Avanza anteproyecto para limitar la expansión inmobiliaria alrededor de los aeropuertos
Por Juan Manuel Villagrán S., Diario Financiero.
El director de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) alertó que el crecimiento urbano aledaño a los terminales amenaza su existencia.
La posibilidad de expansión de proyectos inmobiliarios en torno a los aeropuertos, como podría ser el caso de Enea o Urbanya, que son adyacentes al terminal de Santiago, tendría sus días contados.
Esto porque el gobierno sigue trabajando y espera tener listo durante este año la versión preliminar del proyecto de ley que limita el crecimiento de este tipo de desarrollos en las zonas de influencia próximas a este tipo de recintos.
El texto está siendo desarrollado en forma conjunta por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), la Junta de Aeronáutica Civil (JAC), y los ministerios de Obras Públicas (a través de la Dirección General de Aeropuertos) y de Medio Ambiente.
La iniciativa busca asegurar las posibilidades de expansión de los aeropuertos de acuerdo con el aumento de tráfico, el cual sólo en 2013 subió 8,2% y alcanzó a 16,4 millones de pasajeros.
“El principal problema del sistema aeroportuario es el desarrollo urbano que ocupa terrenos adyacentes, limitando su potencial crecimiento y amenazando su existencia”, dijo el titular de la DGAC, Rolando Mercado, en el marco de un seminario que la entidad organizó para conmemorar sus 84 años de operación.
El problema radica, dijo, en que, por ejemplo, los terrenos aledaños al terminal de Santiago son insuficientes para soportar el crecimiento del terminal a partir de la demanda proyectada.
Compatibilidad con la normativa
Los planes maestros que rigen para estos terminales no son vinculantes, con lo cual el desarrollo territorial no necesariamente estará en relación con las necesidades del transporte aeronáutico.
“Queremos que estos planes se incluyan en cada planificación territorial que se haga en Chile. Hoy estos planes consideran sólo el territorio de los aeropuertos y lo que nos importa es lo que está alrededor, la ciudad, un área de influencia que no está considerada”, explicó el director de la JAC, Jaime Binder.
Esta regulación, añadió, limitará la construcción de nuevos proyectos inmobiliarios cerca de este tipo de terminales y frente a esto precisó que las eventuales expansiones de proyectos como Enea y Urbanya serían incompatibles con ella.
“Urbanya se incrusta en un sector pensado para expropiar, entonces si este proyecto se consolida, el proceso de expansión a futuro se complicaría”, dijo a su turno la directora de Aeropuertos del MOP, María Isabel Castillo.
Binder además comentó que una de las medidas inmediatas que se están estudiando es que cada secretario regional ministerial (Seremi) de Vivienda estudie dentro de su órbita de competencia el desarrollo territorial para hacerlo compatible con la expansión de los aeropuertos.
Castillo detalló que en el largo plazo el plan para el Aeropuerto de Santiago considera la expropiación de 700 hectáreas. Cerca de la mitad de ellas se usaría para expandir la zona sur-poniente del recinto con áreas de carga y mantenimiento.
Otra parte de los terrenos a los que accedería el Estado está al oriente del recinto actual, y hacia allí sería trasladada la Fuerza Aérea y también se destinaría a aviación corporativa.
Una parte menor está hacia el norte y se usaría como acceso a un eventual tercer terminal de pasajeros que podría gatillarse según el comportamiento de la demanda del recinto.