Santiago, Valdivia, Chillán, Los Ángeles y Coyhaique lideran alzas de días críticos por esmog más dañino

Por Sebastián Sottorff, El Mercurio.

La capital vive su invierno con más episodios de emergencia por MP2,5 de los últimos 14 años:

Por el contrario, Rancagua, Talca, Curicó, Temuco y Osorno vieron disminuir la cantidad de alertas, preemergencias y emergencias respecto de 2013.

La falta de lluvias, el frío y las malas condiciones de ventilación se conjugaron este año para que cinco de las diez ciudades chilenas donde se mide el contaminante atmosférico más peligroso para las personas, el material particulado fino o MP2,5, tuvieran más episodios críticos de polución que el año pasado.

En promedio, Santiago, Chillán, Los Ángeles, Valdivia y Coyhaique tuvieron un 3,4% más de alertas, preemergencias y emergencias que en 2013 (ver infografía). Las estaciones de monitoreo ubicadas en esas ciudades, más las instaladas en Rancagua, Talca, Curicó, Temuco y Osorno, han acumulado 456 días críticos este año.

De hecho, la capital ya vive el invierno más complejo al menos en los últimos 14 años, ya que el MP2,5 ha superado tres veces los niveles de emergencia.

Sin embargo, como aún no rige un plan de descontaminación para mitigar y prevenir la presencia de estas partículas, que ingresan directamente a las vías respiratorias de las personas, no se decretaron medidas paliativas, como sí ocurre para las más conocidas partículas gruesas o MP10, cuyos episodios de alerta o preemergencia, por ejemplo, son enfrentados con la prohibición para encender chimeneas o la restricción para vehículos catalíticos, respectivamente.

Las medidas específicas para el MP2,5 podrían comenzar a regir en 2016, si es que se aprueba el plan de descontaminación que está proponiendo el Ministerio del Medio Ambiente.

El frío no ayuda

Pese a que los pronósticos climáticos todavía auguran una mayor presencia de lluvias desde la zona central al sur, los expertos recalcan enfáticos que la mala calidad del aire tiene una relación directa con las bajas temperaturas.

“Pese a que se ha registrado un poco más de lluvias, este invierno ha sido más frío y eso ha ayudado a que los contaminantes se concentren. Esto, porque cuando hace más calor hay más dispersión vertical de los contaminantes y, por ende, menos contaminación”, explica Ernesto Gramsch, especialista en el tema de la Universidad de Santiago.

Aún en plena temporada de episodios críticos -recién terminará el 31 de agosto-, Coyhaique es la ciudad con más días de alerta, preemergencia o emergencia. Desde este año, la capital de Aysén y urbes como Temuco y Valdivia están enfrentando este problema con medidas preventivas como la prohibición del uso de leña húmeda, lo que supone un problema para la población, acostumbrada a usar ese combustible no solo para cocinar, sino también para calefaccionarse.

En Santiago, en tanto, el clima ha sido un factor clave. “Hemos tenido más episodios (críticos) que el año pasado por condiciones meteorológicas más adversas que las de 2013”, explica el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier.

De un año “benigno, totalmente atípico en términos de ventilación”, detalla Sebastián Tolvett, jefe de calidad del aire de la cartera, pasamos a uno “normal”. Añade que los métodos para medir el MP2,5 y la efectividad de las fiscalizaciones han mejorado considerablemente en 2014, lo que a su juicio también explicaría el alza de los episodios críticos.

Para Badenier, la aplicación de alertas sanitarias en las zonas más críticas ha redundado en menos emisiones de partículas. “Pero nos queda mucho trabajo por delante”, concluye Tolvett.

Tres emergencias ambientales por MP2,5 tuvo este año Santiago, la cifra más alta en lo que va del siglo XXI.

27 episodios críticos (alertas, preemergencias y emergencias) por el mismo material particulado sumó la capital hasta julio, contra 15 en 2013, 26 en 2012 y 32 en 2011.

Diferencia

Origen. El material particulado fino o MP2,5 proviene de la quema de diversos combustibles en industrias y vehículos.

Efecto. Más pequeñas que las de MP10, las partículas de MP2,5 entran directamente al tejido pulmonar, generando más impacto en la salud humana.