Loreto Silva: “El MOP debe hacer el llamado a licitación del Aeropuerto de Santiago a más tardar en mayo”
El colapso del aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB) es algo conocido. Si bien, SCL, actual operador del terminal, está ampliando su capacidad a 16 millones de pasajeros anuales, su concesión termina el próximo año, por lo cual el Ministerio de Obras Públicas (MOP) está en una carrera contra el tiempo para conseguir un nuevo concesionario para el principal aeropuerto del país.
No obstante, el MOP retiró las bases de la Contraloría General para realizar ajustes y reingresarlas. Esto tiene preocupada a la ex titular de la cartera, Loreto Silva, quien asegura que “el ministerio tiene que hacer el llamado a licitación a más tardar en mayo”.
“Si no se alcanza a licitar a tiempo se tendría que realizar un convenio complementario con el actual operador, lo cual es, desde todo punto de vista, no aconsejable”, advierte.
El MOP retiró las bases de la Contraloría para hacerle modificaciones, ¿esto puede acelerar el proceso como se ha planteado?
Eso forma parte de los procesos de perfeccionamiento de las bases y del trabajo que normalmente hace el ministerio con la Contraloría. Lo importante es que el MOP procese las observaciones del órgano contralor y las incorpore de manera expedita de modo que no se demore. La respuesta frente a la Contraloría debe ser oportuna, de manera tal, que se cumplan los plazos para llevar a cabo la obra.
¿Cuán apremiante sería el plazo?
Se debiera hacer el llamado a licitación y la entrega de bases de licitación del aeropuerto a más tardar durante el mes de mayo, de manera que los postulantes tengan tiempo de analizar la bases y formular ofertas para que en septiembre del 2015 entre operación un nuevo contrato de concesión.
Considerando que ya estamos a fines de abril, ¿el MOP estaría en una carrera contra el tiempo?
Absolutamente, sobre todo si consideramos que tras llamar a licitación, hay que darles tiempo a los interesados para que presenten sus ofertas, se analicen dichas presentaciones y luego se adjudique. Además, previmos que era necesario un año entre la adjudicación y la entrada en operación del nuevo contrato, de modo que se realice el debido traspaso. Por lo mismo, en septiembre de este año debe ser adjudicado, así el cambio de operador no afecta el servicio a los pasajeros.
Javier Osorio, titular de la Dirección General de Obras Públicas, planteó el interés de que operadores como las aerolíneas puedan participar mayormente en la concesión. ¿Qué podría pasar con la licitación a raíz de esta intención?
Dado que existen pronunciamientos específicos del Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) en cuanto al máximo que pueden tener de participación las líneas aéreas en los aeropuertos de Chile, un cambio de criterio de estas características supondría necesariamente un pronunciamiento previo del tribunal que modificara el criterio anterior. Esto significaría, necesariamente, una ampliación no menor del plazo del proceso de licitación.
¿Cuánto tiempo podría retrasar la licitación?
Si uno analiza los procesos sometidos al TDLC en este tipo de materias, estamos hablando del orden de ocho meses.
Considerando que las bases vienen de su administración, ¿cuáles podrían ser los puntos que están demorando el visto bueno de la Contraloría?
Me sorprende la demora porque el aeropuerto está bastante hacinado y las bases quedaron en pleno proceso de detalle en la Contraloría.
Pero si pensamos en los elementos de este contrato de concesión, podemos destacar que está orientado al servicio, busca atraer a los más importante operadores mundiales y, además, este contrato es a plazo a fijo con un proceso de actualización de los programas de desarrollo de infraestructura de manera que se pueda evitar inconvenientes. Esto último, porque al primer día se dejó claro que cada cuatro años el operador tendrá que actualizar la infraestructura de manera de prestar el servicio que corresponde.
¿Qué podría pasar si los plazos se dilatan y no se alcanza a licitar a tiempo el aeropuerto?
Lo más dramático es que los usuarios no van a tener un aeropuerto en las condiciones que se requiere y en el tiempo que corresponde, que sería a partir del 2017, cuando estarían terminadas las obras de ampliación que exige el nuevo contrato de concesión. En paralelo a ello, si no se alcanza a licitar a tiempo se tendría que realizar un convenio complementario con el actual operador lo cual es, desde todo punto de vista, no aconsejable.
El gobierno determinó cancelar la concesión de hospitales de la Red Sur y sólo continuar con las licitaciones de los recintos que ya se encontraba en alguna fase del proceso de licitación. ¿Qué visión tiene al respecto?
Encuentro acertada la decisión del ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, en cuanto a respetar la institucionalidad de los procesos que la administración anterior dejó encaminados, lo que permite asegurar que esto tenga un buen término y dé a las personas una adecuada infraestructura de salud. En relación a la postergación de la Red Sur, que tiene hospitales para Curicó, Chillán y Linares, lo encuentro lamentable porque en el fondo significa postergar la entrega de infraestructura de buen nivel a las personas.
Entonces, ¿es una decisión política más que técnica?
Creo que sí. Pienso que los elementos que se han tenido a la vista para no continuar con el programa de concesiones no tienen relación con razones técnicas ni tampoco de prestación de servicios ni de rentabilidad social. Más bien tiene que ver con convicciones ideológicas.
En la misma línea, el gobierno ha planteado que se revise el modelo de concesiones para obras de riego, cárceles y edificios públicos.
Nosotros siempre planteamos que concesiones era una más de las formas para llevar a cabo proyectos de infraestructura y desde ese punto de vista, durante la administración del presidente Piñera se tomó la decisión de avanzar en la aplicación del modelo de concesiones en materia de riego.