A seis años de la erupción, el pueblo de Chaitén pide serie de obras por $32 mil millones
Por Soledad Neira, El Mercurio.
Falta de casas y sitios para construir es su principal problema:
El lunes, la comunidad entregará un petitorio a la delegada presidencial para la reconstrucción, que incluye proyectos de urbanismo, vivienda y obras públicas.
“Estaría bueno que la Presidenta se ponga las pilas y nos ayude a levantar Chaitén”, pide Juan Díaz, mientras detiene su “lucha” contra un viejo tronco que arrastró la crecida del río, la única leña que puede conseguir.
El hombre, al igual que unos siete mil chaiteninos, debió abandonar el pueblo cuando la madrugada del 2 de mayo de 2008 el volcán Chaitén -a poco más de 900 metros sobre el nivel del mar- despertó de una larga siesta e hizo erupción.
Una semana después, cuando la localidad en la Región de Los Lagos estaba ya evacuada, el río Blanco bajó de golpe, arrastrando más de 30 millones de m {+3} de material del volcán.
El torrente arrasó el pueblo y lo partió por la mitad: el sector sur fue donde escurrió el agua hacia el mar y el norte quedó en un área a mayor altura.
En febrero del 2009 el entonces ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, dio al pueblo por “muerto”, pero una docena de “rebeldes” que ya se habían reinstalado se resistieron al desalojo y siguieron en lo que quedaba de sus casas.
Hoy deben ser unos 1.600 habitantes, estima el alcalde Pedro Vásquez. El pueblo se ve lleno de vida, las calles limpias y ordenadas, y con los brotes de los árboles que se plantaron tras el alud.
La escuela tiene 330 alumnos, e incluso familias de profesionales jóvenes, como los Barría Gutiérrez, se instalaron en el pueblo. Muchos de ellos emprenden en el comercio y turismo. De hecho, hay varias cabañas en construcción, y Rita Gutiérrez, presidenta de la Junta de Vecinos Chaitén Vive, cree que en 2015 habrá 300 camas disponibles.
Pese a ello, para el alcalde, el mayor problema es la “carencia de viviendas. Solo en los grupos organizados necesitamos 45 casas, pero cada día se suma gente”. Muchos viven allegados o tomándose casas fiscales.
“No hay sitios”, agrega Vásquez, lo que impide que los servicios se terminen de instalar. Muchos lo hicieron hace un año, aunque algunos como delegaciones.
Los juzgados de garantía, notaría y otras oficinas relacionadas con la justicia operan en Futaleufú, a 158 km.
Luis Sepúlveda, gerente de Naviera Austral, reconoce que existen problemas críticos con la conectividad marítima, pues el embancamiento de la rampa impide que las barcazas operen en cualquier horario. “Obliga a mantener a los pasajeros por horas en el puerto a la espera de poder atracar”, dice el ejecutivo.
Y aunque se invirtieron $1.200 millones en él, el pontón que se instaló en el muelle sigue sin uso por problemas técnicos. La solución sería un nuevo puerto, adelanta el alcalde Vásquez.
Por ahora, los vecinos de algunos sectores conviven con problemas con intermitente agua potable y alcantarillado.
Por eso, este lunes la comunidad entregará un petitorio por $32 mil millones a la delegada presidencial para la reconstrucción, Paula Fortes, quien estará en una gira de dos días.
“Es un plan maestro que incluye obras para vivienda, urbanismo, edificación pública y, por supuesto, el puerto”, detalla el alcalde, quien destaca que “no es solo la conectividad de Chaitén, es para la provincia y para la Región de Aysén, porque todos dependemos de ese puerto”, recalca.