Radiografía a la contaminación atmosférica de Santiago: 80% la generan leña y transporte
Por Manuel Valencia, El Mercurio. (15/06/14)
Primer inventario de los contaminantes de la capital en una década
Estudio midió por primera vez los gases con efecto invernadero: transporte conforma el 80% del dióxido de carbono y autoridades incluirán medidas para reducirlo en nuevo plan de descontaminación.
Más de 177 mil estufas conforman el parque de calefactores a leña de la Región Metropolitana. Por sí solos, estos artefactos emiten 2.186 toneladas anuales de material particulado contaminante fino (MP 2,5), el que más daña la salud humana porque penetra los alveolos pulmonares y llega al torrente sanguíneo llegando a provocar, incluso, la muerte.
Estas emisiones representan el 48% de las 4.599 toneladas anuales que emiten todas las fuentes cada año en Santiago. Si en la ecuación se suma el transporte, que genera 1.494 toneladas de MP 2,5 al año (32% del total), en conjunto conforman el 80% de los contaminantes atmosféricos de la capital.
El protagonismo de ambas fuentes quedó expuesto en el inventario de contaminantes del Gran Santiago, elaborado por investigadores de la Universidad de Santiago (Usach) para el Ministerio del Medio Ambiente. El material servirá de base para la formulación del nuevo plan de descontaminación para material particulado fino que elabora el Gobierno para la capital.
Uno de los autores del estudio, el doctor en física y experto en contaminación atmosférica de la Usach, Ernesto Gramsch, afirma que ese plan debe incluir medidas para fomentar el transporte público y restringir la leña.
Según su análisis, los 1,3 millones de automóviles en conjunto emiten tanto como los camiones (55.198) y los buses (6.300). “Son 50 veces más vehículos menores, por eso hay que desincentivarlos e implementar buses eléctricos, trolebuses o líneas de taxis eléctricos. Respecto de la leña, el material particulado que emite es gigantesco comparado con otras fuentes. Hay que promover otros combustibles y crear incentivos”, especifica.
Entre los hallazgos del estudio se registraron aportes externos a los contaminantes que se emiten en el Gran Santiago. Entre ellos, algunos provenientes del Gran Valparaíso. “Aproximadamente entre el 10% y el 20% del material particulado grueso proviene de fuera de Santiago, de la V Región o zonas como Buin, Paine, Talagante o Melipilla. En el material particulado fino la situación es más grave porque el MP 2,5 viaja distancias más largas y no decae del todo. Por eso hay que combinar los efectos de planes de descontaminación de otras ciudades, como el de Rancagua, para ir tratando el problema como un todo”, agrega Gramsch.
Calentamiento global
El inventario también introdujo una estadística inédita: incluyó mediciones de dióxido de carbono (CO {-2} ), uno de los gases responsables, según el mundo científico, del calentamiento global y, en consecuencia, del cambio climático.
En total, Santiago concentra 8.484.628 toneladas de CO {-2} : el 80% de ese gas lo genera el transporte (6.722.356 toneladas al año) y otro 18% la industria (1.519.714 toneladas anuales).
Este dato es clave para el plan de descontaminación por material particulado fino que elabora el Gobierno para el próximo año. Según el jefe de la División de Calidad del Aire del Ministerio del Medio Ambiente, Sebastián Tolvett, este nuevo paquete de medidas -que reemplazará al vigente por material particulado grueso- incluirá medidas para reducir el aporte chileno al calentamiento global.
“Estamos analizando qué medidas tomar. Lo que buscamos es que resuelvan la emisión de varios contaminantes a la vez. Por ejemplo, una idea podría ser fomentar bicicletas, sistemas de transporte eléctrico, que además de reducir material particulado fino también bajan en contaminantes secundarios y CO {-2} . Otra idea es definir zonas de baja emisión donde aplicar la restricción vehicular para que ahí no ingresen camiones sin sello, por ejemplo”, explica Tolvett.
Con estas medidas concuerda el coordinador del centro meteorológico ambiental de la Usach, Patricio Pérez. “Como es un contaminante gaseoso no se controla con convertidores catalíticos ni con medidas que hasta ahora se utilizan. Para bajarlo, la solución es no depender de combustibles fósiles”, afirma.
El estudio también identifica a la Alameda como la arteria con mayor concentración de contaminantes, debido a que por ahí pasan a diario 70 mil vehículos. Le sigue la Gran Avenida, por donde circulan entre 40 y 50 mil, según estima Gramsch.
Nueva estrategia
El nuevo plan de descontaminación para material particulado fino (MP 2,5) buscará fomentar el transporte eléctrico y restringir el uso de leña. Para reemplazarla en zonas vulnerables, que acceden a este combustible más barato, se proponen subsidios e incentivos a otros combustibles más limpios, como el gas.
La restricción vehicular actual, que ya casi logró eliminar vehículos sin convertidor catalítico, se reforzaría con zonas de exclusión para vehículos que funcionan con diésel más contaminante. En esa situación está buena parte de los furgones escolares y camiones de carga, sobre todo de regiones, que pasan por Santiago.