Londres estudia segundo impuesto para vehículos diésel que ingresen al centro
Hace unos días, el alcalde de Londres, Boris Johnson, lanzó el “Manifiesto por la Calidad del Aire”, un documento que incluye una serie de medidas para enfrentar la contaminación ambiental que, según el Departamento de Salud, influyó en el número de enfermedades respiratorias que solo en 2010 ocasionó la muerte de 3.389 personas en la ciudad.
Una de las medidas para disminuir la contaminación es desincentivar el uso del automóvil. Por este motivo, se anunció que una de las propuestas consiste en que los vehículos diesel paguen un impuesto por ingresar a las nuevas “Zonas de Bajas Emisiones”, creadas en el centro de la ciudad, y que se suman a las “Zonas de Congestión” que hicieron que Londres fuera una de las primeras ciudades en el mundo implementar la tarificación vial. Con esto se busca reducir los niveles de contaminación (CO2, NOx y MP10), el tránsito de autos y fomentar el uso del transporte público.
Desde que en 2003 comenzó a regir la tarificación vial en el centro de Londres, se estima que los automóviles disminuyeron en un 36 por ciento y que el tráfico lo hizo en un 21%. En tanto, las emisiones de CO2 se redujeron en un 19%, las de NOx en un 16 por ciento y las de Material Particulado 10 en un 15%.
Para llegar a estos resultados, la ciudad decidió que los vehículos que ingresen al centro entre los días lunes y viernes y entre las 7 y las 18 horas deben pagar a través de un peaje de 14 euros, equivalentes a $10.780.
La medida recién anunciada y que todavía no rige, considera que los vehículos diésel paguen un segundo impuesto por ingresar a las nuevas “Zonas de Bajas Emisiones” en cualquier día y horario. En este caso, el impuesto costaría 12 euros, es decir, $9.240.
Con esta medida, el alcalde de Londres busca limitar la circulación de los autos en el centro, independiente del tipo de motor que tengan. A partir de esta iniciativa, el alcalde propuso que el centro de las ciudades europeas solo debería permitir la circulación de autos eléctricos o híbridos en 2020.
En Chile, la discusión sobre si los vehículos diésel deben pagar un impuesto se incluyó en la Reforma Tributaria debido a que son los vehículos que más generan Nox, material que está entre los principales contaminantes, porque en emisiones superan a los vehículos que usan bencina.
Por este motivo, la reforma considera que los vehículos que cuesten entre $8 millones y $16 millones, paguen impuestos que, según la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), equivalen a $628 mil más que los bencineros.
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