Gobierno estudia aumentar subsidio a la clase media para viviendas de hasta 2.500 UF
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Cambio busca mejorar la aplicación del beneficio habitacional, que hoy llega a cerca de 70%:
Modificaciones incluyen exigir un mayor ahorro a las familias postulantes para que puedan ser sujetos de crédito y adaptaciones del instrumento en regiones, donde el valor mínimo de los inmuebles no coincide con los rangos máximos del aporte.
Hace cinco años, el mercado inmobiliario vivió una situación inesperada. Corría 2009 y en plena crisis “subprime”, el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet anunció medidas para paliar los efectos de la recesión.
Entre ellos, se amplió desde 1.000 a 2.000 (de $24 millones a más de $48 millones, a valor actual) el monto de las viviendas que podían comprarse con el subsidio de clase media (entonces regulado por el decreto supremo 40 y hoy por el DS 1).
La situación generó el efecto deseado: el stock de casas y departamentos de ese valor prácticamente se agotó en los llamados mensuales para postular al beneficio y el instrumento mantuvo ese rango hasta hoy. Sin embargo, en la actualidad, con el alza de precios de las propiedades, que en algunos casos se ha duplicado en los rangos de 1.500 a 3.000 UF desde 2010, el subsidio no tiene el mismo alcance.
El experto inmobiliario Mario Grandón explica que ello se debe al alza de los precios de suelo y a la escasa oferta de viviendas bajo 2.000 UF. “Ha habido un alza por efecto natural, que fue generada por una excesiva construcción de oficinas, hoteles, faenas mineras. Las constructoras llevaron sus capitales a negocios más rentables y eso generó pocas viviendas subsidiables en lugares bien localizados”, afirma.
Así, en esa lógica, el subsidio de clase media ha tenido una aplicación (beneficios convertidos en viviendas) cercana al 70%. Según un análisis realizado por el Centro de Políticas Públicas UC, en el restante 30% el apoyo estatal se pierde porque los beneficiarios los devuelven al no lograr hacerlos efectivos.
Para revertir esta situación, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) inició hace dos meses la revisión del subsidio de clase media en su totalidad.
Según uno de los documentos de trabajo a los que accedió “El Mercurio”, el Minvu estudia elevar el rango de precio de las viviendas que puede cubrir el subsidio. Así, se podría pasar del límite actual de 2.000 UF para llegar a las 2.500 UF (más de $60 millones).
El jefe de la División de Política Habitacional del Minvu, Juan Pablo Gramsch, precisa que la decisión del tramo a ampliar aún no está resuelta, puesto que debe ser acordada con otras entidades del Estado, como el Ministerio de Hacienda, pero que debutará en 2015. “Nuestro objetivo es seguir aumentando la tasa de aplicación de los subsidios. Nos interesa que no solo (las familias) los tengan en la mano, sino que se transformen en una solución habitacional y resolver los problemas de carencias”.
Gramsch agrega que, por lo pronto, el ministerio ya tiene avanzada la decisión de reajustar los montos en regiones donde el costo de vida es mayor. “Queremos recoger de mejor forma las particularidades regionales. Hay comunas del país en que el valor mínimo de la vivienda a adquirir no coincide con los rangos máximos del subsidio DS 1. Estamos analizando esta situación para el norte y el extremo sur”.
Los cambios de tramos también podrían aplicarse para las viviendas del título cero (podría pasar a 900 UF) y el título I (a 1.400 UF).
También las modificaciones buscan aumentar el monto fijo del subsidio que hoy oscila entre 100 y 500 UF ($2,4 millones a $12 millones) e incrementar la exigencia de ahorro para así hacer más factible la obtención de un crédito hipotecario a familias que la banca tiende a rechazar.
Pablo Álvarez, gerente de Vivienda y Urbanismo de la Cámara Chilena de la Construcción, descarta que un aumento del tramo de viviendas “subsidiables” produzca aumento en el precio del parque habitacional orientado a la clase media.
Por el contrario, afirma que si se aplica la extensión, se generará un fomento a la oferta y se podrá unirla con la gran demanda de familias hoy no satisfechas con los montos del subsidio actual.
“Es muy escasa la oferta de viviendas bajo 2.000 UF y en particular en zonas donde el precio del suelo está más caro, como Santiago. Los costos de construcción han afectado a todo ese tramo y se ha trasladado el eje de un beneficio para la clase media. Es positivo, además, que se promueva un mayor ahorro porque se mitigan los riesgos a la banca y se fomentarán los créditos hipotecarios”, planteó el ejecutivo.
ESTUDIOS
En los análisis para modificar el DS 1, el Minvu revisó 40 proyectos con viviendas entre 1.000 y 1.600 UF.