Alarmas de maremoto impiden restablecer de inmediato la electricidad en zonas inundables
Restricción de ingreso no distingue entre personal de emergencia y el resto de la población:
La oscuridad fue el mayor obstáculo para los miles de personas que evacuaron el martes. Esta madrugada el problema se repitió tras el 7,6 Richter.
“Era como una boca de lobo”, fue una de las frases más repetidas entre las cerca de 160 mil personas que en 27 horas tuvieron que evacuar dos veces Arica e Iquique luego de los terremotos de 8,2 y 7,6 Richter. El casi instantáneo corte de energía eléctrica que afectó a ambas capitales regionales convirtió a la oscuridad en el mayor obstáculo para el avance de las familias hacia zonas seguras y añadió dramatismo a la operación de emergencia.
Pero aunque el sismo del martes provocó daños menores en relación a su magnitud, las compañías eléctricas recién pudieron ingresar a trabajar en la zona afectada en la mañana de ayer. Así, los evacuados pasaron la noche a la intemperie, iluminados por fogatas, linternas o las luces de sus vehículos, sin saber qué pasaba en sus barrios o en sus hogares. Antes, en Arica, incluso, el corte de luz había inhabilitado las sirenas que alertan sobre maremotos.
La lentitud en la reposición se debe a que cuando rige una alarma de tsunami se prohíbe el ingreso de cualquier persona bajo la cota de 30 metros -el límite de la zona inundable-, incluso de operarios de empresas de servicios básicos, que para estos efectos tienen el mismo estatus que un ciudadano común y corriente.
Consultado por “El Mercurio” sobre este punto, el director de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), general (r) Ricardo Toro, aseguró que “mientras haya una alerta de tsunami, hay riesgo de tsunami “.
Los tiempos de recuperación de los consumos afectados, según los protocolos de las compañías eléctricas, requieren una inspección física previa de las instalaciones para garantizar su seguridad, explica Daniel Salazar, director ejecutivo del Centro de Despacho Económico de Carga del Sistema Interconectado del Norte Grande (CDEC-SING).
“Una vez que termina el terremoto, a través de centros de operaciones, miramos el estado de la red y luego procedemos a hacer inspecciones visuales en terreno de las subestaciones de distribución, de manera de empezar a ver los alimentadores, mirar visualmente que no haya cables cortados”, añade Andrés Swett, gerente comercial de Conafe-Emel, controladores de las distribuidoras de electricidad Conafe, Emelat, Elecda, Eliqsa y Emelari.
El ejecutivo precisa que luego del terremoto de la noche del martes las cuadrillas no pudieron ingresar a la zona inundable hasta las 7:00 horas del miércoles.
“El protocolo de no ingreso a la cota 30 ante alerta de tsunami no hace distinción entre personal especializado y la ciudadanía en general, porque no se trata de un tema técnico operativo, sino de integridad de las personas. Todos nuestros colaboradores viven en las regiones donde operamos y, por ende, lo primero es su seguridad e integridad y eso es parte de la política y lineamientos de trabajo con los que operan nuestras empresas”, sostiene Swett.
Ante este escenario, las empresas reasignaron sus brigadas y durante la noche focalizaron el trabajo en las zonas ubicadas por sobre la cota de los 30 metros.
De este modo, comenta Daniel Salazar, en Arica el suministro de energía eléctrica se comenzó a normalizar desde las 23:39 horas del martes, y en Iquique, desde las 23:55 horas.
Hasta anoche -antes del sismo de 7,6 Richter, que volvió a interrumpir el servicio- existía un 81% de reabastecimiento normalizado en Iquique, donde el regreso del suministro se demoró más por los cortes en las vías de acceso. “La conexión entre Iquique y Alto Hospicio todavía no es expedita, incluso dentro de Alto Hospicio todavía hay rutas cortadas”, dice el ejecutivo del CDEC-SING.
En Arica y Parinacota, en tanto, la reposición alcanzaba un 95% en la tarde de ayer. En Emelari señalaron que esa cifra representaba a más de 64.500 clientes, aunque luego, tras el sismo de las 23:43 horas, hubo nuevos cortes.
REABASTECIMIENTO
Ayer existía un 81% de suministro en Tarapacá y un 95% en Arica, antes del sismo de las 23:43 horas.