Municipio de Quilpué compró edificio Carozzi y lo convertirá en sede de corporación edilicia
Por Mauricio Silva, El Mercurio.
Proyecto busca recuperar el patrimonio industrial:
Alcalde firmó ayer el contrato de adquisición del recinto de 1907. Este marcó el devenir de la urbe en parte del siglo XX.
Reunir en un solo recinto sus dependencias hoy desperdigadas en una decena de puntos de la ciudad y recuperar el patrimonio industrial de la comuna son los dos objetivos que el municipio de Quilpué comenzó a cumplir ayer al comprar el edificio en el que funcionó la planta elaboradora de pastas Carozzi.
“Con el cambio de siglo, hubo una tendencia a destruir el espacio patrimonial. Nosotros buscamos revertir esto”, dijo el edil, tras firmar el contrato de compra de la antigua fábrica, que marcó el rumbo de la ciudad a partir de su instalación en 1907.
Fue el sismo de 1906 que llevó a la empresa “La Joven Italia, Carozzi y Compañía” a trasladarse desde Valparaíso, donde en 1898 la había fundado el inmigrante Augusto Carozzi Passani. A Quilpué llegó como la “Compañía Molinos y Fideos Carozzi”.
La planta estimuló el crecimiento económico de la comuna, revolucionó su vida tranquila y llegó a formar parte de la memoria colectiva del quilpueíno. En su “peak”, demandó cerca de un millar de trabajadores, debiendo la empresa crear nuevos barrios cuyo hito más importante fue el Edificio Carozzi.
Fue en 1965 que la empresa inauguró la actual planta en Nos, al sur de Santiago, hasta donde comenzó a trasladar su procesos productivos. La tendencia se intensificó a partir de 1982, quedando las dependencias quilpueínas virtualmente desocupadas. La compañía siguió usando su molino y algunas dependencias como bodegas hasta un tiempo atrás.
La compañía conservaba el edificio “como parte de su historia”, pero le hizo sentido la propuesta del municipio. “Que la ciudad lo elija como la sede para proyectar su futuro nos enorgullece. La propuesta del alcalde es respetar su historia. No se trata de que sea demolido por una empresa constructora”, expresó ayer el gerente de Finanzas de Carozzi, Sergio Espinoza.
El municipio pagó ayer cerca de $900 millones y destinará otros $1.800 millones a recuperar el edificio de concreto armado para distribuir en sus tres niveles dependencias que cobijarán a 284 funcionarios.
El director de planificación municipal, Rodrigo Uribe, explicó que en la planta baja se ubicarán la alcaldía y las oficinas de mayor atención al público. En el nivel superior, la sala del concejo y oficinas de los concejales.
“Las obras partirán a comienzos del próximo año para que estén concluidas a fines de 2015 o inicios de 2016”, aseveró, señalando que respetará la arquitectura del complejo industrial, construido en sus inicios como un gran bloque de albañilería y que fue ampliado por los arquitectos Arnaldo Barison y Renato Schiavon. Un incendio en 1970 destruyó parte de la edificación original y el recinto fue reconstruido en 1972.
Los recursos para llevar adelante el proyecto provienen del hipotecario contratado a 10 años con el Banco de Crédito e Inversiones entregando en garantía terrenos municipales aledaños a la Villa Olímpica. Según el alcalde Viñambres, el compromiso financiero de $25 millones mensuales asumido por el municipio es equivalente al costo en arriendo y vigilancia en que incurre para mantener las dependencias distribuidas en la comuna.
La actual sede edilicia será destinada a la administración del teatro municipal y como sala de exposiciones artísticas.
MEDIDAS
12 mil m² tiene la dependencia principal del ex complejo que usará el municipio.