Las vías alternativas que permiten cruzar Santiago sin pagar tag
Por Karen González T., La Tercera. (21/06/14)
Tomando la caletera y luego calles secundarias, es posible eludir los 18 portales de la Autopista Central. Aunque hace años la autoridad solicitó que estas rutas fuesen públicas, hoy pocos conocen cómo acceder a ellas.
El día en que Macarena Inostroza (35) recibió una cuenta de Autopista Central que ascendía a los $ 38 mil, decidió que no quería seguir pagando esa cantidad mensualmente por transitar por esa vía concesionada. Eso, a pesar de que por su trabajo estaba obligada a viajar dos o tres veces por semana desde su casa, en Buin, hasta Santiago.
Por eso, hace un par de años optó por tomar las rutas alternativas que otros vecinos del sector ya utilizaban desde que comenzaron a cobrar los primeros tags en 2004.
“Me di cuenta de que si sacaba el cálculo de cuánto tendría que pagar al mes, si viajara todos los días, era mucho dinero. Así que para llegar a Providencia comencé a tomar el camino de Lo Herrera (Buin) o me voy por Alto Jahuel (Pirque). Es más largo, pero tipo siete de la mañana es rápido y expedito”, cuenta esta secretaria, que trabaja en una empresa agrícola.
Como Macarena, varios de sus conocidos que viven en la zona sur de la Región Metropolitana prefieren tomar estas opciones, pero para el resto de los automovilistas del país, las alternativas que permiten entrar a la capital evitando el pago del tag permanecen desconocidas.
Así lo advierte Vicente Faúndez, presidente del Club de Automovilistas Unidos. “Estas vías están bien escondidas para la mayoría, no están señalizadas, y como la gente ya asumió el costo de transitar por las autopistas, ya no son populares”, cuenta el dirigente, que vive en Quilicura.
De hecho, según el Ministerio de Obras Públicas, “no existe obligatoriedad por parte de las sociedades concesionarias de contar con rutas alternativas a las tarificadas” para evitar el pago del tag. Además, agregan desde la cartera, estas empresas tampoco están obligadas a “instalar señalética que informe sobre rutas alternativas”.
Así lo ratifica Sergio Bitar, ex ministro de la cartera entre 2008 y 2010: “No hay ningún contrato con esa obligación. La obligación es del Estado, de tener un diseño alternativo”. Asimismo, afirma que “si existiese la obligación de poner una alternativa gratuita, no habría concesiones”.
En 2007, ante los reclamos de usuarios de autopistas por el alza de la tarifa de los pórticos de las vías concesionadas, el titular de Obras Públicas de entonces, Eduardo Bitran, realizó un recorrido por los alrededores de las autopistas para asegurarse de que todas contaran con vías alternativas. En esa ocasión, señaló que los automovilistas “que no quieren y no están dispuestos a pagar pueden usar las alternativas”. Además, se comprometió a disponer en la página web del ministerio la información necesaria para transitar por estas vías gratuitas. Siete años después, ya no es posible encontrar en internet, de forma fácil y rápida, un link para acceder a esta información.
Al respecto, los usuarios aseguran que no hay opciones que permitan, por ejemplo, atravesar Santiago de norte a sur sin desvíos.
“Todas las autopistas tienen caletera y vías locales, pero ninguna va directamente al lado de ellas. Las caleteras van por tramos y siempre se pierden en otras calles o te obligan a volver a ingresar”, opina el dirigente del Club de Automovilistas Unidos.
De las seis entradas a Santiago -Ruta 68, Ruta 78, Acceso Sur, Autopista Los Libertadores, Ruta 5 Norte y Ruta 5 Sur-, sólo estas dos últimas conectan con Autopista Central, que tiene tag. En los 39,5 kilómetros de esta vía, se contemplan 10 pórticos de norte a sur y ocho de sur a norte.
El costo del kilómetro transitado en horario bajo es de $ 51,202, mientras que en horario punta sube a $ 102,405, según publica en su página web. Una suma que Faúndez también evita pagar, especialmente “cuando la autopista se llena de tacos”. En esos casos prefiere “tomar la caletera antes de llegar al anillo de Américo Vespucio Norte”, asegura.
La opción más directa para cruzar la ciudad y eludir los portales de tag de la Autopista Central es recorrer el eje Independencia y Gran Avenida José Miguel Carrera, lo que permite llegar al centro de la ciudad.
La clave, si se viaja desde la Ruta 5 Norte, es entrar a la caletera unos 200 metros antes de llegar a Américo Vespucio y seguir por la vía local hasta el tercer semáforo. Allí, se debe cruzar el puente sobre la autopista para llegar hasta Zapadores. Desde este lugar hasta Avenida Independencia hay menos de cinco minutos.
Si se viaja desde la Ruta 5 Sur, se debe tomar la salida de Lo Herrera, después del puente Maipo, para luego cruzar sobre la autopista y seguir hacia el poniente por un camino rural unos 2,5 kilómetros. Allí, un signo Pare indica que se alcanzó el camino llamado El Barrancón, donde se debe doblar a la derecha. Tras unos 10 kilómetros, la ruta desembocará en el puente Catemito, puerta de entrada a San Bernardo, y desde ahí alcanzar Gran Avenida es fácil y rápido (ver infografía). En ambos casos hay señalética que indica “salida a calle local sin televía”.
Sin embargo, se debe considerar que esta alternativa contempla 45,8 kilómetros entre Vespucio Norte y el puente Maipo, y dos menos si se circula desde sur a norte. Además, podría tomar cerca de hora y media de viaje en momentos de alta congestión. Al contrario, el mismo tramo por la autopista puede tomar unos 50 minutos si hay poco tráfico.
Según los usuarios, también existen otras rutas alternativas para entrar a Santiago y dirigirse a otros sectores de la ciudad. Basta con configurar un dispositivo GPS con la opción “sin tag” y entregará alternativas. Una de las comunes, si se viene desde el norte, es tomar San Ignacio (Quilicura) hasta la caletera de la Autopista Los Libertadores (Huechuraba). Desde el sur, tomando el camino de Alto Jahuel (Pirque), para ir al oriente, o por el camino a Calera de Tango (también por Lo Herrera) si se va al poniente.
En todos los casos, se debe tener en cuenta que los kilómetros extras y los semáforos también podrían generar un aumento en el consumo de combustible. Aunque, al respecto, Macarena Inostroza es categórica. “Si tienes un auto pequeño, ni siquiera lo notas”, asegura.