre de esta edición aún no había un reporte oficial de daños.
El alcalde, Jorge Soria, confirmó que el agua entró hasta tres cuadras en algunos sectores.
Ante este escenario, agravado por la fuga de más de 300 internas desde la antigua cárcel de mujeres, el Gobierno ordenó a las Fuerzas Armadas que sacaran patrullas a las calles para reforzar a Carabineros.
Pasada la medianoche, se confirmó la muerte de cinco personas (cuatro hombres y una mujer) en Iquique y Alto Hospicio, víctimas de infartos y de aplastamientos. Sus identidades aún estaban siendo confirmadas, precisó a la 1:43 de esta madrugada la Presidenta Michelle Bachelet. Una de los fallecidos es un hombre de unos 35 años que llegó con múltiples heridas al hospital de urgencias Héctor Reyno, donde posteriormente murió.
El gobernador de Iquique, Gonzalo Prieto -quien quedó atrapado en Alto Hospicio por los derrumbes que bloquearon la ruta hacia Iquique-, confirmó intentos de saqueo en esa comuna, pero precisó que Carabineros los controló.
Como la Onemi y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) extendieron la alarma de tsunami al resto de la madrugada, las autoridades suspendieron las clases para hoy miércoles.
El Sistema de Alerta de Emergencias funcionó en los celulares
Una alerta sonora y un mensaje de texto que se tomó toda la pantalla recibieron en sus teléfonos celulares los habitantes de la zona afectada por el terremoto y la zona costera que debía ser evacuada. El aviso decía “Onemi- SHOA establece evacuar a zona de seguridad”.
Se trata del Sistema de Alerta de Emergencias (SAE), presentado en enero, que fue desarrollado por la Subsecretaría de Telecomunicaciones y es operado por la Onemi. Su implementación costó $3.800 millones.
El sistema emite un mensaje “en caso de riesgos de tsunami, sismos de mayor intensidad, erupciones volcánicas e incendios forestales con amenaza a viviendas. Dicha alerta masiva, que será despachada automáticamente vía texto a una zona georreferenciada, no se verá afectada por la congestión de las redes celulares, dado que utilizará otros canales de frecuencia para llegar a los teléfonos”, explica el sitio del SAE.
En enero se calculaba que cerca de tres millones y medio de celulares están capacitados para recibir estas alertas y son cerca de 95 los modelos compatibles. Entre ellos no se encuentra el iPhone.
Respecto de los servicios de red, se informó que los de telefonía móvil respondieron a la emergencia, permitiendo la comunicación a través de servicios de mensajería y datos. Como es habitual en estos casos, hubo congestión en las líneas de voz. En cuanto a la telefonía fija, las centrales de Arica e Iquique funcionan con normalidad gracias a grupos electrógenos.
Para facilitar las comunicaciones, Movistar anunció anoche la liberación de los teléfonos públicos para llamadas nacionales, la suspensión de acciones de cobranza por no pago a clientes de esas ciudades y la reposición de servicios impagos.