Una visita a la Torre Benjamín Vicuña Mackenna del Museo Histórico Nacional
Durante las celebraciones del aniversario Nº 473 de Santiago, realizadas el pasado 12 de febrero, se inauguró la Torre Benjamín Vicuña Mackenna del Museo Histórico Nacional, abierta al público como un mirador frente a la Plaza de Armas, el kilómetro 0 de la ciudad.
La Torre lleva el nombre del primer intendente de Santiago, quien trabajó en este edificio entre 1872 y 1874 cuando funcionaba como Intendencia, luego de acoger diversas oficinas públicas, como la Real Audiencia y la Casa de Gobierno. Desde 1982 el edificio es la sede del museo.
Los trabajos de recuperación de la Torre, que era ocupada como una bodega, comenzaron en octubre de 2013 y estuvieron a cargo de la oficina del arquitecto Mario Pérez de Arce. Actualmente, en un recorrido por los siete pisos de la Torre se puede conocer la historia del edificio construido en 1808 y el legado urbano de Vicuña Mackenna que incluye obras tan emblemáticas como la canalización del río Mapocho y la transformación del cerro Santa Lucía en un paseo.
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Como parte de la remodelación, se rescataron los muros originales de ladrillos y se dejaron a la vista. Además, se arregló un reloj de cuatro esferas que funciona con péndulos y sobrepesos, y que tiene su mecanismo a la vista en el interior de la Torre, luego que permaneciera oculto por 144 años. Mientras uno sube por la Torre hasta llegar al balcón, el momento más esperado del recorrido, se escucha el sonido del reloj que está amplificado por parlantes en todos los pisos.
La Torre está abierta al público de martes a domingo entre las 10.00 y las 18.00. El lunes permanece cerrada, porque se le da cuerda al reloj que, en el pasado, fue silenciado por petición del Presidente Jorge Alessandri que vivía en la calle Phillips, a pocos metros de la Torre.