Gobierno propone nuevo aeropuerto para Santiago en primera estrategia aerocomercial
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Documento pide una política para resguardar terrenos que permitan ampliar terminales aéreos en el futuro:
Plan de desarrollo sugiere construir recinto alternativo a Arturo Merino Benítez en regiones de Valparaíso u O’Higgins.
Es la ecuación perfecta del crecimiento económico chileno: entre más se desarrolle el país, mayor será el auge de su industria aerocomercial y más desafiante resolverlo, en una ciudad como Santiago, sin terrenos cercanos aptos para construir nuevos aeropuertos. Las cifras históricas dan cuenta de este auge explosivo del mercado aéreo -hoy de un viaje anual por cada uno de los 16 millones de chilenos- desde que Chile entró en la recta final del desarrollo. Y, según proyecta la Junta Aeronáutica Civil (JAC), se trata de solo el comienzo: hacia 2030 se prevén 47 millones de viajes (tres veces más que lo actual) y en 2050 cerca de 70 millones.
Con ese horizonte no tan lejano en mente, esta entidad -que depende del Ministerio de Transportes- elaboró el primer documento que establece una política aeroportuaria nacional, con los grandes desafíos que deben abordar la industria y el Gobierno, con el objetivo de garantizar un sistema aerocomercial seguro y eficiente.
El estudio, formulado por 17 expertos del mundo público y privado -a partir de diversas comisiones y una secretaría técnica, constituidas el año pasado-, plantea diversos desafíos al Estado. Entre los principales está abordar la futura saturación del aeropuerto Arturo Merino Benítez. Para ello se proponen distintas soluciones, como la construcción de un nuevo terminal aéreo en O’Higgins (en el sector de Rapel, que según un estudio de Transportes, es el único más cercano a Santiago donde puede edificarse un aeropuerto) o en la Región de Valparaíso (en el aeropuerto Torquemada de Concón).
En esos recintos se sugiere trasladar los futuros vuelos de bajo costo, que compensen sus menores precios con traslados a 160 kilómetros de Santiago. Para ello, según explica el secretario general de la JAC, Jaime Binder, la idea supone el desarrollo de un transporte eficiente, como trenes de cercanía. También considera la tarificación de servicios que hoy no pagan las líneas aéreas. “Lo importante es optimizar el aeropuerto de Santiago, porque es un bien escaso: es imposible emplazar otro cerca de la ciudad. La idea de poner tarifas es incentivar a los operadores aéreos a realizar la actividad con la mayor rapidez y eficiencia posible”, señala.
Además, se plantea que usos como los militares o corporativos puedan ser trasladados a otros recintos. Incluso se menciona la posibilidad de ampliar los usos de la base aérea de El Bosque. Paralelamente, el documento insta a crear mecanismos regulatorios que permitan resguardar terrenos necesarios para el crecimiento futuro de aeropuertos, como expropiar paños circundantes.
El subsecretario de Obras Públicas, Sergio Galilea, coincide con las propuestas. “Hemos llegado a cifras muy superiores a la media latinoamericana, lo que implica inversiones y resguardos necesarios del crecimiento, porque la actividad aeroportuaria es también parte de nuestra seguridad”.
Más servicios
El estudio plantea queel aeropuerto de Santiagodebe contar con un terminalde buses, y un centro de convenciones cercano.