Caen arriendos en zonas costeras del norte tras terremoto
Por R. Vásquez y A. Lobo, La Tercera. (27/04/14)
En cerca de un 20% estiman la baja en el interés por alquilar en el borde costero de Arica.
Giordana Frederick y sus dos hijos viven en la Villa Pedro Lagos, en el sector norte de Arica, en plena zona de inundación. Tras el terremoto del 1 de abril, la familia se fue a la casa de un pariente, en cerro La Cruz, zona alta de la ciudad.
Pasada una semana, regresaron a su hogar. Sin embargo, seguían intranquilos, por lo que decidieron poner en venta su vivienda. “Tenemos bolsos de emergencia, zapatillas y abrigos al lado de la puerta para evacuar ante un nuevo sismo, pero seguimos nerviosos. No quiero vivir más aquí”, comenta Giordana, quien asegura que en el barrio otros propietarios también están vendiendo sus inmuebles.
Un caso similar es el de la familia de Claudia Trincado, su esposo, Wilson Argandoña, y sus dos hijos, quienes pasaron el sismo 8,3 Richter y la fuerte réplica del día siguiente en el departamento que arriendan en un condominio a un costado de la playa. Pese a que el conjunto habitacional no sufrió daños, por miedo se fueron a las carpas de emergencia que el gobierno instaló en el Estadio Carlos Dittborn.
“Con mi marido ya lo decidimos y no arrendaremos más cerca de la playa, nos iremos a las zonas altas”, comenta Claudia. Una opción tomada por varias familias de Arica, que ha dejado como corolario una baja en los arriendos en el sector costero.
“En mi cartera manejo ocho departamentos cercanos a la playa, de los cuales en cuatro se me han ido los arrendatarios. Casi no recibo llamados de interesados en alquilarlos”, cuenta el corredor de propiedades Domingo Reyes.
En el gremio estiman que los arriendos han caído en un 20% y esperan que la situación se normalice el segundo semestre. “Hay menos llamados de interesados por departamentos, pero no es para considerarlo como anormal. Lo que sí, tuvimos una baja de un 40% en los arriendos por día para Semana Santa”, dijo el corredor de ASP Propiedades, Alfredo Silva.
En Arica, hace cuatro años que existe una alta demanda de arriendos debido al aumento de su población flotante. Tras el terremoto, el interés se concentró en zonas altas de la ciudad.
“Un departamento de tres dormitorios y un baño en el sector costero cuesta, en promedio, $ 250.000 mensuales. Sin embargo, ahora en las zonas altas están pidiendo sobre los $ 350.000 por uno similar”, detalla Reyes.
La venta de departamentos nuevos también tuvo un remezón posterremoto. En dos condominios que están en construcción en la zona de inundación, las ventas declinaron, según el jefe de la zona Arica de la Inmobiliaria Guzmán y Larraín, Rodrigo Araya.
“Comparado a un día normal, las visitas y llamados para comprar departamentos bajaron entre 70% y 80%, siendo el escenario más complicado la primera semana tras el terremoto. Pero en los últimos días la situación ha vuelto a la normalidad”, sentenció.
Efectos en Iquique
La situación en Iquique es menos dramática, pero tampoco está del todo normalizada. El corredor de propiedades Fernando Clotet señala que “hay demanda de departamentos en la playa, pero en pisos no superiores al siete u ocho, de allí hacia arriba prácticamente hay desocupación”.
Guillermo Romero, del corretaje de propiedades Alproc, trabaja con departamentos arrendados a diario o mensualmente. “Durante la semana del terremoto y las dos posteriores me cancelaron más de un 60% de las reservas y recién están apareciendo algunos interesados para los próximos fines de semana largos”.
Por su parte Pilar Prat, de Prat Propiedades, argumentó que el interés por arrendar departamentos en el borde costero bajó en un 100%. “Tengo departamentos para arrendar diarios y mensuales, pero la gente está aterrada (…). He tenido que devolver el dinero de las reservas”.
Sin embargo, Enrique Guajardo, presidente de la Cámara de la Construcción en Iquique, dijo que como gremio no han evidenciado una baja en el interés de compra por inmuebles del sector costero. “Es cierto que han disminuido las consultas, pero poco a poco se vuelve a la normalidad. Sin embargo, en vista de los últimos movimientos sísmicos, hemos notado que las personas están más interesadas en la seguridad de las construcciones, realizando preguntas sobre temas técnicos de las viviendas”.