Los nuevos aires de Matta Sur
[Renovación] Con talleres y tiendas de diseño, los nuevos vecinos del sector atraen a clientes jóvenes, pero evitando convertirse en un “barrio artificial”.
Después de largos años siendo reconocida como la cuna capitalina de fábricas, talleres mecánicos y tiendas de antigüedades, Matta Sur empieza a cambiar su cara. Siguiendo la tendencia de barrios como Yungay, Italia y Lastarria, el sector que abarca el cuadrante entre Av. Vicuña Mackenna, calle 10 de Julio, la Autopista Central e Isabel Riquelme (ver infografía) y que hasta mediados del siglo XIX estuvo conformado por antiguas chacras y pequeñas divisiones de lotes, se refresca con nuevos actores comerciales como tiendas de moda y diseño independiente.
“Nos vinimos a este sector porque históricamente han sido talleres y me gusta ese concepto y también porque los terrenos son más baratos”, cuenta el arquitecto Patricio Ortega (33) que junto a la veterinaria Francisca Araya (31) se instalaron en Maule 1081 con Maderística, una tienda-taller que se dedica a crear muebles artesanales a medida y que funciona al aire libre para que los compradores vean el proceso de construcción.
Con ofertas de este tipo, cada fin de semana el barrio es visitado por clientes ávidos por descubrir las nuevas “picadas” del diseño independiente santiaguino. En esta línea se puede encontrar a Ba diseño de ropa (Serrano 1004), la tienda de anteojos de materiales reciclados Bark Makers (Arturo Prat 1135, departamento 25), la de espacios de trabajo Estudio Prado (Juan Vicuña 1592) y la de mochilas hechas a mano Anunnaki (Rogelio Ugarte 1252).
“Hicimos una venta de bodega y hemos tenido buena acogida, atrae a mucha gente sobre todo a jóvenes”, comenta Felipe Velasco, dueño de la tienda de zapatos Bestias. La reconocida marca desde el 2012 tiene su fábrica ubicada en Eduardo Matte 1570 y cuenta que se quedaron en el barrio porque se encuentran más cerca de los proveedores.
La renovada apuesta también convive con los antiguos locatarios que también nutren las alternativas del público. “He visto una cambio en la gente que visita estas calles. Queremos dejar de ser sólo proveedores de otros barrios de moda y que las personas vengan directamente para acá a comprar”, comenta el dueño de la reparadora Nicole Jorge Espinoza, que lleva más de 41 años ligado al mundo del calzado.
Las iniciativas para potenciar Matta Sur han surgido de los propios vecinos y locatarios que se han agrupado en comités para conseguir apoyo de la municipalidad en temas como mejoramiento de la seguridad y el alumbrado público, con miras a salvaguardar también el valor patrimonial del sector.
“Queremos potenciarnos como un barrio vecinal y patrimonial. Aprovechar la historia de nuestras calles. No queremos ser un barrio artificial como otros”, dice Patricio Bahamondez, presidente del Centro Cultural Patrimonio de Matta Sur.
Así fue como ya consiguieron que fuera aprobado el plano regulador que protege a 284 inmuebles de conservación histórica, además de la transformación de platabandas de tierra en jardines, una medida que busca aumentar un 20% las áreas verdes en la comuna. “La idea es proteger el sector con la vida de barrio que se da allí y mantener un patrimonio importante relacionado con la vivienda obrera y la historia misma de la comuna. Tenemos una responsabilidad histórica de mantener ese registro de la forma en que se vivía en la ciudad en el siglo pasado”, dice la asesora urbanista de la Municipalidad de Santiago, Sandra Gysling.
Para el arquitecto urbanista de la Universidad Diego Portales, Genaro Cuadros, “lo interesante de este barrio es que es de uso mixto, logran convivir talleres semiindustriales y viviendas y esa mezcla puede ser muy potente, es un sector que debe repensarse a partir del comercio y su valor patrimonial”, explica Cuadros. “Esa es la identidad de Matta Sur”, agrega.