Zonas rurales de la RM critican falta de subsidio al transporte
Por Valentina Mery, La Tercera.
Habitantes de Melipilla gastan $ 3.600 diarios para llegar a Santiago.
En la Región Metropolitana existen 18 comunas de zonas rurales, que no tienen el servicio de Transantiago. Para estas, la única opción de llegar a la zona urbana de Santiago, además del vehículo particular, es trasladarse a través de buses interurbanos, de carácter privado, que tienen un valor por sobre los mil pesos dependiendo la comuna.
Esta situación quedó de manifiesto hace un mes, cuando un grupo de choferes de las comunas de Talagante, Melipilla y Peñaflor realizaron una paralización que afectó especialmente a los habitantes de esas localidades.
“Para los vecinos que utilizan el sistema público de transporte en Talagante no hay opciones de movilizarse hasta Santiago por otro medio que no sea una micro, por un monto de $ 1.100 que cuesta el boleto. Eso, más el pago del Metro que utilizan cuando llegan a Santiago, genera un presupuesto de alrededor de $ 70.000 mensuales para locomoción”, comenta el alcalde de Talagante, Raúl Leiva. “Es, además, un servicio sin frecuencia, con largas filas de espera en los paraderos y terminal de buses”, describe el edil.
Por ejemplo, desde Melipilla el viaje ida y vuelta a Santiago cuesta $ 3.600, mientras que el trayecto desde Tiltil llega a los $ 3.000.
Según Javier Valenzuela, secretario ejecutivo de la Asociación de Municipios Rurales de la Región Metropolitana (AMUR) el pasaje de bus para las zonas rurales no tiene ningún tipo de subsidio. “Si bien las comunas rurales reciben un pequeño fondo de compensación de los Fondos Espejo del Transantiago, que son cerca de 10 mil millones de pesos que se redistribuyen en los 18 municipios, estos generalmente van a infraestructura, mejoramiento de caminos, paraderos y todo aquello de lo que carece el sistema vial rural. Pero esta plata no es para subsidiar el transporte”, asegura.
Según la Seremi de Transportes de la Región Metropolitana, en la mayoría de las comunas rurales sí existe un subsidio, pero es destinado únicamente al sistema de transporte escolar.
De hecho, uno de los grupos más perjudicados es de los estudiantes universitarios, quienes aseguran sentirse discriminados con los malos tratos que sufren diariamente por los choferes.
“El pasaje lo subieron a 280 pesos y te dicen que no tienen vuelto y no siempre dan boleto”, lamenta la estudiante Solange Vergara, quien vive en Peñaflor. Además, agrega que “antes en la terminal nos hacían hacer colas donde primero subían los pasajeros y después los estudiantes”.