Seis ciudades del sur tuvieron niveles de preemergencia ambiental
Por O. Fernández y C. Cerda, La Tercera.
Peor índice estuvo en Coyhaique, que registró “emergencia” por el esmog.
Niveles críticos de contaminación atmosférica se registraron ayer en seis ciudades del sur del país, debido a las malas condiciones de ventilación y a las emisiones derivadas de la leña.
Según el Sistema Nacional de Calidad de Aire del Ministerio del Medio Ambiente, se presentaron índices de preemergencia ambiental por material particulado fino (PM 2,5) -agente dañino para la salud- en Santiago (Cerro Navia mantuvo este episodio durante, al menos, 15 horas); Talca, en la Región del Maule; Chillán y Los Angeles, en Biobío, y Temuco, en La Araucanía. La peor condición la tuvo Coyhaique, en la Región de Aysén, donde se alcanzó un nivel de emergencia ambiental, lo que es considerado como riesgoso para la salud. En esa comuna se registró un peak de 225,8 microgramos de PM 2,5 por metro cúbico, es decir, cuatro veces más de lo recomendado por la norma.
Cristián López, gobernador de Coyhaique, explicó que “el gran problema de contaminación que enfrentamos se debe al uso de leña, que emplea el 99% de la población”, y acotó que los altos índices de polución fueron aplacados porque llovió.
Richard Vargas, seremi de Medio Ambiente del Biobío, atribuyó la situación de Chillán y Los Angeles a que “no se tomaron las medidas en el pasado para tener un combustible limpio”. Mientras, la ministra de Salud, Helia Molina, admitió que en la zona austral se está usando mucho la leña húmeda “pues es lo más barato para calefaccionarse”.
Pese a los índices de “emergencia” que hubo en Los Angeles el martes pasado, la urbe aún no es declarada como “saturada”, proceso que está en trámite. Por ello, ayer rigió la restricción a fuentes fijas (industrias y casas). Temuco también tuvo preemergencia ayer, pero la autoridad había pronosticado un día “regular” y no se ordenó la paralización de fuentes fijas.
Mientras, en Cerro Navia se llegó a un nivel de preemergencia, lo que -según Patricio Pérez, investigador de Física de la U. de Santiago- no se presentaba hace dos años.