Autoridad ambiental recomienda rechazar proyecto de CCU en Paine
El Sistema de Evaluación Ambiental sostiene que el proyecto, cuya inversión supera los US$300 millones, “no acredita el cumplimiento de la normativa ambiental vigente”.
Hoy se vivirá una jornada clave en las aspiraciones de CCU para levantar una nueva planta productora de cervezas y bebidas en la localidad de Paine, en la Región Metropolitana.
El proyecto será votado en la Comisión de Evaluación de la Región Metropolitana, y su pronunciamiento será fundamental frente a una eventual aprobación o rechazo de su Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
Por parte de la autoridad ambiental, la iniciativa ha recibido su Informe Consolidado de la Evaluación de Impacto Ambiental (ICE). No obstante, el camino que debe afrontar el proyecto de CCU -ligada al grupo Luksic y la holandesa Heineken- no es nada alentador, pues el Servicio de Evaluación Ambiental recomendó su rechazo.
“El proyecto no acredita el cumplimiento de la normativa ambiental vigente”, sostiene el SEA, cuyo representante participará en la reunión de hoy martes.
En el documento, firmado por la directora (PT) regional del SEA, Andrea Paredes Cárdenas, se precisan una serie de complicaciones que enfrenta la iniciativa.
“No es posible acreditar la inexistencia de efectos” en el suelo, agua y aire, se afirma.
A eso añade que no es posible descartar la alteración significativa, en términos de magnitud o duración, del valor paisajístico o turístico de la zona, además de la eventual alteración de monumentos, sitios con valor antropológico, arqueológico, histórico y, en general, los pertenecientes al patrimonio cultural.
Lo anterior, contemplado en características o circunstancias contempladas en el literal b, e y f del Artículo 11 de la ley 19.300 sobre defensa del medio ambiente.
En definitiva, el organismo sostiene que la DIA es insuficiente para que el proyecto reciba su aprobación.
“Esto significa que a la Comisión de Evaluación de la Región Metropolitana le queda muy poco margen para aprobar este proyecto”, dice un conocedor del proceso.
En efecto, lo señalado por el Servicio de Evaluación Ambiental resulta ser una contradicción para las aspiraciones de CCU.
Esto porque para que la Declaración de Impacto Ambiental sea aprobada, se debe acreditar el cumplimiento de la normativa vigente.
De hecho, el término “impactos significativos” es propio de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA).
En palabras simples: el proyecto debió ingresar a través de un EIA y no una declaración. Esto debido al eventual impacto a las napas de aguas y el área turística.
El nuevo reglamento del Servicio de Evaluación Ambiental faculta a este organismo a frenar un proyecto de inversión si el titular incumple las disposiciones. Si se hubiera concretado lo anterior, CCU habría podido efectuar cambios acordes a la declaración ambiental, lo que podría haber reducido los plazos para sacar adelante la iniciativa en esta sede administrativa.
Nuevos aires
En la industria sostienen que CCU ha dado un giro tras el arribo de Andrónico Luksic al directorio, en reemplazo de su fallecido hermano Guillermo.
“Andrónico ha tomado las riendas de este proyecto como un desafío personal”, acota una fuente ligada a la compañía.
De hecho, en una situación inédita, un grupo de manifestantes fue recibido por el propio Andrónico Luksic en su despacho, tras la junta de accionistas ordinaria de CCU en abril.
En la oportunidad -según los presentes en la cita- Andrónico Luksic se habría comprometido a interiorizarse de la iniciativa en Paine.
La vocera del comité “No a la CCU en Paine”, Marcela Rojas, dijo tras la cita que “él no va hacer cervezas en la planta, sólo hará bebidas”. Otra vocera de los opositores al proyecto, Guacolda Moya, agregó que “él desconoce totalmente el proyecto y la DIA, por lo que le pedimos que lo estudie y lea”.
La cita se extendió por cerca de 45 minutos y en ella estuvo presente el gerente general de la compañía, Patricio Jottar, junto al jefe del proyecto, Francisco Rodríguez.
Según destaca el documento presentado ante el Servicio de Evaluación Ambiental, la obra se desarrollará por etapas y al final de ellas (año 2032) tendrá una capacidad para producir anualmente 3 millones de hectolitros de cervezas y 12 millones de hectolitros de bebidas.
Agrega: El proyecto se emplaza en una zona rural y considera un horizonte indefinido de operación, no definiéndose un cierre propiamente tal, sino el reacondicionamiento de las instalaciones, adoptando mejoras tecnológicas en ella.
Cabe precisar que el proyecto se ubica colindante a la ruta 79 (Acceso Sur de Santiago) y a 3 kilómetros de la localidad de Paine, dentro de un entorno netamente agrícola. El proyecto de CCU se enmarca en el reciente anuncio que hiciera la compañía de fortalecer su área de productos sin alcohol.